Entretenimiento
Afinan su “buen canario“
Diego Luna y Daniel Giménez Cacho abren la gira de la obra de teatro con una corta temporada en Guadalajara
GUADALAJARA, JALISCO.- El teatro en México pasa por un momento de inquietud. Las nuevas ideas se imponen y propuestas escénicas dan paso a proyectos que suenan arriesgados. Sin embargo, un grupo de los actores más brillantes de los últimos años han dicho “presente” al reto de hacer teatro en México, y es así como Diego Luna y Daniel Giménez Cacho traen a Guadalajara su obra El buen canario, dirigida por John Malkovich, un actor laureado que encontró en nuestro país el escenario ideal para exponer su obra.
La obra, que se completa con Irene Azuela, Bruno Bichir y Martín Altomaro, Yuriria del Valle y Jorge Zárate, entre otros, cuenta una historia de pasión y locura con fuertes matices de comedia que a final de cuentas, según Luna, demuestra que The Beatles estaban equivocados con su canción All you need is love: “Porque no todo se soluciona con amor”.
De acuerdo a sus protagonistas, la puesta en escena arranca su segunda etapa con una serie de presentaciones fuera de la Ciudad de México, y es Guadalajara la elegida para comenzar la gira. “De alguna manera queremos agradecerle a la ciudad de Guadalajara, que siempre se ha manifestado como una sociedad bien ‘teatrera’ y llena el espacio a donde uno llega, además de que queremos caer en ‘blandito’. De hecho, es la única donde vamos a estar dos días seguidos”, afirma Diego.
Amores añejos
Daniel Giménez Cacho define a El buen Canario como una obra “viva”. Y vaya que lo es, pues se la trama ha sufrido pequeños cambios a lo largo del tiempo, tan sutiles y a la vez determinantes como para afirmar que nunca se presentan dos funciones iguales. A esta transformación hay que sumar que en Guadalajara se adaptará el escenario del Diana para un elenco cada vez más grande.
Hasta ahora, la puesta en escena ha cautivado a miles de espectadores en la Ciudad de México, que encuentran en la trama tanto una catarsis como un momento de reflexión, pero a pregunta expresa de EL INFORMADOR, ¿qué encuentran dos actores que han triunfado en el cine como Luna y Giménez Cacho en regresar a los escenarios teatrales?
Giménez Cacho responde que “el teatro es el lugar en donde el actor puede profundizar el oficio. Puedes encontrar muchas cosas para experimentar. En cuanto la obra empieza la historia no se detiene, se echa a andar un mecanismo, la interacción con el público, la energía que se desata, todo eso que sólo se tiene en el teatro, no el cine. Cada noche salimos al escenario, nos vemos los unos a los otros y decimos ‘¿ahora qué?’”.
Diego Luna explica que “es un error ver al teatro como algo que se queda atrás cuando uno comienza a tener éxito, creo que es exactamente lo contrario, el teatro te da las bases para aguantar todo lo que te toca después. Aquí podemos regresar a lo esencial, que es prepararte solo en tu camerino. al subir al escenario realizas una experiencia única para quien te ve y para mi, y nos une un lazo a partir de ese momento”.
El actor de Milk agregó que el placer de hacer teatro también pasa por el control que se obtiene como actor sobre su personaje, pues en una película es imposible saber cual será el resultado final: “En el cine hasta los perros actúan, en el teatro tú tienes el control del momento, sientes la respuesta y si funciona o no. El cine es tramposo, lo haces y pasa un año, y después hay actores que se ven y tienen otra voz, los corrigieron o los cortan”. Entre broma y seriedad, Luna recordó que él también fue víctima de la edición en la película Y tu mamá también: “Alfonso (Cuarón, el director) tomó una escena mía y de Gael (García, su coestrella) y le puso el audio de otra. La voz que se escuchaba como mía correspondía a otra situación, porque a él (Cuarón) le gustaba un ‘gallito’ que me había salido en otra toma y la puso. Son cosas que uno no ve cuando estás actuando, y funciona porque el cine es así, es tramposo en ese sentido y el teatro es un vértigo delicioso”.
No se preocupan
En plena temporada de premios, es imposible no recordar que Giménez Cacho estuvo a punto de acceder como parte de Arráncame la vida, a la competencia del Oscar. Al final la cinta mexicana quedó en la orilla, y el actor niega que eso signifique un fracaso en su carrera. “No estaba trabajando para ganar un Oscar y no me siento triste por la nominación. El premio no confirma nada y no es el adjetivo definitivo para la película.
Diego Luna agrega que todos los premios, especialmente los de la Academia de Estados Unidos, son muy subjetivos, pues en varias ocasiones se entregan a las películas más vistas, y no necesariamente a las mejores. “No hay que pensar en premios. Ahorita hay que conseguir el contacto con el público, ya después pensamos en lo glamoroso”.
