Entretenimiento
Almodóvar vuela de regreso a la comedia
El cineasta manchego prefiere, en época de crisis española, ofrecer un filme ameno a sus seguidores
“Me hace gracia que, como si se tratara de un cliente habitual en un comercio o donde va a comprar algo, los clientes-espectadores me pidieran por la calle una comedia”, dice Almodóvar en entrevista, pero él mismo, después de la negrura abisal de Los abrazos rotos y, sobre todo, de La piel que habito, necesitaba “airearse” con este filme luminoso que se estrena el 8 de marzo.
“Airearse” no puede ser más literal. Almodóvar diseña un vuelo “al borde de un ataque de nervios” por la posibilidad de una catástrofe aérea, con azafatos y pasajeros que congregan a un reparto coral con Javier Cámara, Lola Dueñas, Cecilia Roth, Hugo Silva, Raúl Arévalo “y otros chicos del montón” dispuestos a dar rienda suelta a esa “ley del deseo” de manera más celebratoria que nunca.
“Es una comedia oral, porque se habla muchísimo; moral porque es un viaje que cambia ligeramente a los personajes, o por lo menos de un modo definitivo, e irreal porque, deliberadamente, he querido que la comedia transcurra en una especie de limbo donde este avión da vueltas sobre sí mismo sin ir a ningún lugar”, resume.
Eran ya muchos años sin entregarse al despiporre, pero Almodóvar se ha sentido en plena forma. “Es muy grato ver que, en efecto, un tono que no estaba ejercitando últimamente sigue dentro de mí, y que cuando la idea lo merezca o la historia que tenga que contar lo decida, a pesar de los dolores de cabeza, de los años, no ha desaparecido en mí esa capacidad”.
“Un drama también produce mucho placer al verlo. Pero me alegra mucho que 2013, un año que se presenta difícil para todos, el espectador que vea la película vaya a salir con el ánimo por encima de como entró”, reconoce sobre un filme que “hay que promocionar como una fiesta, como quien va a una fiesta para huir de catástrofes”.
En las fiestas de Almodóvar, en cambio, ya hace muchos años que entran otros factores además de la diversión. Y en ese avión de la aerolínea Península, aunque uno de los elementos cómicos “es la ausencia de conexión con teléfonos, vídeos, pantallas de todo tipo”, dice el cineasta, la realidad acaba por filtrarse como un color más en la paleta almodovariana.
“No hubiera podido evitar el hecho de que la película está hecha desde ahora mismo y desde mí mismo. He cambiado también. No es que no sea la misma persona, pero han pasado 30 años desde que empecé. Incluso aunque yo hubiera querido hacer una película exactamente como en los primeros ochenta no lo hubiese conseguido. No estoy en ese lugar y tampoco la sociedad española lo está”, asegura.
La realidad española según Almodóvar
Almodóvar, propulsor de una ruptura que daba la espalda a la dictadura, se pregunta con la evolución política y económica del país “¿Qué ha hecho España para merecer esto!”. “Yo no creo que España tenga lo que se merezca. España merece algo mucho mejor de lo que tenemos”, dice.
“Afortunadamente, la gente está mucho más concienciada que nunca. Esa será la gran arma para que las cosas puedan cambiar, aunque no es fácil. Yo como individuo y ciudadano puedo quejarme de la situación. Ahora como tantísimos miles de españoles que salen a las calles, creo que hay muchísimos elementos que hay que cambiar. Elementos que tienen que ver con el sistema, elementos descomunalmente grandes”, explica.
Así, entre esos Amantes pasajeros no falta un aeropuerto sin utilizar por la especulación, un “ladrón de guante blanco” que se apellida Mas y que huye de un caso de corrupción, o una “madame” sadomasoquista y “chantajista profesional” con conexiones en el Opus Dei y la Casa Real.
Almodóvar quería abstraerse de la actualidad, pero confiesa: “Viendo ahora la película y contemplando lo que hay a nuestro alrededor, veo que hay una presencia de nuestra realidad mucho mayor de la que yo intuía o de la que yo deliberadamente puse. La misma película que rodamos hace ahora casi un año se ha enriquecido muchísimo con la realidad española”.
PARA SABER
Imagen de marca
Pedro Almodóvar será el rostro de la campaña de moda masculina de una galería comercial en París. El grupo de distribución francés, que tiene sus almacenes principales en la capital gala, informó que el director aparecerá en los carteles de las galerías comerciales.
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