Entretenimiento
Amigos por siempre
La agrupación venezolana ultima los detalles para su presentación en la ciudad este jueves
Exponentes de la vanguardia sonora venezolana e “hijos predilectos” de Guadalajara, Los Amigos Invisibles regresan a la Perla Tapatía para presentarse en el marco de su gira Tour del fin del mundo 2012. El concierto, prometen, estará plagado de éxitos, bromas y mucha “candela”, cortesía de Julio “Chulius” Briceño (voces), José Luis Pardo (guitarra), Armando Figueredo (teclados), Mauricio Arcas (percusiones), José Rafael Torres (bajo) y Juan Manuel Roura (batería).
“Regresamos a Guadalajara, que es una ciudad que nos encanta, y nos encanta más poder tocar en vivo en ella”, afirma Armando Figueredo, en la charla que sostiene con este diario vía telefónica. El clic que hay entre los tapatíos y el conjunto venezolano es una historia que tiene años escribiéndose, con shows masivos y éxitos radiales. “Ahora nos presentamos en un escenario como el Old Jack’s Studio, que es más pequeño y permite que tengamos más contacto con la gente”.
La agenda de Los Amigos Invisibles se encuentra saturada de conciertos. O en otras palabras, es muy poco “amistosa”. Pero lejos de quejarse, la agrupación sudamericana considera que se encuentran en un momento de “sembrar” para el futuro. La palabra “pausa” no aparece en su diccionario. “Afortunadamente hemos podido estar girando todos estos años y, casi siempre, podemos ir. Guadalajara es una ciudad que nos quiere, y estamos emocionados de volver”, agrega Armando.
—¿Cómo llegan Los Amigos Invisibles a Guadalajara?
—Enamorados, pero no entre nosotros sino de los shows que damos. Nos encanta el escenario, tocamos tanto y tan seguido que es casi como hacer pesas.
Ahora nos conocemos mejor entre nosotros, como artistas y como instrumentistas. Sabemos qué va a hacer cada quién en qué momento. Vamos, hasta nos conocemos los chistes, aunque tratamos de variar siempre las canciones. Y los chistes.
—Luego de 21 años de carrera, ¿cómo mantienen viva la “flama del amor” que existe entre Los Amigos Invisibles y el escenario?
—Las novedades más satisfactorias las encontramos en el público, en los fanáticos. Cada vez es más la energía que nos dan ellos, es una sensación muy bonita. Eso es lo que nos mantiene vivos. Pienso que sin la gente, sin sus gritos, todo se desmoronaría.
Hace poco tuvimos la oportunidad de hacer una gira por Canadá, en lugares que no conocíamos. Son el tipo de actividades que te enriquecen incluso a nivel de vida, te abre los ojos a otras realidades.
—¿Qué tipo de realidades?
—Por ejemplo, nos ayudó a comprender que el fanático de México es candente, aquí son de los que cantan las canciones y se las saben de memoria. En cambio, Canadá es muy distinto. Es un país donde no tienen la más remota idea de quiénes somos nosotros, ¡pero llegan y bailan! Eso es fantástico.
—¿Cómo va el trabajo de lo que será su próximo disco?
—El disco que viene, o mejor dicho, los dos discos que vienen, están fuertemente influenciados por nuevas maneras de grabar. Ahorita estamos trabajando en encontrar a los que van a ser los productores, que le pongan la cereza al pastel que estamos preparando.
—Ustedes han mezclado un poco de todo en sus materiales anteriores. Jazz, disco, dance, un poco de funk, rock, incluso merengue. ¿Qué están buscando para el que viene?
—Va a ser un proyecto peculiar, en el sentido de que está influenciado porque hemos vivido nueve años en Estados Unidos. Nos hemos americanizado un poco, así que ahora habrá muchas canciones en inglés, nos sentimos más seguros de intentarlo.
También habrá un par de temas que suenen mucho más electrónicos, quizá se pueden considerar como los menos “latinos” que hemos realizado. Pero por encima de todo, sigue siendo un disco de Los Amigos Invisibles, de fiesta, muy pensado en vivo, porque nos gusta pensar frente a la gente.
—Además de ustedes, se conocen pocas propuestas de rock o funk venezolano, ¿cómo se encuentra la escena?
—Sí hay mucho talento, pero le cuesta mucho trabajo, porque no hay una infraestructura. La situación socioeconómica del país está muy difícil en Venezuela. Muy, muy difícil.
En México hay una industria de la música, que funciona más allá de la piratería y de todos los problemas que la puedan azotar. Sigue habiendo público que va los shows, hay mucha fuerza en la radio.
En Venezuela eso no pasa. Aparte de la situación política, que afecta la seguridad de la gente y hace que ellos no quieran salir de fiesta, la economía es muy difícil, que la gente pueda grabar es complicado. Claro que se puede grabar en casa, pero la distribución se complica mucho.
—¿No les pesa esa etiqueta de ser un grupo “fiestero” cuando quieren componer cosas más serias?
—En ocasiones. Hay muchas canciones que están grabadas y son así y no tocamos, o lo hacemos sólo en oportunidades muy especiales. Como cuando son presentaciones en museos, o como cuando vamos a estaciones de radio. No lo había pensado, pero la verdad hay muchos temas que no tocamos por eso, pero la reacción del público, las sonrisas y los gritos son los que alimentan a la banda. Es el fuego que nos mantiene bastante contentos. No nos arrepentimos de ser lo que somos.
DISCOGRAFÍA
La trayectoria
A typical and autoctonal venezuelan dance band (1995)
The new sound of the venezuelan gozadera (1998)
Arepa 3000: a venezuelan journey into space (2000)
The venezuelan zinga son, Vol.1 (2003)
Superpop Venezuela (2006)
En una noche tan linda como ésta (2008)
Commercial (2009)
Not so commercial (2011)
Los Amigos Invisibles en concierto / 16 de agosto / Old Jack’s Studio (Av. Real Acueducto 371) / Preventa 350 pesos / Informes 3611 2761
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