Economía
Una buena rosca de Reyes toma su tiempo
Para la elaboración de un roscón de calidad son necesarias entre 10 y 12 horas, y la experiencia del panadero para la correcta preparación de los ingredientes
GUADALAJARA, JALISCO (06/ENE/2016).- La calidad de una
Rosca de Reyes radica en el tiempo que se le invierte y en los sabores que aporta la materia prima. Eso lo saben en la panadería Gálvez, un negocio tradicional de cuatro generaciones y que este año cumplirá 110 años en la industria panificadora.
En la panadería están listos para continuar con la tradición que llegó a Jalisco en el siglo XVI: festejar a los Reyes Magos.
La calidad está en los sabores; en un pan que no ahogue, en un relleno que no empalague, en la mantequilla que se resbale, con azúcar que nos haga pecar, pero que no engorde.
A la lengua y sus papilas gustativas no las podemos engañar, dice Alejandro Contreras, jefe de la cocina en la panadería, “luego luego te das cuenta en el sabor y el color de la rosca; cuando hay calidad puedes comer rosca varios días en la semana sin que te harte”.
Es muy fácil: una buena rosca tiene como base una masa “que no sea blanca, esto quiere decir que trae mantequilla, canela, y otros ingredientes, (una mala masa) sólo es levadura, harina y agua”. El proceso para hacer la masa se lleva casi dos horas entre que se preparan los ingredientes y “levanta” para meterla al horno.
Cuando la levadura haya fermentado y se haya introducido el relleno de cajeta, chocolate, crema envinada o manzanas, además de los tradicionales “niños Dios” desperdigados a la suerte, se meterá al horno un par de horas más y listo: el proceso completo dura entre 10 y 12 horas.
“Las roscas más sabrosas se hacen en el día; si compras una rosca en la calle, de esas baratas, hasta dura se te va a hacer. Usan masas sintéticas, para darles más tiempo (de anaquel)”, dice Cecilia Fernández Gálvez.
El encargado del negocio, Antonio Gálvez Fernández, confiesa que estos días casi todos los miembros de la familia entran a ayudar: desde la hija que cobra en caja hasta el hijo que ayuda con labores de limpieza de charolas.
Es Día de Reyes, y las roscas están listas en la panadería ubicada en Herrera y Cairo 485, donde los precios van desde los 50 hasta los 430 pesos.
En la panadería están listos para continuar con la tradición que llegó a Jalisco en el siglo XVI: festejar a los Reyes Magos.
La calidad está en los sabores; en un pan que no ahogue, en un relleno que no empalague, en la mantequilla que se resbale, con azúcar que nos haga pecar, pero que no engorde.
A la lengua y sus papilas gustativas no las podemos engañar, dice Alejandro Contreras, jefe de la cocina en la panadería, “luego luego te das cuenta en el sabor y el color de la rosca; cuando hay calidad puedes comer rosca varios días en la semana sin que te harte”.
Es muy fácil: una buena rosca tiene como base una masa “que no sea blanca, esto quiere decir que trae mantequilla, canela, y otros ingredientes, (una mala masa) sólo es levadura, harina y agua”. El proceso para hacer la masa se lleva casi dos horas entre que se preparan los ingredientes y “levanta” para meterla al horno.
Cuando la levadura haya fermentado y se haya introducido el relleno de cajeta, chocolate, crema envinada o manzanas, además de los tradicionales “niños Dios” desperdigados a la suerte, se meterá al horno un par de horas más y listo: el proceso completo dura entre 10 y 12 horas.
“Las roscas más sabrosas se hacen en el día; si compras una rosca en la calle, de esas baratas, hasta dura se te va a hacer. Usan masas sintéticas, para darles más tiempo (de anaquel)”, dice Cecilia Fernández Gálvez.
El encargado del negocio, Antonio Gálvez Fernández, confiesa que estos días casi todos los miembros de la familia entran a ayudar: desde la hija que cobra en caja hasta el hijo que ayuda con labores de limpieza de charolas.
Es Día de Reyes, y las roscas están listas en la panadería ubicada en Herrera y Cairo 485, donde los precios van desde los 50 hasta los 430 pesos.
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