Entretenimiento
Ana Serradilla se enfoca en el cine
La actriz asegura que no extraña las telenovelas, por lo que ve su futuro en la pantalla grande
Natalie Portman es una cosa “muy rara”. Lo dice la actriz
Ana Serradilla. En Chile notaron el parecido mientras Serradilla rodaba la cinta El brindis, de Shai Agustoni, hace dos años. Pero en realidad ella lo sabía desde antes, desde que era niña. El adjetivo que mejor describe esa sensación de verse a sí misma en otra persona es “raro”.
Aunque divertido, el dato de su similitud es meramente anecdótico. Y habría que precisar que Serradilla es mexicana pero sus padres son madrileños. Y que su identidad está definida por la devoción que le profesa a Remedios Varo (de quien conoce los cuadros por título); su gusto por citar, cuando es necesario, a Goethe y Cervantes, y finalmente la práctica del psicoanálisis como forma de mejorar la calidad de vida.
Por si fuera poco, se asegura que la actriz “conquista” cineastas en cinco minutos. Los tres años más recientes de su carrera los han definido su decisión de mantener estrecha cercanía con el teatro (cumplió una temporada de medio año con Fresas en invierno) y el cine (actuó en dos cintas chilenas en 2008 y planea dos en México para finales de 2009); pero una sana distancia con la tele (sólo ha participado en una telenovela corta).
El tema provoca en Serradilla cinco segundos de silencio. Luego una carcajada y la confesión de una verdad que supo hace tres años: “¡De la televisión no extraño nada!”.
¿Por qué no extrañas la televisión?
“Puedo extrañar ciertas telenovelas. Extraño Mirada de mujer, el regreso y La vida en el espejo, que fueron historias que realmente disfruté. Pero en general, la televisión es demandante y requiere de dedicarle seis meses de tu vida en los que tienes que encerrarte en un estudio”.
¿Influye el hecho de que la voz del “rating” es como la voz que marca la pauta?
“Los guiones suelen estar supeditados a los niveles de audiencia y, de pronto, los cambios hacen que se pierda la esencia de la historia que se contaba”.
Al cancelarse “Campeones” en 2006 dijiste que pasaría mucho tiempo antes de que volvieras a las telenovelas”, ¿sigues en lo dicho?
“Hubo muchos cambios de producción y guión que provocaron justo lo que te acabo de decir. Y a partir de 2008, cada vez que me preguntaban cuáles eran mis planes, siempre contesté que quería hacer teatro. Así fue que llegó la obra Fresas en invierno: es un proyecto al que quería entregarme por completo”.
Luego de estar en siete telenovelas, ¿de qué manera te ha cambiado la vida hacer teatro con “Fresas en invierno”?
“Fue como volver a tomar un curso de actuación. Retomar las raíces, regresar a la escuela. Y aprendí a ser paciente, a dedicar todos los fines de semana para hacer que mi personaje creciera”.
¿Qué cosa hiciste en esos famosos cinco minutos en los que, según sus propias palabras, Shai Agostini dice que lo conquistaste para que te contratara en la cinta “El brindis”?
“Juro que no tengo la menor idea. Creo que fui auténtica; el secreto de nuestra química fue la comunicación”.
¿Qué se siente parecerse a Natalie Portman?
“Es una cosa muy rara. Portman es una mujer hermosa y sí, me lo han dicho varias veces y yo lo había notado desde niña. Porque no sólo es una cuestión física, sino que incluso hay gestos que son muy parecidos. Es un gran halago que digan que me parezco a ella”.
Para saber
Ana Serradilla tuvo su última función de Fresas en invierno la semana pasada. Viaja ahora a España para cumplir algunas promesas personales pero romperá su itinerario porque quiere estar en México en el estreno de All Inclusive, cinta del chileno Rodrigo Ortúzar y que narra la historia de una familia que vacaciona en Cancún pero tiene disputas y grietas emocionales por todos lados. Cuando leyó el guión por primera vez, a Serradilla sólo se le ocurrió llamar a su madre para decirle te quiero. “Es una gran historia sobre las relaciones familiares. Sabía que tenía que hacer esta película porque el guión me hizo llorar”.
