Economía
Una ballena golpea al banco J.P. Morgan
El banco estadounidense es multado con 920 millones de dólares por ocultar las pérdidas masivas causadas por Bruno Iskill, uno de sus operadores en Londres
El banco, que fue considerado un modelo de buena gestión durante la crisis financiera de 2008, tendrá que pagar esa multa, una de las mayores aplicadas en el sector, tras reconocer que violó las leyes sobre transacciones, cometió “errores” en sus controles internos y engañó a los reguladores.
En Estados Unidos, J.P. Morgan aceptó pagar 200 millones de dólares a la autoridad bursátil (SEC), 300 millones al regulador bancario (OCC) y 200 millones a la reserva federal ( Fed), mientras que en Gran Bretaña pagará 220 millones a la autoridad bursátil (FCA).
La SEC informó de que J.P. Morgan, con activos valorados en 2.4 billones de dólares en todo el mundo, admitió que privó a la junta directiva del conocimiento de lo que hacían sus agentes de corretaje.
Los problemas se produjeron en 2012 por las operaciones de la CIO, la unidad de J.P. Morgan en Londres que se dedica a minimizar los riesgos del mercado y a invertir los excesos de fondos del banco.
Las transacciones de Bruno Iskil, uno de sus operadores en Londres y que había acumulado excesivas posiciones en productos derivados complejos, conocidos como CDS, provocaron pérdidas por más de seis mil millones de dólares (MDD), que los directivos trataron de ocultar.
En las primeras semanas tras revelarse el caso, el presidente de la junta directiva y ejecutivo principal de J.P. Morgan Chase, Jamie Dimon, llegó a describir el caso como “una tormenta en un vaso de agua”.
“Mientras procuraba reparar las fallas de sus controles internos la gerencia superior de J.P. Morgan quebró una regla cardinal de la administración empresarial”, aseguró George Canellos, codirector de la SEC, ya que “privó a su junta directiva de la información crítica que necesitaba para evaluar plenamente los problemas de la compañía”.
Estados Unidos inició a mediados de agosto un proceso penal contra dos ex corredores de JPMorgan Chase, el español Javier Martín-Artajo y el francés Julien Grourt, por ocultar las pérdidas de las operaciones financieras de Iskill.
No obstante el acuerdo, el Departamento de Justicia, la Comisión de Transacciones en Futuros de Materias Primas y otras agencias siguen investigando las pérdidas en la Oficina Principal de Inversiones de J.P. Morgan Chase.
El tropezón operativo no ha impedido que J.P. Morgan Chase, el mayor banco de Estados Unidos por el volumen de activos, ganara entre enero y junio pasado 13 mil 025 millones de dólares, un tercio más que en el primer semestre del año anterior.
A pesar del “incidente”, J.P. Morgan sigue siendo el banco con el valor más atractivo y los inversionistas creen que, una vez corregidos los errores, la institución seguirá fortaleciéndose.
• AUTORIDAD FINANCIERA
Esperan que se aprenda del castigo
LONDRES, INGLATERRA.- La Autoridad de Conducta Financiera (FCA) calificó de “extremadamente serio” el caso de las pérdidas de J.P. Morgan y pidió “aprender de las lecciones de este incidente” para que no vuelva a ocurrir nada similar.
Tracey McDermott, responsable de delitos financieros de la FCA, aseguró que lo sucedido con el J.P. Morgan fue “extremadamente serio porque reduce la confianza en los mercados financieros del Reino Unido”.
“Los principales directores fallaron a la hora de responder de forma adecuada a las señales de alarma” y la compañía, cuando supuso que “algo iba mal”, “no respondió con la rapidez necesaria al tamaño y la escala de los problemas”.
Según la responsable de la FCA, “las entidades deberían aprender de las lecciones de este incidente y asegurarse de que tienen prácticas empresariales, valores y cultura para controlar los riesgos de su negocio”.
EFE
TELÓN DE FONDO
Unos coletazos de alto costo
La “ballena de Londres” era el apodo de Bruno Iksil, un “corredor” francés de una unidad de J.P. Morgan en Londres que movía enormes sumas de dinero y causó millonarias pérdidas para el banco. Recientemente llegó a un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos a cambio de no ser procesado.
Julien Grout, exsubordinado de Iksil, y Javier Martín-Artajo, superior del ex operador francés, son sospechosos de falsificar las cuentas internas del banco estadounidense para disimular pérdidas por seis mil 200 millones de dólares por productos derivados de crédito europeos en 2012.
Las maniobras se volvieron demasiado evidentes, provocando una reacción adversa en el mercado que terminó con millonarias pérdidas para J.P. Morgan.
Los reguladores le reprochan a J.P. Morgan la falta de control interno, pero la SEC fue más allá y lo acusó de haber falsificado sus resultados financieros e indicó que el banco “reconoció los hechos” y admitió haber violado la ley.
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