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Ana Serradilla, actuación sin límites

La actriz se dice una apasionada de su profesión, lo que la ayuda a sortear obstáculos y plantearse retos para mejorar

GUADALAJARA, JALISCO (22/DIC/2012).- “No soy actriz de un medio. Voy a donde exista una buena propuesta, ya sea cine, televisión o teatro”, así lo dice Ana Serradilla, quien confiesa que los éxitos están construidos, siempre, sobre el aprendizaje de los fracasos y retrocesos. Su rostro es fácilmente reconocible.  Algunos nostálgicos la van a recordar por su participación en las telenovelas y series de TV Azteca. Otros la tendrán mejor ubicada por su labor en el cine, en especial por su trabajo en ''Luna escondida'', cinta que recientemente recorrió la cartelera comercial mexicana.

Ana interpreta a ''Miranda'' en ese filme, es una actriz que abandona Guanajuato para buscar su sueño de fama y fortuna en Hollywood. Pero la vida le enseña que incluso las metas más hermosas siempre pueden venir envueltas en los más amargos tropiezos. La película contiene diálogos tanto en inglés como en español, lo que la distingue del resto de las producciones nacionales que llegaron a la pantalla en 2012. Se siente afortunada por cerrar el año trabajando, eso sin contar con que su cartera de proyectos, de cara al 2013, ya luce prometedora. Pero durante esta plática, la actriz no expone solamente su faceta profesional. Serradilla abre su corazón y habla del fracaso, de los éxitos, el temor,  el pasado y, sobre todo, el futuro.

—Te tomas tu tiempo entre proyecto y proyecto, ¿qué debe tener una propuesta laboral para que digas ‘va, yo le entro’?

—Como actriz lo que busco son proyectos que me hagan reinventarme, crecer, ser un filtro de un montón de cosas y poder transformar realidades. Eso es lo que siempre ando buscando detrás de cada proyecto.

—¿Y cuál es el secreto para seguir enamorada de tu trabajo?


—Lo veo como un bálsamo para el alma. Siempre busco un equilibrio en los papeles que escojo. Por ejemplo, para 2013 voy a estrenar dos películas radicalmente distintas entre sí: una esperanzadora, pero con un tema muy duro como lo es el secuestro. El otro es cine de arte, completamente experimental, que hicimos entre amigos, se llama ''Preludio'' y la hicimos con cuatro pesos.

Antes hice ''Pastorela'' (2011), que es puro humor negro e incluso criticaba la religión, y  Luna escondida, que es romántica y con música. En la variedad está la clave.

—La palabra “reto” es una constante en tu vida, ¿cierto?

—“Mejorar” es un concepto que siempre está en mi mente. Es cuando sabemos lo que queremos en la vida, cuando vamos por ello, cuando tenemos esa convicción clara. Es allí donde es muy probable que logres mejorar, que alcances tus objetivos, que cumplas con tus retos. Y cuando no, es porque quizás ese no es el camino que teníamos que seguir.

—En “Luna escondida” también mostraste el lado amargo de las metas, cuando éstas no se consiguen

—Si, todos conocemos ese ángulo. Hay gente que lucha por sus sueños y no los consigue lucha, lucha y lucha sin obtener resultados. Hay gente que se esfuerza menos y los alcanza, pero no sabe qué hacer con ellos una vez que los tiene. Jamás tuvo claro que es lo que buscaban. Y en ambos casos, terminan sintiéndose igual de vacíos.

—Dicen que ser “terco” es una cualidad entre los actores, ¿tú qué piensas?


—(Silencio) Tenemos que aprender a leer las señales de la vida. Entender cuando las cosas no son para nosotros. Empecinarse en algo sólo trae dolor, y nos va a hacer chocar constantemente contra una pared. Y no quiere decir que uno sea mediocre o que no luche, pero tienes que saber cuándo no es no, entender para que sí se tiene talento y para que no.

—Entonces, dentro de la actuación, ¿con el talento no siempre basta?


—La carrera de la actuación es muy injusta. Hay gente muy preparada, muy talentosa, que no tiene una oportunidad para destacar. Y están otros que no les pasó jamás por la mente dedicarse a esto, ¡y les va increíble! Se siente terrible eso, y de repente comienzas a pensar qué tanto vale la pena sacrificar, aguantar, dejar.

—Muchos actores se lanzan con los ojos cerrados a buscar sus metas, ¿se vale tener un ‘Plan B’, por si acaso?

—Por supuesto, de hecho, ¡hay que tenerlo!, y más en una carrera donde se falta tanto al respeto a la gente preparada, donde cualquiera puede comenzar a trabajar de la noche a la mañana, por supuesto que tiene que existir el plan B.

—Al principio de la entrevista decías que el cine es un bálsamo para el alma, ¿por qué?

—Es un bálsamo para mi alma, y para la de los demás. Estamos viviendo momentos tan duros, tan difíciles, tan oscuros en nuestro día a día con el mundo, que ir al cine a recibir una caricia al corazón, es algo que bien vale la pena.

FRASE

''No se puede vivir entre proyectos frustrados''

Ana Serradilla, actriz.

PARA SABER

La televisión pierde su encanto


Ana Serradilla sabe que mucha gente conoce mejor su faceta en telenovelas que en películas, con todo y que tiene seis años de haber protagonizado su último melodrama. La actriz reconoce que el Séptimo Arte “magnetizó” su agenda laboral en los últimos meses, aunque eso no quiere decir que se niegue a trabajar en la pantalla chica.

Aunque sabe que los procesos de grabación ocupa varios meses de su tiempo, lo que le resta atractivo.
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