Entretenimiento

Acusan falta de promoción para el cine mexicano

Cineastas piden mejorar las condiciones de proyección de las películas nacionales en los complejos cinematográficos

GUADALAJARA, JALISCO (24/MAR/2014).- Como el flautista de Hamelín, el año pasado hubo dos películas que tocaron la pegajosa música de las comedias ligeras y así atrajeron hordas de espectadores al cine mexicano: "Nosotros los Nobles" y "No se aceptan devoluciones". Sin embargo, el problema para generar público lo enfrentan aquellas producciones que no tienen ese imán de convocatoria masiva.

"Si todos tuviéramos el impulso en mercadotecnia de esas dos producciones, que estamos hablando de alrededor de 30 millones de pesos en inversión en publicidad, yo creo que el espectador mexicano iría a ver todas las películas mexicanas", reflexiona la directora tapatía Kenya Márquez.

El año pasado, su película "Fecha de caducidad" y el filme tapatío "El secreto del medallón de jade" fueron dos de los 60 proyectos beneficiados con el Estímulo a la Promoción del Cine Mexicano (EPRO Cine) que otorgó el Instituto Mexicano de Cinematografía ( Imcine), el cual estaba compuesto de una bolsa total de 80 millones de pesos. Debido a la cantidad de producciones seleccionadas, la mayoría de los estímulos fueron de entre uno y dos millones de pesos. El monto máximo lo obtuvo "La vida precoz y breve de Sabina Rivas" con tres millones.

"No es lo mismo que yo invierta en una campaña publicitaria de ocho o 20 millones de pesos a no invertir más que 100 mil pesos. Tal vez la gente no va porque no se enteró de que estabas ahí. Entonces la promoción es otro problema, aparte de la exhibición", comenta Ricardo Gómez, presidente del Consejo Coordinador de la Industria Cinematográfica y Audiovisual de Jalisco.

Maltrato en cines para películas mexicanas: ¿realidad o mito?

El reto para los cineastas mexicanos es mayúsculo: no basta con terminar de producir una película, sino que hay que estar en pie de lucha hasta que ésta concluya el periodo de exhibición en pantallas. Eso conlleva una labor hormiga de ir a checar en qué condiciones se proyecta, hablar con los gerentes de los complejos cinematográficos para que acomoden mejor los posters promocionales, verificar que el nombre esté bien escrito en las marquesinas y hacer sondeos para garantizar que se exhiba en óptimas condiciones.

"Estuvo más cansado eso que hacer la película", recuerda Fernando Lebrija, director del largometraje méxico-colombiano "Amar a morir". "Yo iba a las salas o mandaba a gente a checar que el sonido estuviera a siete puntos, como las películas americanas, porque de repente decían: 'No le puedo subir porque es película mexicana y está tan mal el sonido que me truenan las bocinas'. Y yo les decía: '¿Cómo que no le puedes subir? ¡Estás loco! Yo hice el sonido en Hollywood'".

Rodolfo Guzmán, director de "El secreto del medallón de jade", también se dio sus vueltas a las salas cuando su filme circuló por Guadalajara, pues debido a que tiene pocas copias, éstas se han ido desplazando paulatinamente por todo el país.

"Es una perlita. ¿Cuántas salas hay en México? Tendrías que meter todo un ejército y todos nos estaríamos peleando por estar en la primera marquesina".

Los tres directores consultados por este medio coinciden en que el trato que las proyectoras le dan al cine nacional no es el mejor.

"Nuestros posters están al lado del baño y los trailers los pasan solamente en funciones de películas mexicanas. ¿Qué pasa ahí? Que son los mismos espectadores que tenemos siempre", relata Kenya Márquez.

"Tiene algo de realidad (que los exhibidores minimizan a las películas mexicanas)", dice Fernando Lebrija, "pero está cambiando, porque la producción mexicana está empezando a generar taquilla".

Cuestionado al respecto, Ramón Ramírez, director de Relaciones Institucionales de Cinépolis, revira: "¿Tú crees que nosotros vamos a poner un horario difícil para que a la película le vaya mal? Si estamos usando nuestra infraestructura (...) La programación se hace en función de todos los filmes que hay para dar escalones de horarios y que cada 15 minutos haya una opción".

EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS
Síguenos en

Temas

Sigue navegando