Economía

Tras bancarrota, irlandeses vuelven a la tierra

Las exportaciones de bebidas y alimentos han tenido un rol crucial en el superávit de la balanza

DUBLÍN, IRLANDA (01/ENE/2012).- Cuando el Tigre Celta murió, Anthony Slattery renunció a su trabajo como contador y compró algunas colapso inmobiliario.

"Hace unos años, la gente pensaba que estabas loco si te volvías agricultor", dijo Slattery, de 25 años, quien abandonó una firma internacional contable para pasar los siete días de la semana ordeñando vacas.

Con las exportaciones de alimentos y bebidas subiendo a casi mil millones de euros por año y las firmas alimenticias posicionándose como las de mejor rendimiento en el golpeado mercado bursátil irlandés, la agricultura fue señalada como uno de los pocos sectores que sobrevivió a la granja ubicada en el centro del país.

"Ahora, definitivamente se puede hacer dinero", añadió.

El Gobierno ha aprovechado el momento y nombra a los alimentos y la agricultura como un camino hacia el crecimiento y la clave para extraer algún valor a la tierra dejada en manos del Estado, luego de que Dublín se vio obligado a hacerse cargo de riesgosos préstamos bancarios para proyectos de desarrollo.

Sin embargo, expertos han advertido que las expectativas se han inflado, y que como los ingresos son altamente dependientes de los subsidios de la Unión Europea y de los precios internacionales de las materias primas y las exportaciones se dirigen a mercados europeos con problemas, aún podrían sufrir un golpe.

Los sectores de alimentos y agricultura se vieron en problemas para atraer el interés de los inversores durante la década del Tigre Celta hasta el 2007 cuando las multinacionales de tecnología de alta definición y farmacéuticas, y luego firmas constructoras y bancos, llevaron el crecimiento del Producto Interno Bruto ( PIB) hasta un 7 por ciento por año.

Pero tras el colapso inmobiliario, el sector alimenticio se convirtió de repente en la apuesta más segura.

"La inversión de las multinacionales fue lo sexy de la década de 1990, en la siguiente fue la construcción y los servicios financieros", dijo Jim Power, economista en jefe de la firma financiera Friends First. "Ahora todo el mundo está tomando en cuenta al sector alimenticio y agricultor", añadió.

Mientras que a quienes querían comprar una casa y las pequeñas empresas les fue casi imposible conseguir un crédito este verano boreal, el Banco de Irlanda dijo que estaba aprobando un 85 por ciento de pedidos de préstamos en agricultura, pesca y forestación.

CLAVE PARA LA RECUPERACION

Discurso tras discurso, los líderes de Irlanda dicen que el sector es clave para la recuperación del país.

Señalan que las exportaciones de bebidas y alimentos han tenido un rol crucial en el superávit de la balanza de pagos que en los últimos meses generó optimismo, en una señal de que Irlanda podría ser una de las economías de la periferia de la zona euro mejor situadas para salir de sus deudas.

"El sector agroalimentario está valuado en cerca de 24 mil millones de euros, pero cerca de 22 mil millones realmente permanece en la economía irlandesa, lo que es una cifra extraordinaria", dijo el ministro de Agricultura, Simon Coveney.

La mitad de las exportaciones de compañías locales provienen del sector, indicó.

El Gobierno espera que las exportaciones de productos agrícolas se expandan a 12 mil millones para el 2020, en relación a los 8 mil millones del año pasado, con dos tercios de este incremento provenientes de alimentos procesados y un tercio a partir de materias primas.

Parte de este crecimiento provendrá del aumento de los precios de las materias primas y la reducción gradual de las restricciones a productos lácteos, lo que según la industria podría aumentar las exportaciones de lácteos en un 40 por ciento, en decir, a 800 millones de euros.

El Gobierno también está alentando a los agricultores a moverse a materias primas de alto valor, a fin de impulsar la productividad y mirar hacia productos alimentarios artesanales de mayores precios.

Pero antes de que las autoridades se entusiasmen demasiado deberían recordar que incluso si su estrategia tiene éxito, la agricultura posiblemente no representará más del 10 por ciento del Producto Interno Bruto anual, en relación al 7.5 por ciento actual, dijo el economista Jim Power.

Unos 40 mil empleos adicionales sólo significa que uno de cada 10 trabajadores tendrá un puesto en el sector agrícola, en comparación a la tasa actual de uno de cada 12.

"Será una de las áreas con mayor crecimiento, pero no llevará a una bonanza del PIB", indicó Power. "No conducirá a crear un nuevo Tigre Celta", concluyó.
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