Economía
Sistema de afores está blindado, asegura Noriega
El presidente de Amafore indica que en ocho años se jubilará la primera generación con el nuevo sistema y podrá juzgarse
CIUDAD DE MÉXICO (01/JUL/2014).- A 17 años de la creación de las administradoras de fondos para el retiro (afores), que se integra por 11 firmas, no se ha registrado ningún tipo de malversación de fondos, aseguró Carlos Noriega, presidente de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore).
“Entre las cosas que salieron bien es que las afores son unas empresas muy bien blindadas, realmente no hay ningún ejemplo de malversación de fondos. Hay más de 2 billones de pesos administrados y no hay un caso de un solo peso que se haya robado”, expresó.
En reunión con El Economista, dijo que ello se debe principalmente a que el dinero que administran las afores se encuentra fuera de presiones políticas y de sindicatos, “el blindaje que se hizo no sólo fue financiero sino político, pues las afores nunca han dejado de invertir si hay un partido político diferente al del año previo”.
“El dinero ahí está porque nunca pasa a las manos de las afores, el dinero entra al fondo, pero nunca a la administradora, ese diseño resultó muy exitoso porque las afores nunca son dueñas ni manejan directamente el dinero”, advirtió.
Anteriormente, el sistema de pensiones en México estaba bajo la responsabilidad exclusiva del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); sin embargo, la situación financiera se complicó por los cambios de la población.
Noriega refirió que en 1996, el entonces presidente Ernesto Zedillo presentó al Congreso la iniciativa de ley de los sistemas de ahorro para el retiro, en el que se buscó establecer un esquema eficiente y financieramente sustentable.
Así, a partir del 1 de julio de 1997 inició el nuevo esquema de pensiones que autorizó la participación del sector financiero privado, por medio de las afores, las cuales se encargarían de administrar los recursos de las cuentas individuales. También se crearon las sociedades de inversión especializadas en fondos para el retiro (siefores).
Con este nuevo sistema, la cuenta individual de los trabajadores recibe aportaciones del seguro de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez (RCV), pero también tiene dos subcuentas adicionales: la de aportaciones voluntarias y la de vivienda.
Desde diciembre de 1997 al cierre de mayo del 2014, las cuentas administradas por las afores crecieron 78.12%, pasando de 11 millones 188,114 a 51 millones 145,586 de cuentas de trabajadores, de acuerdo con datos de la Consar.
El presidente de Amafore sostuvo que aún no es tiempo de juzgar el trabajo de las afores, pues todavía faltan ocho años para la primera generación que se jubile con este sistema.
“Entre las cosas que salieron bien es que las afores son unas empresas muy bien blindadas, realmente no hay ningún ejemplo de malversación de fondos. Hay más de 2 billones de pesos administrados y no hay un caso de un solo peso que se haya robado”, expresó.
En reunión con El Economista, dijo que ello se debe principalmente a que el dinero que administran las afores se encuentra fuera de presiones políticas y de sindicatos, “el blindaje que se hizo no sólo fue financiero sino político, pues las afores nunca han dejado de invertir si hay un partido político diferente al del año previo”.
“El dinero ahí está porque nunca pasa a las manos de las afores, el dinero entra al fondo, pero nunca a la administradora, ese diseño resultó muy exitoso porque las afores nunca son dueñas ni manejan directamente el dinero”, advirtió.
Anteriormente, el sistema de pensiones en México estaba bajo la responsabilidad exclusiva del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); sin embargo, la situación financiera se complicó por los cambios de la población.
Noriega refirió que en 1996, el entonces presidente Ernesto Zedillo presentó al Congreso la iniciativa de ley de los sistemas de ahorro para el retiro, en el que se buscó establecer un esquema eficiente y financieramente sustentable.
Así, a partir del 1 de julio de 1997 inició el nuevo esquema de pensiones que autorizó la participación del sector financiero privado, por medio de las afores, las cuales se encargarían de administrar los recursos de las cuentas individuales. También se crearon las sociedades de inversión especializadas en fondos para el retiro (siefores).
Con este nuevo sistema, la cuenta individual de los trabajadores recibe aportaciones del seguro de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez (RCV), pero también tiene dos subcuentas adicionales: la de aportaciones voluntarias y la de vivienda.
Desde diciembre de 1997 al cierre de mayo del 2014, las cuentas administradas por las afores crecieron 78.12%, pasando de 11 millones 188,114 a 51 millones 145,586 de cuentas de trabajadores, de acuerdo con datos de la Consar.
El presidente de Amafore sostuvo que aún no es tiempo de juzgar el trabajo de las afores, pues todavía faltan ocho años para la primera generación que se jubile con este sistema.
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