Entretenimiento
Alberto Estrella, un artista todo terreno
El actor dice partir de la libertad creativa y no de intereses externos para aceptar un papel en cualquier escenario
CIUDAD DE MÉXICO (25/JUL/2011).- Hace 28 años Alberto Estrella supo lo que quería hacer con su vida: Dedicarse a la actuación.
Ahora, con una carrera que cuenta con proyectos tanto cinematográficos como televisivos y teatrales, el histrión considera que hizo bien en escuchar la voz que le indicaba seguir su vocación.
Sin embargo el camino no ha sido fácil. Estrella, quien ha participado en producciones como Santitos (cine), Gritos de muerte y libertad (serie) y Alma de Hierro (telenovela) confiesa que la trayectoria depara momentos agradables y complicados para quienes deciden aferrarse a los escenarios.
En los últimos años ha sido la televisión donde el histrión ha tenido la oportunidad de mostrar diversas facetas. Eso sí, la idea de ser identificado como actor “de cierto tipo” de medio no le gusta, y corrige: “No me catalogo como actor de teatro, de cine o de televisión. Soy actor, punto. Amo mi profesión y me involucro en los proyectos que me interesan, porque tengo el gran privilegio de elegir los que quiero. No estoy presionado por cuestiones económicas, no porque no necesite dinero (risas), sino porque así lo he decidido”.
Atiende su vocación
Apenas la semana pasada Alberto Estrella interpretó en el programa unitario de Televisa Como dice el dicho a un villano, rol que conoce bien, aunque aclara que eso no significa que se sienta encasillado “porque no hay presión por dar una imagen específica, de malo, por ejemplo. La única imagen que me interesa proyectar es la de un actor comprometido con su trabajo. Yo me siento muy honrado de poder decir que en 25 años de trayectoria continúo con las mismas ganas con las que inicié: fuerte, pleno y con la vida sonriéndome, que es como uno se siente cuando uno hace lo que le gusta”.
El histrión, quien recientemente participó en la polémica serie titulada El equipo, recordó uno de los momentos más trascendentes de su vida: “Hace 28 años le dije a mi padre sin rodeos: ‘quiero ser actor’. Y es que no podía ignorar esa voz, esa necesidad que se llama vocación. En esta época creo más que nunca que debemos inducir a los jóvenes a que sigan su vocación, porque se dejan llevar por la inercia del medio externo, que le indican que debe trabajar por dinero, por éxito material, y esa no es la vía para alcanzar necesariamente la felicidad”.
Un actor se prepara
Estrella confiesa que su propia experiencia podría no serle útil a los jóvenes que hoy comienzan su andar en el mundo artístico, aunque agrega que hay elementos que independientemente de la tecnología y los métodos laborales, no van a cambiar. “Ahora han cambiado muchas cosas para quien arranca una carrera. Lo primero y más obvio, es que en estos días hay mucha más gente que está peleando por un lugar, pero donde no hay cambios es que la gente preparada, los que estudian, los que se comprometen con lo que hacen, son los que a final de cuentas van a sobresalir”.
A diferencia de otros de sus colegas, que defienden la idea de que el actor “nace”, Alberto Estrella considera que el artista se forma y debe prepararse para llegar, y una vez dentro del medio debe seguir buscando mejorar sus técnicas. “Mucha gente lo ve como un pasatiempo, algo que no se hace en serio o con lo que se nace o no y no se necesita estudiar para poder fortalecer la parte creativa. Todo eso es una equivocación muy grande. No hay suerte ni un bonito físico que haga a un verdadero actor”.
¿Cómo trabaja un papel?
*Alberto Estrella afirma que primero investiga los hechos que rodean al personaje.
*Analiza la época en que vive el papel e incluso el lugar específico de donde proviene, de ser posible incluso indaga la colonia, algo que ha hecho para películas como Santitos.
*Charla con los guionistas para construir el “pasado” del personaje. ¿Dónde creció?, ¿cómo eran sus padres?, ¿estudió?, ¿qué le interesa? Todo eso forma el carácter que va a tener el personaje.
