Entretenimiento
Alejandro Iñárritu afirma que ‘Biutiful’ es parecida a una pintura Goya
La película competirá en la próxima edición de los Globos de Oro
Alejandro Iñárritu considera que su
película "Biutiful", que llega a las salas de Nueva York y Los Ángeles, es "como una pintura negra de Goya", en la que tras una densa capa de dolor se esconde gran luminosidad y belleza.
Iñárritu narra en esta cinta -que competirá en la próxima edición de los Globos de Oro como mejor filme en habla extranjera- la caída libre de Uxbal (Javier Bardem) en un mundo violento en que los inmigrantes se convierten en marionetas del primer mundo con la inusual belleza propia de las violentas estampas de Goya.
"Si no quieren nada más que alguien que les entretenga, que busquen un payaso. Creo que el arte debe crear catarsis y provocar en el espectador emociones, incomodarlo y ponerlo en zonas inestables", dijo Iñárritu durante una entrevista con Efe.
El filme funciona como un golpe directo a la cara del espectador, al que, sin ningún tipo de concesión, se le obliga a enfrentarse a esa realidad que se suele esconder tras las imágenes de postal de las ciudades.
Para Iñárritu la "obsesión de maquillar la realidad y de observar la parte chabacana de la belleza es un poco naif (ingenua)", motivo por el que decidió mostrar la parte olvidada de Barcelona, la de los inmigrantes ilegales que luchan por sobrevivir, un lado que "es igual o más bello" que el que ya conocemos.
A pesar de ello, el director mexicano no se cansa de repetir que la película no es sobre la ciudad condal, demasiado acostumbrada a ser la protagonista, si no "sobre la esclavitud del siglo XXI", que es la inmigración ilegal.
Un problema "inevitable" para el que Iñárritu no propone soluciones, pero sí reclama "un profundo plan de aceptación que permita a las personas ser globalizadas".
"Es muy complejo, no hay buenos ni malos en el mundo. Detrás de todos los personajes hay una cierta belleza porque todos están convencidos que están ayudando al prójimo", señala Iñárritu, quien durante un año se documentó sobre la problemática e, incluso, acompañó a agentes policiales en varias redadas en talleres clandestinos.
Durante todo el largometraje, Iñárritu incita al espectador a afrontar las cosas a las que se suele dar la espalda, como los transtornos mentales, representados por la bipolaridad del personaje de Marambra (Maricel Álvarez), o la muerte, final inevitable de la enfermedad terminal de Uxbal.
A pesar de ello, el director afirma que la película "trata de la vida" y que su intención fue observar de "manera microscópica" los últimos días de la vida de una persona.
Con "Biutiful" el director mexicano abandona su habitual estructura de puzzle, presente en el tríptico compuesto por "Amores perros", "21 gramos" y "Babel", para construir una historia circular que pivota alrededor del personaje de Uxbal.
Una estructura que no sabe si volverá a usar en sus próximos proyectos, ya que "cada historia debe encontrar su manera de ser explicada, sin subordinarla a un esquema predeterminado".
Ante la posibilidad de ser nominado para los premios Óscar con "Biutiful", Iñárritu se muestra precavido y recuerda que para él esa ceremonia siempre ha sido "la fiesta de los perdedores", puesto que con "Amores perros", filme con el compitió por el galardón a mejor película extranjera, se fue de vacío.
También "Babel", su tercer filme, tuvo mala suerte en la lucha por la dorada estatuilla y de siete nominaciones sólo se hizo con el premio de mejor banda sonora, a pesar que en los Globos de Oro se había alzado con el de mejor drama del año.
Para enfrentar con tranquilidad la temporada de premios asegura que seguirá la máxima que un amigo le dijo una vez: "Low expectations, high serenty" (Pocas expectativas, mucha serenidad).
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (29/DIC/2010).- El cineasta mexicano
Iñárritu narra en esta cinta -que competirá en la próxima edición de los Globos de Oro como mejor filme en habla extranjera- la caída libre de Uxbal (Javier Bardem) en un mundo violento en que los inmigrantes se convierten en marionetas del primer mundo con la inusual belleza propia de las violentas estampas de Goya.
"Si no quieren nada más que alguien que les entretenga, que busquen un payaso. Creo que el arte debe crear catarsis y provocar en el espectador emociones, incomodarlo y ponerlo en zonas inestables", dijo Iñárritu durante una entrevista con Efe.
El filme funciona como un golpe directo a la cara del espectador, al que, sin ningún tipo de concesión, se le obliga a enfrentarse a esa realidad que se suele esconder tras las imágenes de postal de las ciudades.
Para Iñárritu la "obsesión de maquillar la realidad y de observar la parte chabacana de la belleza es un poco naif (ingenua)", motivo por el que decidió mostrar la parte olvidada de Barcelona, la de los inmigrantes ilegales que luchan por sobrevivir, un lado que "es igual o más bello" que el que ya conocemos.
A pesar de ello, el director mexicano no se cansa de repetir que la película no es sobre la ciudad condal, demasiado acostumbrada a ser la protagonista, si no "sobre la esclavitud del siglo XXI", que es la inmigración ilegal.
Un problema "inevitable" para el que Iñárritu no propone soluciones, pero sí reclama "un profundo plan de aceptación que permita a las personas ser globalizadas".
"Es muy complejo, no hay buenos ni malos en el mundo. Detrás de todos los personajes hay una cierta belleza porque todos están convencidos que están ayudando al prójimo", señala Iñárritu, quien durante un año se documentó sobre la problemática e, incluso, acompañó a agentes policiales en varias redadas en talleres clandestinos.
Durante todo el largometraje, Iñárritu incita al espectador a afrontar las cosas a las que se suele dar la espalda, como los transtornos mentales, representados por la bipolaridad del personaje de Marambra (Maricel Álvarez), o la muerte, final inevitable de la enfermedad terminal de Uxbal.
A pesar de ello, el director afirma que la película "trata de la vida" y que su intención fue observar de "manera microscópica" los últimos días de la vida de una persona.
Con "Biutiful" el director mexicano abandona su habitual estructura de puzzle, presente en el tríptico compuesto por "Amores perros", "21 gramos" y "Babel", para construir una historia circular que pivota alrededor del personaje de Uxbal.
Una estructura que no sabe si volverá a usar en sus próximos proyectos, ya que "cada historia debe encontrar su manera de ser explicada, sin subordinarla a un esquema predeterminado".
Ante la posibilidad de ser nominado para los premios Óscar con "Biutiful", Iñárritu se muestra precavido y recuerda que para él esa ceremonia siempre ha sido "la fiesta de los perdedores", puesto que con "Amores perros", filme con el compitió por el galardón a mejor película extranjera, se fue de vacío.
También "Babel", su tercer filme, tuvo mala suerte en la lucha por la dorada estatuilla y de siete nominaciones sólo se hizo con el premio de mejor banda sonora, a pesar que en los Globos de Oro se había alzado con el de mejor drama del año.
Para enfrentar con tranquilidad la temporada de premios asegura que seguirá la máxima que un amigo le dijo una vez: "Low expectations, high serenty" (Pocas expectativas, mucha serenidad).
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