Economía
Televisa contra Univisión: comienza el juicio
Está previsto que el juicio se prolongue al menos durante 20 días antes de que el jurado esté en condiciones de emitir un veredicto
Univisión y
Televisa, comenzó hoy en un tribunal de Los Ángeles y de su resultado depende cómo será el futuro audiovisual en español en Estados Unidos.
Televisa reclama que Univisión ha violado los términos de un acuerdo que vence en el año 2017 y por el que la empresa mexicana suministra en exclusividad su producción de telenovelas.
Univisión considera, por su parte, que ha pagado en exceso a Televisa y defiende la validez del acuerdo que permite la emisión de tres horas diarias de telenovelas producidas por la empresa mexicana.
El juicio, presidido por el juez Philip S. Gutiérrez, comenzó con la selección del jurado compuesto por doce personas.
Está previsto que el juicio se prolongue al menos durante 20 días antes de que el jurado esté en condiciones de emitir un veredicto y durante el mismo está previsto que testifiquen los altos ejecutivos de ambas empresas.
También se prevé que los primeros ejecutivos en testificar sean el director financiero de Univisión, Andrew Hobson, y Doug Canwinkle, vicepresidente y consejero Legal de la misma empresa.
Tras la selección del jurado, el abogado que representa los intereses de Televisa, Marshall Grossman, expondrá los argumentos de la empresa presidida por Emilio Azcárraga Jean, que solicita la anulación del acuerdo, considerado ventajoso para Univisión.
Este acuerdo, que vence en 2017, fue negociado en el año 1992 por el entonces presidente de Univisión, Jerrold Perenchio, con Emilio Azcárraga Milmo y el venezolano Gustavo Cisneros.
Perenchio vendió Univisión en 2006 por 12,300 millones de dólares a un consorcio presidido por Haim Saban y rechazó la oferta presentada por otro grupo presidido por Azcárraga Jean.
Televisa pretende con la querella romper el contrato que vence en el año 2017 como consecuencia del supuesto impago de regalías y el uso inapropiado de contenidos en Internet y otros medios.
El abogado de Univisión, John Keker, defenderá, por su parte, la tesis de que Televisa ha cobrado en exceso y que el jurado debe desestimar la querella de la empresa que preside Azcárraga Jean.
El tema de fondo de la querella presentada por Televisa hace tres años en un tribunal de Los Ángeles es el reparto de poder en el mercado audiovisual en español de Estados Unidos que claramente domina Univision.
Ambas partes negociaron fuera del tribunal durante buena parte del pasado año sin que llegaran a ningún acuerdo.
La mayoría de analistas del sector audiovisual considera que Univisión tiene mucho más que perder, ya que su situación financiera es mucho más comprometida que la de Televisa.
El consorcio presidido por Saban pagó 12,300 millones de dólares por la empresa, esto es 12.5 veces más que los beneficios anuales de la empresa, y su deuda ha aumentado en los dos últimos años, colocando a la empresa en una complicada situación financiera.
Del resultado de la disputa entre ambas empresas depende buena parte del futuro de Univisión y, en definitiva, la distribución del control del mercado hispano de medios de comunicación en Estados Unidos.
Para Univisión supondrá un coste adicional muy alto producir las telenovelas que ahora le suministra Televisa, con lo que empeoraría su ya delicada situación financiera.
Se calcula que de los 2,100 millones de ingresos de Univisión alrededor de 500 millones proceden de la publicidad que generan los programas aportados por Televisa y por los que la empresa de Saban paga a la de Azcárraga en torno a los 138 millones de dólares anuales.
En caso de que la querella sea rechazada, Televisa mantiene diversas opciones para cumplir con su objetivo de entrada en el mercado de Estados Unidos, como sería afianzar sus lazos con Telemundo, propiedad del canal NBC.
La cadena Univisión acapara más del 70 por ciento de la audiencia del mercado de televisión en español de Estados Unidos y es considerada como la mayor empresa hispana de comunicaciones.
LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- El juicio más esperado entre las dos grandes empresas de la televisión hispana,
Televisa reclama que Univisión ha violado los términos de un acuerdo que vence en el año 2017 y por el que la empresa mexicana suministra en exclusividad su producción de telenovelas.
Univisión considera, por su parte, que ha pagado en exceso a Televisa y defiende la validez del acuerdo que permite la emisión de tres horas diarias de telenovelas producidas por la empresa mexicana.
El juicio, presidido por el juez Philip S. Gutiérrez, comenzó con la selección del jurado compuesto por doce personas.
Está previsto que el juicio se prolongue al menos durante 20 días antes de que el jurado esté en condiciones de emitir un veredicto y durante el mismo está previsto que testifiquen los altos ejecutivos de ambas empresas.
También se prevé que los primeros ejecutivos en testificar sean el director financiero de Univisión, Andrew Hobson, y Doug Canwinkle, vicepresidente y consejero Legal de la misma empresa.
Tras la selección del jurado, el abogado que representa los intereses de Televisa, Marshall Grossman, expondrá los argumentos de la empresa presidida por Emilio Azcárraga Jean, que solicita la anulación del acuerdo, considerado ventajoso para Univisión.
Este acuerdo, que vence en 2017, fue negociado en el año 1992 por el entonces presidente de Univisión, Jerrold Perenchio, con Emilio Azcárraga Milmo y el venezolano Gustavo Cisneros.
Perenchio vendió Univisión en 2006 por 12,300 millones de dólares a un consorcio presidido por Haim Saban y rechazó la oferta presentada por otro grupo presidido por Azcárraga Jean.
Televisa pretende con la querella romper el contrato que vence en el año 2017 como consecuencia del supuesto impago de regalías y el uso inapropiado de contenidos en Internet y otros medios.
El abogado de Univisión, John Keker, defenderá, por su parte, la tesis de que Televisa ha cobrado en exceso y que el jurado debe desestimar la querella de la empresa que preside Azcárraga Jean.
El tema de fondo de la querella presentada por Televisa hace tres años en un tribunal de Los Ángeles es el reparto de poder en el mercado audiovisual en español de Estados Unidos que claramente domina Univision.
Ambas partes negociaron fuera del tribunal durante buena parte del pasado año sin que llegaran a ningún acuerdo.
La mayoría de analistas del sector audiovisual considera que Univisión tiene mucho más que perder, ya que su situación financiera es mucho más comprometida que la de Televisa.
El consorcio presidido por Saban pagó 12,300 millones de dólares por la empresa, esto es 12.5 veces más que los beneficios anuales de la empresa, y su deuda ha aumentado en los dos últimos años, colocando a la empresa en una complicada situación financiera.
Del resultado de la disputa entre ambas empresas depende buena parte del futuro de Univisión y, en definitiva, la distribución del control del mercado hispano de medios de comunicación en Estados Unidos.
Para Univisión supondrá un coste adicional muy alto producir las telenovelas que ahora le suministra Televisa, con lo que empeoraría su ya delicada situación financiera.
Se calcula que de los 2,100 millones de ingresos de Univisión alrededor de 500 millones proceden de la publicidad que generan los programas aportados por Televisa y por los que la empresa de Saban paga a la de Azcárraga en torno a los 138 millones de dólares anuales.
En caso de que la querella sea rechazada, Televisa mantiene diversas opciones para cumplir con su objetivo de entrada en el mercado de Estados Unidos, como sería afianzar sus lazos con Telemundo, propiedad del canal NBC.
La cadena Univisión acapara más del 70 por ciento de la audiencia del mercado de televisión en español de Estados Unidos y es considerada como la mayor empresa hispana de comunicaciones.
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