Entretenimiento
Agatha, su corazón y la lluvia
La modesta lluvia de la tarde no fue impedimento para que Agatha realizara el tradicional corte de listón que hacia oficial la develación de una peculiar y colorida escultura
¿Y qué tiene de espectacular Agatha? Todo, pues para los amantes y conocedores de la moda, la española es por hoy una de las mejores diseñadoras a escala mundial. Sus creaciones dan de qué hablar cada vez que sus tendencias lucen sobre las pasarelas y las más prestigiadas boutiques.
Quien no conoce la trayectoria de esta española está lejos de comprender la importancia que la presencia de Agatha tiene en Guadalajara, pues hasta la misma directora de Cultura Guadalajara, Myriam Vachez, fue quien recibió y dio la bienvenida a la modista cuando el reloj pasaba de las 18:00 horas sobre Avenida Chapultepec a su entronque con López Cotilla.
La modesta lluvia de la tarde no fue impedimento para que Agatha, en compañía de Vachez, y de Carlos Ruiz Velazco, director general de Cloe, realizara el tradicional corte de listón que hacia oficial la develación de una peculiar y colorida escultura en forma de corazón fuera regalada a la ciudad como muestra de admiración a la labor modista de la española, y viceversa, para que Agatha reconociera a Guadalajara como una de las ciudades que más crecimiento ha tenido en los ámbitos textiles, zapatero y joyero, durante los últimos años.
Minutos antes de que Ruiz De la Prada descendiera de la camioneta que la trasladó hasta Paseo Chapultepec, curiosos preguntaban que quién era y dónde estaba. Bastó con identificar a una esbelta mujer, rubia, de inigualable acento y enfundada en las más colorida de las vestimentas: un vestido de franjas horizontales distribuidas entre cuatro contrastantes colores, leggins de tono cian, y una especie de diadema chillante en verde avispa, que destacaba tres círculos sobre su cabeza, para saber que ella era Agatha Ruiz De la Prada.
Los discursos y agradecimientos no se hicieron esperar por parte de los anfitriones tapatíos.
"Yo quería ser pintora, siempre he estado obsesionada con el mundo del arte, vengo de una familia de arquitectos, y Latinoamérica me está dando el lujazo de todo lo que he soñado toda mi vida. Me encanta ser diseñadora, lo disfruto una barbaridad, pero siempre tengo la espinita de poder hacer esculturas y de poder dedicarme más al mundo del arte", explicó Ruiz De la Prada al recordar que en la ciudad de Buenos Aires (Argentina) fue donde realizó su primer mural, así como el segundo en Santiago de Chile.
"Ahora es la suerte, que no me estoy creyendo, que estoy que me muero por el Ayuntamiento de Guadalajara, de la primera escultura de mi vida que esté en el centro textil de México (...) donde hace un par de años me invitaron a hacer un desfile en Intermoda, que me vino genial y fue cuando conocí a Cloe. No me lo puedo creer, me doy pellizcos para saber si me está pasando eso (...) Espero que mi corazón se quede muchos años, que nunca venga un alcalde y le de una parata al corazón, y que me lo defendáis", comentó la afamada diseñadora al declarar que la obra de los Arcos del Milenio es de las esculturas que más le impactan de la ciudad cada vez que pisa tierras tapatías.
EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ
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