Entretenimiento
Aleks Syntek refina sus gustos
El cantante afirma que sus 20 años de carrera han sido tan sólo un suspiro y decide celebrarlos rodeado por grandes de la música
El músico hace esta distinción porque en su opinión resulta muy grave que alguien se atreva a decir, por ejemplo, que RBD son los nuevos The Beatles, o que Sergio Mayer aparezca en un mismo enunciado junto a Bob Dylan. “Esto se ha vuelto un manicomio, una ensalada de locos. Antes había ciertas líneas divisorias pero ahora hay algunos medios que se atreven a mencionar a Sergio Mayer y a Bob Dylan para hacer una comparación. Yo soy el primero en defender que todos merecen respeto pero es importante decirle al público: éste es un entretenedor, éste otro compone sus canciones, éste toca, éste no sabe tocar, y aquél de plano es una ‘vaca sagrada’ de la música”.
Aleks Syntek cumple 20 años de carrera discográfica con la publicación de Métodos de placer instantáneo, álbum en el que precisamente consiguió que Rubén Blades coescribiera y cograbara una canción.
El artista de amplios lentes conoció a Blades durante la creación de la Fundación Alas en una conferencia en la que también estaban Shakira, Juanes, Luis Fonsi y un montón de músicos pop. En medio de tanto glamour, Syntek identificó al salsero panameño, “un poco relegado” del barullo.
Ahí entendió que “el público necesita guías culturales, referencias que guíen el gusto de la gente”. Se le acercó a Blades, le dijo que lo admiraba, lo invitó a desayunar y entablaron una amistad esporádica. El día que Rubén presentó su concierto en el Auditorio Nacional del Distrito Federal en agosto, aprovechó una tarde muerta para visitar a Syntek y grabar el tema que aparece ahora en el disco. Lo demás, ahora, es historia.
-En esa escala de guías culturales, entre RBD y Rubén Blades ¿qué lugar ocupa Aleks Syntek?
-Algún día yo quiero escribir como Rubén Blades o hacer canciones como las que hace Armando Manzanero. Por ahora ya aprendí de Rubén esa hambre de aprender algo nuevo; esa jovialidad de subirse al escenario como si fuera un chavo de 20 años.
-¿En qué te ha beneficiado el acercamiento con “vacas sagradas” de la música popular como Blades, Manzanero o Margarita “La diosa de la cumbia”?
-Entre otras cosas, que la gente dejó de etiquetarme. Siempre fui un artista difícil para las disqueras y la radio porque era demasiado pop para ser roquero y demasiado roquero para ser pop. Puedo presumir que en estos 20 años he conseguido un nicho personal, un nicho muy abierto en el que lo mismo cabe Juan Gabriel que Celia Cruz o David Bisbal, Luis Fonsi y Noel. El público me está perdonando aquellas acusaciones de si era yo de izquierda o de derecha.
-También se te acusaba de ser un cantante Televisa.
-A las pruebas me remito. Tú puedes ir a uno de mis conciertos y el público es diverso, puedes encontrar fresas, niños, adolescentes, adultos.
-¿Por eso mismo te has alejado de la tecnología?
-Cuando yo empecé, un sintetizador electrónico (análogo o de bulbos) era lo más avanzado. Ahora el software de computadora son simuladores que permiten hacer música a personas que no saben hacer música. Y curiosamente músicos como yo, que vivimos aquella revolución tecnológica de los años noventa, regresamos a lo orgánico, a la guitarra eléctrica, a los pianos, a esos instrumentos de sonido Beatle o Rolling Stone. Lo de “Syntek” fue muy al principio de mi carrera y ahora ya sólo queda el nombre.
-¿Y 20 años, como dice el tango, no es nada?
-Uno no los siente. Sin embargo donde me doy cuenta del kilometraje es en que me he vuelto “colmilludo” con la música que hago. Mis canciones son más contundentes y al mismo tiempo más simples.
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