Adiós al hombre de las mil voces
Una insuficiencia cardiaca termina con la vida del célebre histrión a los 81 años
Víctima de una insuficiencia cardiaca, el “Tata” falleció a los 81 años mientras se encontraba hospitalizado en un hospital privado de la Ciudad de México. Había ingresado desde el 4 de enero pasado, para batallar contra una recaída en su salud, pero al final, pudo más el cansancio.
Hoy, sus deudos y amigos lloran a un hombre que cuya voz sigue viva. Basta con cerrar los ojos al terminar esta lectura para recordar como hablaba Pedro Picapiedra, Sónico, El Superagente 86, El tío Lucas o Benito Bodoque. Todos, con un carácter muy especial, pero todos con la misma voz. Arvizu se va convertido ya en una leyenda viviente. Fue exponente de la época de oro del doblaje latinoamericano, cuyos trabajos se exportaron al resto de América Latina. El celayense se va dejando un legado ámplio, pero sobre todo, vivo. En cada repetición o DVD donde aparezca su voz, su esencia, su obra, volverá a estar vigente. Nada mal para un hombre del que muchos no conocían su rostro, ni su nombre, pero sí su voz.
FRASE
"¡Quiero mi cocol!”
Jorge Arvizu, actor
Más que el doblaje
Aunque su legado más amplio está allí, en las voces que le dio a cientos de personajes, Arvizu jamás dejó de trabajar como actor. De hecho, su apodo, el “Tata”, nace por el papel de un anciano vecino de la protagonista, María Victoria, a quien constantemente atosigaba con sus achaques. Su frase célebre: “Quiero mi cocol”.
En la gran pantalla, el “Tata” se entregó en proyectos como Chico Ramos (1971), La mafia amarilla (1975), La gran aventura del Zorro (1976), Los supersabios (1978), El pichichi del barrio (1989), Cuestión de honor (1993) y Los Ángeles de la muerte (1995), además tuvo una participación especial en Fachon models (2014), que recién se estrenó en el cine.
En la televisión concatenó proyectos en melodramas, comedias y unitarios, como Carita de Ángel (2000), Hasta que el dinero nos separe (2009-2010), La jaula (2004) y recientemente en El privilegio de mandar (2005-2006). Hombre de fuertes ideales políticos, en los últimos años se sumó al movimiento de Andrés Manuel López Obrador, para quien grabó algunos spots promocionales.
El genio
Jorge Arvizu comenzó su carrera como payaso de fiestas infantiles. Esa chispa e interacción con el público se la llevó a las salas de doblaje, en las que comenzó a trabajar en 1958, y donde jamás renunció a ser actor, así tuviera que darle voz a una caricatura.
El “Tata” no se conformaba con leer un guión. Le daba a los personajes una personalidad única, y los muchas veces improvisaba sobre la marcha. Eso hizo que muchas veces las voces en español tuvieran una chispa de la que que carecían las voces originales.
El ejemplo cumbre de su método de trabajo fue Don Gato. La serie de Hanna-Barbera no pasó de los 30 episodios, y dejó una huella apenas tenue en la niéz estadounidense. Pero en América Latina se convirtió en un fenómeno. El Benito Bodoque de la versión original tenía una voz profunda y potente, mientras que Arvizu le dio esa característica vocecita chillona y chiqueada, que pasaría a la historia. El resto de la pandilla obtuvo acentos típicos de nuestro país, y si no, basta con escuchar el yucateco Cucho, otro personaje con voz del “Tata”.
El carisma de los actores del doblaje hizo que Don Gato se convirtiera en un “trancazo” en América Latina, donde la serie se sigue retransmitiendo, e incluso, se estrenó una película, hecha en México bajo licencia de Hanna Barbera, con la voz del maestro Arvizu en Benito, uno de sus últimos proyectos.
Prender la televisión en la década de los años setenta, ochenta y noventa, fue entrar en contacto constante con el trabajo de el “Tata”. Fue el Pingüino en la serie de los años sesenta de Batman; Beto y el monstruo Comegalletas de Plaza Sésamo; era Robot en Perdidos en el espacio y el atolondrado Maxwell Smart en El Superagente 86 (la serie y la película). En el cine fue Michael Corleone en las dos primeras entregas de El Padrino.
Pedro Picapiedra no habría sido el mismo sin su voz. Y la lista de personajes que le deben las cuerdas vocales a Arvizu es larga: Bugs Bunny, el Pato Lucas, Popeye, El gato Félix, el Pájaro Loco, Doctor Doom, Mandibulín, el Chef Skinner. En los 40 años de trabajo, grabó miles de horas en el estudio, dándole forma a las voces que todavía hoy, suenan en la pantalla chica.
SUS DOBLAJES
Tierno. Benito Bodoque.
Bromista. Cucho.
Clásico. Bugs Bunny.
Dúo. Lucas y Bugs.
Paternal. Canuto.
Lujoso. Ramón en Cars.
De risa. Cheech Marín.
color. En Plaza Sésamo.
Pistolero. Tuco.
Didáctico. Beto.
Moderno. Fuerza G.
Azul .Huckleberry Hound.
Bizarro. Tío Lucas.
Héroe. Benedicto Pacífico
Altura. Magila Gorila.
humor. Mandibulín.
Mafia. Michael Corleone.
Magia. El gato Félix.
Show. Pedro de Pacas.
Mexicano. En Nikté.
feliz. Pedro Picapiedra.
Vaquero. Tiroloco.
Mandón. Chef Skinner.
¡Peligro!. Robot.
Enamorado. Romeo.
Ingenio. Superagente 86.
Poderoso. Super Ratón.
Técnico. Henry Orbita.
Movimiento. Thomas.
Bromista. Urracas.
Crimen. El Pingüino.
La Fuerza. Popeye.
animado. Pedro.
Hermanado. Franz.
Observador. Magoo.
Travieso. Pájaro Loco.
Cocol. El “Tata”.
¡Guau!. Dino.
Dulce. Willy Wonka.
SABER MÁS
El “otro” Arvizu
Además de actor de doblaje y los escenarios, el Tata Arvizu también fue pintor bajo pedido (una disciplina que le encantaba realizar), y sobre todo, músico. Incluso fue baterista del grupo Tata Jazz, que en 2011 se presentó en el Centro Nathán, bajo la dirección de Rodrigo Escamilla.
POR CIERTO
Una generación de oro
El “Tata” Arvizu pertenece a la generación de la “edad de oro” del doblaje nacional, representada por Julio Lucena (voz de Don Gato), David Reynoso (el Oficial Matute ), Víctor Alcocer (quien diera voz a Herman Munster) y José María Iglesias, entre otros.