Entretenimiento
Acción con el toque De Niro
'Bus 657 escape del siglo' la cinta en la que participa el actor llega a salas este fin de semana
GUADALAJARA, JALISCO (13/NOV/2015).- Acción y drama mueven a "Bus 657: El escape del siglo", largometraje -que se estrena este fin de semana en las salas mexicanas- en donde
Robert de Niro vuelve a sus antagónicos papeles de mafioso, acompañado de las actuaciones de Jeffrey Dean Morgan y Kate Bosworth, quien la hace de su hija.
La historia cuando Vaughn (Jeffrey Dean Morgan) tiene que pagar una suma considerable de dinero para salvar la vida de su hija, quien sufre cáncer y necesita urgentemente una operación. Al no encontrar otra alternativa, decide robarle el dinero a Pope (Robert De Niro), dueño del casino en el que trabaja.
Desafortunadamente las cosas no salen como se esperaban y el involucrado, quien le pide ayuda a un hombre desequilibrado llamado Cox (Dave Bautista), huye en el autobús 657, el cual termina secuestrando, lo que origina una persecución por parte de la policía estadounidense.
La película cuenta con su dosis apropiada de acción y escenas bien logradas de persecución a toda velocidad (aunque sin ser espectaculares), mismas que combina con el drama de si Vaughn (quien se gana a la audiencia por el motivo de su crimen) alcanzará o no a depositar el dinero para la operación de su hija.
Para los fans del género, el largometraje cumple con la función de entretener y de sorprender con varios giros que tiene la trama, sin embargo a mitad de la historia suceden algunas cosas que podrían parecer ilógicas o incluso absurdas.
Un papel a la medida de Robert De Niro
Aunque la participación de Robert De Niro es poca al inicio y a la mitad de la trama, su personaje toma la decisión más importante al final de la película. Acostumbrado a papeles de este tipo (El Padrino II, Godfellas, Casino), el galardonado actor interpreta con credibilidad a Pope, pese a que la trama no exige intensidad interpretativa.
EL INFORMADOR / ILSE MARTÍNEZ
La historia cuando Vaughn (Jeffrey Dean Morgan) tiene que pagar una suma considerable de dinero para salvar la vida de su hija, quien sufre cáncer y necesita urgentemente una operación. Al no encontrar otra alternativa, decide robarle el dinero a Pope (Robert De Niro), dueño del casino en el que trabaja.
Desafortunadamente las cosas no salen como se esperaban y el involucrado, quien le pide ayuda a un hombre desequilibrado llamado Cox (Dave Bautista), huye en el autobús 657, el cual termina secuestrando, lo que origina una persecución por parte de la policía estadounidense.
La película cuenta con su dosis apropiada de acción y escenas bien logradas de persecución a toda velocidad (aunque sin ser espectaculares), mismas que combina con el drama de si Vaughn (quien se gana a la audiencia por el motivo de su crimen) alcanzará o no a depositar el dinero para la operación de su hija.
Para los fans del género, el largometraje cumple con la función de entretener y de sorprender con varios giros que tiene la trama, sin embargo a mitad de la historia suceden algunas cosas que podrían parecer ilógicas o incluso absurdas.
Un papel a la medida de Robert De Niro
Aunque la participación de Robert De Niro es poca al inicio y a la mitad de la trama, su personaje toma la decisión más importante al final de la película. Acostumbrado a papeles de este tipo (El Padrino II, Godfellas, Casino), el galardonado actor interpreta con credibilidad a Pope, pese a que la trama no exige intensidad interpretativa.
EL INFORMADOR / ILSE MARTÍNEZ
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