Entretenimiento
Andrea Echeverri, muy chévere
La cantante regresa a la escena con ''Ruiseñora'', un disco donde muestra su visión de la mujer en los tiempos modernos
GUADALAJARA, JALISCO (23/MAY/2013).- Con forma y fondo. Letras bien pensadas, con una arquitectura lírica compleja y, a veces, hasta inventando palabras cuando el idioma ya no alcanza. Jamás apostando por la fórmula hueca y el coro fácil de aprender. Así es Andrea Echeverri, artista colombiana que ganó fama con la banda Aterciopelados durante la década de los años noventa, y que ahora está labrando un nombre propio.
La agenda de Echeverri se encuentra llena de nuevos proyectos. Por un lado, prepara su visita a Guadalajara, para participar el próximo 1 de junio en Rock al parque rueda por Latinoamérica, concierto masivo con el que reabre sus puertas la legendaria Concha Acústica, que vuelve a la actividad tras una larga remodelación.
Andrea no viene solamente a cantar sus grandes éxitos. Vuelve con un disco nuevo bajo el brazo, titulado Ruiseñora. “Por estos días debe estar saliendo en México, bajo el sello de Intolerancia Records. He estado haciendo videos, tocando mucha música, trabajando. Todo muy chévere para mí”, afirma con una sonrisa, en entrevista vía telefónica.
La intérprete de temas como ''Baby blues'' destila una nueva actitud con este disco. Afirma que, a nivel sonoro, es una placa mucho más orgánica que las anteriores. El uso de metales se reduce al mínimo, y busca darle mayor fuerza a las percusiones. “El disco fue producido, compuesto y tocado por mí. Tiene producción adicional de Richard Blair. Es empoderamiento femenino puro”.
—Para Guadalajara, Rock al parque es un concepto nuevo, pero en Colombia ya tiene una historia. ¿Qué significa para ti?
—Rock al parque es un festival que se hace en Colombia desde hace casi 20 años, subvencionado por el Gobierno, y se realiza en parques grandísimos, con muchas bandas de mi país e internacionales. Y lo más importante: es gratis. Entonces el hecho de que se haga en Guadalajara me parece fundamental. Además de que me han comentado que la Concha Acústica estuvo cerrada mucho tiempo. Entonces, es más importante que se haga, que todo quede lindo.
—En una época donde los conciertos ya se celebran en auditorios, teatros y foros privados, ya es raro pensar en conciertos gratuitos y de calidad, ¿no?
—Creo que sí. Creo que la música debería ser más democrática, más al alcance de todo el mundo. Los gobiernos y universidades deberían estar comprometidos de que haya siempre espacios culturales abiertos, de todo tipo, no sólo de música. Guadalajara, en ese sentido, va a la vanguardia; yo recuerdo un Festival de Cine al que asistí, donde había actividades gratuitas para quien se sintiera interesado. Eso es algo que los tapatíos deben de presumir.
—¿Qué es una “ruiseñora”?
—Ruiseñora, según me han dicho, la palabra no existe, sólo ruiseñor, y es buenísimo (risas). Es un disco que viene súper feminista, y viene a reafirmar la energía femenina, de buscar su esencia y fortalecerla. Creo que en esta época lo femenino necesita un replanteamiento, un cuestionamiento.
—¿Cuánto tiempo te tomó decidir que este disco era el que querías hacer?
—Fue un año y pico de trabajo. No solamente en la composición, sino también en la búsqueda de un sonido. Es una placa muy acústica. En vez del bajo eléctrico tiene uno acústico, que tomé prestado del son jarocho. Tiene también muchos vientos. Probablemente es el disco más orgánico de mi carrera, pero también tiene su (lado) roquerito, lo llamo “rocka”, que sería el lado femenino del rock.
—Hablando de videos, mucha gente se quedó con tu imagen de Aterciopelados, y muchas canciones y videos que has hecho desde entonces han tenido una exposición limitada. ¿Sientes que ser independiente te cerró las puertas de la televisión y el radio?
—Sí. Tal vez también porque es totalmente independiente, no tienes una disquera, a nadie detrás empujando. Son las ventajas y desventajas de la independencia. La ventaja es la libertad artística, y mayor agilidad para decidir qué hacer con mi carrera. El otro lado de la moneda es la difusión, que se hace más compleja, aunque hay otros tipos de difusión que van ganando sus espacios.