CIUDAD DE MÉXICO.- Parecerse a
Aunque divertido, el dato de su similitud es meramente anecdótico. Y habría que precisar que Serradilla es mexicana pero sus padres son madrileños. Y que su identidad está definida por la devoción que le profesa a Remedios Varo (de quien conoce los cuadros por título); su gusto por citar, cuando es necesario, a Goethe y Cervantes, y finalmente la práctica del psicoanálisis como forma de mejorar la calidad de vida.
Por si fuera poco, se asegura que la actriz “conquista” cineastas en cinco minutos. Los tres años más recientes de su carrera los han definido su decisión de mantener estrecha cercanía con el teatro (cumplió una temporada de medio año con Fresas en invierno) y el cine (actuó en dos cintas chilenas en 2008 y planea dos en México para finales de 2009); pero una sana distancia con la tele (sólo ha participado en una telenovela corta).
El tema provoca en Serradilla cinco segundos de silencio. Luego una carcajada y la confesión de una verdad que supo hace tres años: “¡De la televisión no extraño nada!”.
¿Por qué no extrañas la televisión?
“Puedo extrañar ciertas telenovelas. Extraño Mirada de mujer, el regreso y La vida en el espejo, que fueron historias que realmente disfruté. Pero en general, la televisión es demandante y requiere de dedicarle seis meses de tu vida en los que tienes que encerrarte en un estudio”.
¿Influye el hecho de que la voz del “rating” es como la voz que marca la pauta?
“Los guiones suelen estar supeditados a los niveles de audiencia y, de pronto, los cambios hacen que se pierda la esencia de la historia que se contaba”.
Al cancelarse “Campeones” en 2006 dijiste que pasaría mucho tiempo antes de que volvieras a las telenovelas”, ¿sigues en lo dicho?
“Hubo muchos cambios de producción y guión que provocaron justo lo que te acabo de decir. Y a partir de 2008, cada vez que me preguntaban cuáles eran mis planes, siempre contesté que quería hacer teatro. Así fue que llegó la obra Fresas en invierno: es un proyecto al que quería entregarme por completo”.
Luego de estar en siete telenovelas, ¿de qué manera te ha cambiado la vida hacer teatro con “Fresas en invierno”?
“Fue como volver a tomar un curso de actuación. Retomar las raíces, regresar a la escuela. Y aprendí a ser paciente, a dedicar todos los fines de semana para hacer que mi personaje creciera”.
¿Qué cosa hiciste en esos famosos cinco minutos en los que, según sus propias palabras, Shai Agostini dice que lo conquistaste para que te contratara en la cinta “El brindis”?
“Juro que no tengo la menor idea. Creo que fui auténtica; el secreto de nuestra química fue la comunicación”.
¿Qué se siente parecerse a Natalie Portman?
“Es una cosa muy rara. Portman es una mujer hermosa y sí, me lo han dicho varias veces y yo lo había notado desde niña. Porque no sólo es una cuestión física, sino que incluso hay gestos que son muy parecidos. Es un gran halago que digan que me parezco a ella”.
Para saber
Ana Serradilla tuvo su última función de Fresas en invierno la semana pasada. Viaja ahora a España para cumplir algunas promesas personales pero romperá su itinerario porque quiere estar en México en el estreno de All Inclusive, cinta del chileno Rodrigo Ortúzar y que narra la historia de una familia que vacaciona en Cancún pero tiene disputas y grietas emocionales por todos lados. Cuando leyó el guión por primera vez, a Serradilla sólo se le ocurrió llamar a su madre para decirle te quiero. “Es una gran historia sobre las relaciones familiares. Sabía que tenía que hacer esta película porque el guión me hizo llorar”.
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