*La parte más intensa e interesante para Estrella es la transformación mental y física que debe hacer para entrar en el papel. “El trabajo del actor es convertirse en otro, hacer presente al ausente”.
Ahora, con una carrera que cuenta con proyectos tanto cinematográficos como televisivos y teatrales, el histrión considera que hizo bien en escuchar la voz que le indicaba seguir su vocación.
Sin embargo el camino no ha sido fácil. Estrella, quien ha participado en producciones como Santitos (cine), Gritos de muerte y libertad (serie) y Alma de Hierro (telenovela) confiesa que la trayectoria depara momentos agradables y complicados para quienes deciden aferrarse a los escenarios.
En los últimos años ha sido la televisión donde el histrión ha tenido la oportunidad de mostrar diversas facetas. Eso sí, la idea de ser identificado como actor “de cierto tipo” de medio no le gusta, y corrige: “No me catalogo como actor de teatro, de cine o de televisión. Soy actor, punto. Amo mi profesión y me involucro en los proyectos que me interesan, porque tengo el gran privilegio de elegir los que quiero. No estoy presionado por cuestiones económicas, no porque no necesite dinero (risas), sino porque así lo he decidido”.
Atiende su vocación
Apenas la semana pasada Alberto Estrella interpretó en el programa unitario de Televisa Como dice el dicho a un villano, rol que conoce bien, aunque aclara que eso no significa que se sienta encasillado “porque no hay presión por dar una imagen específica, de malo, por ejemplo. La única imagen que me interesa proyectar es la de un actor comprometido con su trabajo. Yo me siento muy honrado de poder decir que en 25 años de trayectoria continúo con las mismas ganas con las que inicié: fuerte, pleno y con la vida sonriéndome, que es como uno se siente cuando uno hace lo que le gusta”.
El histrión, quien recientemente participó en la polémica serie titulada El equipo, recordó uno de los momentos más trascendentes de su vida: “Hace 28 años le dije a mi padre sin rodeos: ‘quiero ser actor’. Y es que no podía ignorar esa voz, esa necesidad que se llama vocación. En esta época creo más que nunca que debemos inducir a los jóvenes a que sigan su vocación, porque se dejan llevar por la inercia del medio externo, que le indican que debe trabajar por dinero, por éxito material, y esa no es la vía para alcanzar necesariamente la felicidad”.
Un actor se prepara
Estrella confiesa que su propia experiencia podría no serle útil a los jóvenes que hoy comienzan su andar en el mundo artístico, aunque agrega que hay elementos que independientemente de la tecnología y los métodos laborales, no van a cambiar. “Ahora han cambiado muchas cosas para quien arranca una carrera. Lo primero y más obvio, es que en estos días hay mucha más gente que está peleando por un lugar, pero donde no hay cambios es que la gente preparada, los que estudian, los que se comprometen con lo que hacen, son los que a final de cuentas van a sobresalir”.
A diferencia de otros de sus colegas, que defienden la idea de que el actor “nace”, Alberto Estrella considera que el artista se forma y debe prepararse para llegar, y una vez dentro del medio debe seguir buscando mejorar sus técnicas. “Mucha gente lo ve como un pasatiempo, algo que no se hace en serio o con lo que se nace o no y no se necesita estudiar para poder fortalecer la parte creativa. Todo eso es una equivocación muy grande. No hay suerte ni un bonito físico que haga a un verdadero actor”.
¿Cómo trabaja un papel?
*Alberto Estrella afirma que primero investiga los hechos que rodean al personaje.
*Analiza la época en que vive el papel e incluso el lugar específico de donde proviene, de ser posible incluso indaga la colonia, algo que ha hecho para películas como Santitos.
*Charla con los guionistas para construir el “pasado” del personaje. ¿Dónde creció?, ¿cómo eran sus padres?, ¿estudió?, ¿qué le interesa? Todo eso forma el carácter que va a tener el personaje.
*La parte más intensa e interesante para Estrella es la transformación mental y física que debe hacer para entrar en el papel. “El trabajo del actor es convertirse en otro, hacer presente al ausente”.
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