Economía

Subirán hasta cinco por ciento los precios en restaurantes

Los incrementos del IVA y el costo de los servicios públicos generaron el aumento

CIUDAD DE MÉXICO.- La industria restaurantera del país aplicará a partir de febrero próximo un aumento de hasta cinco por ciento en los precios de los productos que comercializa, debido a los incrementos en la tasa del IVA y el costo de los servicios públicos.  

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Francisco Mijares Noriega, aclaró que los ajustes serán "prudentes" ante la inestabilidad económica que aún se vive y para no disminuir el consumo.  

 Detalló que el incremento proyectado resulta de las alzas en el precio del gas, agua, predial y electricidad, así como en materias primas como el pollo, huevo, leche y carne, entre otros.  

Así, el incremento irá de dos a cinco por ciento, dependiendo del tipo de negocio y platillos que ofrezcan los restaurantes.  

El dirigente explicó que el sector esperará a que concluya el mes para conocer qué otros productos o servicios incrementan su precio, 'ya que aumentar los costos dos veces, no es lo más conveniente'.  

Reiteró que la industria no puede absorber los aumentos derivados de la nueva carga impositiva, luego que en 2009 tuvo una caída de 10 por ciento, con pérdidas de mil 500 millones de pesos, si se compara con el comportamiento de 2008.  

Atribuyó las bajas en el sector al impacto que trajo la crisis económica, la emergencia sanitaria por el virus de la influenza, la ley antitabaco y los niveles de inseguridad.  

Para incentivar la reactivación de los restauranteros, Mijares Noriega recomendó autorizar la deducibilidad de 50 por ciento en el consumo que se realice en los establecimientos de lunes a viernes, siempre y cuando el pago sea por medio de tarjeta de crédito o débito.  

El presidente de la Canirac llamó la atención además sobre las bajas temporadas que se han registrado en el país, y ejemplificó con este fin de semana, cuando hubo una disminución de entre 30 y 40 por ciento en el flujo de clientes a los establecimientos. 
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