Entretenimiento
Ana Victoria y su pasión por la música
La cantante buscará en este 2009 consolidar de manera independiente su disco Ready en nuevos territoríos
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde pequeña, Ana Victoria tuvo “buen oído”: Su discoteca personal la conforman discos que van desde Juan Gabriel y Juan Luis Guerra hasta Pink Floyd y Nirvana, en pocas palabras es “una melómana empedernida”.
Dice que de sus padres, Amanda Miguel y Diego Verdaguer, heredó esa pasión por la música, aunque ella prefirió tomar el camino del rock pop, y hacerlo con méritos propios.
Con su segundo disco en estudio, Ready, Ana Victoria ha comenzado a brillar en la escena musical, y aunque ese proceso ha sido lento, dice sentirse satisfecha porque es el resultado de haber superado duras pruebas, entre ellas el congelamiento de su anterior disquera.
Este 2009, Ana Victoria continuará su trabajo de promoción en México, con vísperas a llevar su música a otros países de América Latina.
“Las cosas que suceden en la vida pasan por algo, hace años tuve una experiencia regular con mi primer disco (Love is all), pero por eso Ready se llama así, porque he decidido hacerlo ahora, ya no quería seguir esperando a algún jefe que quisiera hacer algo por mí, nada está asegurado, nadie puede asegurarte el éxito, ninguna compañía, sólo tú y tu esfuerzo”, refiere Ana Victoria.
Su carácter le ha impuesto también mantener su carrera alejada de sus progenitores, oportunidad que muchos otros cantantes han aprovechado para abrirse puertas, y alcanzar el éxito más rápido.
“A lo mejor en 10 años me arrepiento porque no saqué provecho de la fama de mis padres, pero eso no es lo que quiero en este momento. Yo podría abrir todos sus shows o aparecerme con ellos en fiestas de promoción, pero no es algo que busco. Si me pongo en el lado del espectador, me daría flojera ir a ver a Amanda y Diego, y tener que chutarme a la hija”.
Y vaya que Ana Victoria se ha hecho de su propio nicho de fans. De ahí que su presentación en El Lunario del Auditorio Nacional en la Ciudad de México, en diciembre pasado, haya albergado a muchos jóvenes que quedaron sorprendidos de la entrega de esta joven sobre el escenario.
“Cuando llega la hora del escenario, no puedo explicar qué felicidad me da… el escenario es tu espacio, tu lugar, sólo haces lo que te gusta hacer y ya, eso me lo estoy disfrutando mucho. La banda que me acompaña es padrísima, muy profesional, creen en el proyecto, me siento afortunada porque tengo amigos que trabajan conmigo”.
No solo palabras al viento
Para la cantautora, la cuestión social es un punto importante en su música. Por ello, considera necesario hacer canciones con un mensaje, que pueda llegar a la audiencia y crear conciencia.
Ana Victoria forma parte de la organización Jóvenes por los Derechos Humanos, y ha aportado su propio granito de arena para hacer de este mundo “algo mejor”.
“Cada quien toma su nicho de responsabilidad con base en las ganas de hacerlo, y su habilidad para llevarlo a cabo. Para mí, uno no está bien si los demás no lo están, uno no puede ser feliz en un mundo que se está destruyendo, mi ideología es que si tienes una posición de una manera pública, requiere de más responsabilidad”.
Dice que de sus padres, Amanda Miguel y Diego Verdaguer, heredó esa pasión por la música, aunque ella prefirió tomar el camino del rock pop, y hacerlo con méritos propios.
Con su segundo disco en estudio, Ready, Ana Victoria ha comenzado a brillar en la escena musical, y aunque ese proceso ha sido lento, dice sentirse satisfecha porque es el resultado de haber superado duras pruebas, entre ellas el congelamiento de su anterior disquera.
Este 2009, Ana Victoria continuará su trabajo de promoción en México, con vísperas a llevar su música a otros países de América Latina.
“Las cosas que suceden en la vida pasan por algo, hace años tuve una experiencia regular con mi primer disco (Love is all), pero por eso Ready se llama así, porque he decidido hacerlo ahora, ya no quería seguir esperando a algún jefe que quisiera hacer algo por mí, nada está asegurado, nadie puede asegurarte el éxito, ninguna compañía, sólo tú y tu esfuerzo”, refiere Ana Victoria.
Su carácter le ha impuesto también mantener su carrera alejada de sus progenitores, oportunidad que muchos otros cantantes han aprovechado para abrirse puertas, y alcanzar el éxito más rápido.
“A lo mejor en 10 años me arrepiento porque no saqué provecho de la fama de mis padres, pero eso no es lo que quiero en este momento. Yo podría abrir todos sus shows o aparecerme con ellos en fiestas de promoción, pero no es algo que busco. Si me pongo en el lado del espectador, me daría flojera ir a ver a Amanda y Diego, y tener que chutarme a la hija”.
Y vaya que Ana Victoria se ha hecho de su propio nicho de fans. De ahí que su presentación en El Lunario del Auditorio Nacional en la Ciudad de México, en diciembre pasado, haya albergado a muchos jóvenes que quedaron sorprendidos de la entrega de esta joven sobre el escenario.
“Cuando llega la hora del escenario, no puedo explicar qué felicidad me da… el escenario es tu espacio, tu lugar, sólo haces lo que te gusta hacer y ya, eso me lo estoy disfrutando mucho. La banda que me acompaña es padrísima, muy profesional, creen en el proyecto, me siento afortunada porque tengo amigos que trabajan conmigo”.
No solo palabras al viento
Para la cantautora, la cuestión social es un punto importante en su música. Por ello, considera necesario hacer canciones con un mensaje, que pueda llegar a la audiencia y crear conciencia.
Ana Victoria forma parte de la organización Jóvenes por los Derechos Humanos, y ha aportado su propio granito de arena para hacer de este mundo “algo mejor”.
“Cada quien toma su nicho de responsabilidad con base en las ganas de hacerlo, y su habilidad para llevarlo a cabo. Para mí, uno no está bien si los demás no lo están, uno no puede ser feliz en un mundo que se está destruyendo, mi ideología es que si tienes una posición de una manera pública, requiere de más responsabilidad”.
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