Por cierto
Diego Luna presumió el lanzamiento de el libro de El buen canario, que recomendó ampliamente, y además reconoció que hay interés de su parte para llevar al cine la vida de Cuauhtémoc Blanco en forma de documental, tal como lo hizo con el boxeador Julio César Chávez.
El buen canario / Teatro Diana / Martes 10 y miércoles 11 de febrero / Funciones 19:00 y 21:45 horas / Precios de 200 a 500 pesos
La obra, que se completa con Irene Azuela, Bruno Bichir y Martín Altomaro, Yuriria del Valle y Jorge Zárate, entre otros, cuenta una historia de pasión y locura con fuertes matices de comedia que a final de cuentas, según Luna, demuestra que The Beatles estaban equivocados con su canción All you need is love: “Porque no todo se soluciona con amor”.
De acuerdo a sus protagonistas, la puesta en escena arranca su segunda etapa con una serie de presentaciones fuera de la Ciudad de México, y es Guadalajara la elegida para comenzar la gira. “De alguna manera queremos agradecerle a la ciudad de Guadalajara, que siempre se ha manifestado como una sociedad bien ‘teatrera’ y llena el espacio a donde uno llega, además de que queremos caer en ‘blandito’. De hecho, es la única donde vamos a estar dos días seguidos”, afirma Diego.
Amores añejos
Daniel Giménez Cacho define a El buen Canario como una obra “viva”. Y vaya que lo es, pues se la trama ha sufrido pequeños cambios a lo largo del tiempo, tan sutiles y a la vez determinantes como para afirmar que nunca se presentan dos funciones iguales. A esta transformación hay que sumar que en Guadalajara se adaptará el escenario del Diana para un elenco cada vez más grande.
Hasta ahora, la puesta en escena ha cautivado a miles de espectadores en la Ciudad de México, que encuentran en la trama tanto una catarsis como un momento de reflexión, pero a pregunta expresa de EL INFORMADOR, ¿qué encuentran dos actores que han triunfado en el cine como Luna y Giménez Cacho en regresar a los escenarios teatrales?
Giménez Cacho responde que “el teatro es el lugar en donde el actor puede profundizar el oficio. Puedes encontrar muchas cosas para experimentar. En cuanto la obra empieza la historia no se detiene, se echa a andar un mecanismo, la interacción con el público, la energía que se desata, todo eso que sólo se tiene en el teatro, no el cine. Cada noche salimos al escenario, nos vemos los unos a los otros y decimos ‘¿ahora qué?’”.
Diego Luna explica que “es un error ver al teatro como algo que se queda atrás cuando uno comienza a tener éxito, creo que es exactamente lo contrario, el teatro te da las bases para aguantar todo lo que te toca después. Aquí podemos regresar a lo esencial, que es prepararte solo en tu camerino. al subir al escenario realizas una experiencia única para quien te ve y para mi, y nos une un lazo a partir de ese momento”.
El actor de Milk agregó que el placer de hacer teatro también pasa por el control que se obtiene como actor sobre su personaje, pues en una película es imposible saber cual será el resultado final: “En el cine hasta los perros actúan, en el teatro tú tienes el control del momento, sientes la respuesta y si funciona o no. El cine es tramposo, lo haces y pasa un año, y después hay actores que se ven y tienen otra voz, los corrigieron o los cortan”. Entre broma y seriedad, Luna recordó que él también fue víctima de la edición en la película Y tu mamá también: “Alfonso (Cuarón, el director) tomó una escena mía y de Gael (García, su coestrella) y le puso el audio de otra. La voz que se escuchaba como mía correspondía a otra situación, porque a él (Cuarón) le gustaba un ‘gallito’ que me había salido en otra toma y la puso. Son cosas que uno no ve cuando estás actuando, y funciona porque el cine es así, es tramposo en ese sentido y el teatro es un vértigo delicioso”.
No se preocupan
En plena temporada de premios, es imposible no recordar que Giménez Cacho estuvo a punto de acceder como parte de Arráncame la vida, a la competencia del Oscar. Al final la cinta mexicana quedó en la orilla, y el actor niega que eso signifique un fracaso en su carrera. “No estaba trabajando para ganar un Oscar y no me siento triste por la nominación. El premio no confirma nada y no es el adjetivo definitivo para la película.
Diego Luna agrega que todos los premios, especialmente los de la Academia de Estados Unidos, son muy subjetivos, pues en varias ocasiones se entregan a las películas más vistas, y no necesariamente a las mejores. “No hay que pensar en premios. Ahorita hay que conseguir el contacto con el público, ya después pensamos en lo glamoroso”.
Por cierto
Diego Luna presumió el lanzamiento de el libro de El buen canario, que recomendó ampliamente, y además reconoció que hay interés de su parte para llevar al cine la vida de Cuauhtémoc Blanco en forma de documental, tal como lo hizo con el boxeador Julio César Chávez.
El buen canario / Teatro Diana / Martes 10 y miércoles 11 de febrero / Funciones 19:00 y 21:45 horas / Precios de 200 a 500 pesos
Síguenos en