Economía
Taiwán da 110 dólares a cada ciudadano
En los 14 mil 202 puestos de reparto de los bonos, grandes almacenes y otros establecimientos ofrecieron desayunos y desplazamiento gratis a sus instalaciones
Los bonos tendrán validez hasta el 31 de septiembre del 2009 y el Ministerio de Economía espera que añada 0.63 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento económico de la isla.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, retiró los bonos de toda su familia y prometió gastarlos en el mismo día, con compras que repartiría entre personas necesitadas.
"Todos tenemos que cooperar gastando para reactivar la economía", dijo Ma, tras recoger los bonos de consumo.
Los taiwaneses consideran estos bonos un inesperado aguinaldo en vísperas del Año Nuevo Lunar, que se celebra el 26 de enero, y cuando que los mayores reparten sobres rojos con dinero a sus familiares.
"Es un buen aguinaldo, en especial en estos momentos de crisis económica", dice Lin Jui-chen, mientras espera en una larga cola para recoger los bonos.
En los 14 mil 202 puestos de reparto de los bonos, grandes almacenes y otros establecimientos ofrecieron desayunos y desplazamiento gratis a sus instalaciones, para atraer clientes.
Los distritos y ciudades taiwanesas compiten entre sí para atraer consumidores y dinamizar sus economías locales.
Los distritos y ciudades taiwanesas pujan para atraer los bonos de consumo con sorteos en los que se ofrecen premios a quienes gasten los 110 dólares en sus territorios.
En Taichung, el gobierno local sortea un apartamento valorado en más de 330 mil dólares; en las islas Pescadores, un año de vacaciones en una isla deshabitada; en Changhua, un terreno valorado en 200 mil dólares; en Taoyuan, un lingote de oro de unos cuatro kilogramos; y en la ciudad de Taipei, 110 mil dólares.
Algunas grandes superficies ofrecen premios y descuentos a quienes utilicen sus bonos, que en algunas ocasiones llegan a duplicar el valor de los bonos de consumo.
La economía taiwanesa, orientada a la exportación, no ha registrado grandes pérdidas por el colapso de entidades financieras, pero sí por la caída de la demanda mundial de sus productos informáticos y electrónicos.
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