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Ana de la Reguera madura en “Capadocia”

Lorena Guerra, su personaje en la serie para HBO, sorprenderá al público con una actitud más dura y ría

CIUDAD DE MÉXICO.- El comentario que jamás olvidará la actriz Ana de la Reguera sobre la serie Capadocia fue severo: “Son bien fresas en Capadocia”. Ana lo tomó con sentido del humor y asombro, sobre todo porque el comentario venía de la boca de Gloria Trevi, alguien que conoce a fondo qué significa estar dentro de una cárcel de mujeres y los abusos que se cometen ahí dentro, pues entre Brasil y Chihuahua cumplió una sentencia de cinco años por corrupción de menores.

“Una vez, platicando con Gloria Trevi me dijo que son bien fresas en Capadocia; la vida en la cárcel es mucho más fuerte comparado con lo que nosotros pasamos en la serie; yo creo que más fuerte no se pudiera pasar en televisión”, reveló De la Reguera.

Después de eso Ana, quien actualmente filma la película A couple of dicks, al lado de Bruce Willis, soltó una risa nerviosa y no supo qué decirle. Ahora comprende que un tema más fuerte no podría llevarse a la televisión. Incluso, en la televisión de paga como HBO, donde se transmitirá la segunda temporada de la serie mexicana. “Me dio risa, porque (lo que me contó) no se podría pasar en la tele, sería demasiado fuerte y crudo; hay que contar historias de amor, lo que le sucede al ser humano ahí dentro, los sentimientos de la gente, más que vivir en depresión todo el día, que es lo que sucede en la cárcel”.

En la serie de HBO, la actriz de 32 años hace el papel de Lorena Guerra, una mujer a quien se le atribuyó la muerte de su mejor amiga, que por cierto era amante de su esposo, y que regresa para hacerse menos sentimental, más astuta y más fría. “Es un personaje que se ha vuelto mucho más astuto para sobrevivir y que tiene muchas sorpresas, como tener una mejor vida, regresar a ver a sus hijos, pero se vuelve visceral y empieza a tomar decisiones que serán inesperadas para el público”, adelantó Ana de la serie que tiene contemplado su estreno en el segundo trimestre de 2010.

La cruda realidad

Para de la Reguera la realidad en países menos desarrollados es que la cárcel no es un reformatorio sino un lugar donde se aprenden malos hábitos. “Mucha de la gente que entra a la cárcel es por motivos de desesperación y realmente no es porque son malas personas, sino porque cometieron un grave error; pero es difícil ver que la cárcel empeora al ser humano en lugar de reformarlo, como es la idea de estar ahí. Es padre que la gente vea eso y que no nos juzgue, como juzga a la gente que comete un error, porque nadie está exento de ello”.

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