Rock al parque rueda por Latinoamérica / Con Andrea Echeverri, Skampida, Kraken, Monareta,The Hall Effect, Volcán y Technicolor Fabrics / 1 de junio / 16:00 horas / Entrada gratuita (con boleto).
La agenda de Echeverri se encuentra llena de nuevos proyectos. Por un lado, prepara su visita a Guadalajara, para participar el próximo 1 de junio en Rock al parque rueda por Latinoamérica, concierto masivo con el que reabre sus puertas la legendaria Concha Acústica, que vuelve a la actividad tras una larga remodelación.
Andrea no viene solamente a cantar sus grandes éxitos. Vuelve con un disco nuevo bajo el brazo, titulado Ruiseñora. “Por estos días debe estar saliendo en México, bajo el sello de Intolerancia Records. He estado haciendo videos, tocando mucha música, trabajando. Todo muy chévere para mí”, afirma con una sonrisa, en entrevista vía telefónica.
La intérprete de temas como ''Baby blues'' destila una nueva actitud con este disco. Afirma que, a nivel sonoro, es una placa mucho más orgánica que las anteriores. El uso de metales se reduce al mínimo, y busca darle mayor fuerza a las percusiones. “El disco fue producido, compuesto y tocado por mí. Tiene producción adicional de Richard Blair. Es empoderamiento femenino puro”.
—Para Guadalajara, Rock al parque es un concepto nuevo, pero en Colombia ya tiene una historia. ¿Qué significa para ti?
—Rock al parque es un festival que se hace en Colombia desde hace casi 20 años, subvencionado por el Gobierno, y se realiza en parques grandísimos, con muchas bandas de mi país e internacionales. Y lo más importante: es gratis. Entonces el hecho de que se haga en Guadalajara me parece fundamental. Además de que me han comentado que la Concha Acústica estuvo cerrada mucho tiempo. Entonces, es más importante que se haga, que todo quede lindo.
—En una época donde los conciertos ya se celebran en auditorios, teatros y foros privados, ya es raro pensar en conciertos gratuitos y de calidad, ¿no?
—Creo que sí. Creo que la música debería ser más democrática, más al alcance de todo el mundo. Los gobiernos y universidades deberían estar comprometidos de que haya siempre espacios culturales abiertos, de todo tipo, no sólo de música. Guadalajara, en ese sentido, va a la vanguardia; yo recuerdo un Festival de Cine al que asistí, donde había actividades gratuitas para quien se sintiera interesado. Eso es algo que los tapatíos deben de presumir.
—¿Qué es una “ruiseñora”?
—Ruiseñora, según me han dicho, la palabra no existe, sólo ruiseñor, y es buenísimo (risas). Es un disco que viene súper feminista, y viene a reafirmar la energía femenina, de buscar su esencia y fortalecerla. Creo que en esta época lo femenino necesita un replanteamiento, un cuestionamiento.
—¿Cuánto tiempo te tomó decidir que este disco era el que querías hacer?
—Fue un año y pico de trabajo. No solamente en la composición, sino también en la búsqueda de un sonido. Es una placa muy acústica. En vez del bajo eléctrico tiene uno acústico, que tomé prestado del son jarocho. Tiene también muchos vientos. Probablemente es el disco más orgánico de mi carrera, pero también tiene su (lado) roquerito, lo llamo “rocka”, que sería el lado femenino del rock.
—Hablando de videos, mucha gente se quedó con tu imagen de Aterciopelados, y muchas canciones y videos que has hecho desde entonces han tenido una exposición limitada. ¿Sientes que ser independiente te cerró las puertas de la televisión y el radio?
—Sí. Tal vez también porque es totalmente independiente, no tienes una disquera, a nadie detrás empujando. Son las ventajas y desventajas de la independencia. La ventaja es la libertad artística, y mayor agilidad para decidir qué hacer con mi carrera. El otro lado de la moneda es la difusión, que se hace más compleja, aunque hay otros tipos de difusión que van ganando sus espacios.
Rock al parque rueda por Latinoamérica / Con Andrea Echeverri, Skampida, Kraken, Monareta,The Hall Effect, Volcán y Technicolor Fabrics / 1 de junio / 16:00 horas / Entrada gratuita (con boleto).
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