Economía

Será menos severa la contracción de la economía que en 1995: AmCham

La crisis que enfrenta México es importada, no autoimpuesta, a diferencia del pasado

CIUDAD DE MÉXICO.- La contracción de la economía mexicana será menos severa que en 1995 debido a que se tienen fundamentos macroeconómicos sanos y capacidad del gobierno para aumentar el gasto, afirmó la economista en jefe de la Cámara Americana de Comercio (AmCham), Deborah Riner.  

"El panorama que se tiene no es como el de 1995, pero tampoco muy saludable", indicó al subrayar que en los dos primeros meses del año las exportaciones manufactureras mexicanas cayeron 25.6 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2008.  

Agregó que la crisis que enfrenta México es importada, "no autoimpuesta, a diferencia del pasado". Por ello indicó que el "favor que nos puede hacer Estados Unidos" es "limpiar" su economía y empezar de nuevo a crecer.  

Estimó una contracción de 2.7 por ciento para la economía mexicana en este año, con una inflación de 4.27 por ciento, contra 6.53 de 2008, y un tipo de cambio de 13.60 pesos por dólar al finalizar el año.  

"No debe brincar la inflación, hay la posibilidad de apreciación del peso, además de que hay un papel activo de la política económica. Jamás el gobierno mexicano había tenido la posibilidad de aumentar el gasto en la crisis, siempre había tenido que recortar".  

Riner consideró que el país está viviendo "el lado negativo" de la integración económica, por lo que las exportaciones no pueden ser la solución.  

"Estamos en la tormenta perfecta, con una crisis financiera global que jamás se había visto. Hay una recesión mundial. En dos meses de este año las exportaciones manufactureras mexicanas son 25.6 por ciento menos que en los dos primeros meses de 2008, estamos viendo lo mismo en todo el mundo. Hay una contracción del comercio internacional".  

Dio por hecho que la inversión extranjera directa caerá para ubicarse en 818 mil millones de dólares debido a que las empresas nacionales y extranjeras hacen sus planes basados en la demanda futura.  

"Si proyectan (las empresas) que crecerá la demanda, entonces invierten; pero si se tienen capacidad ociosa y un futuro muy incierto, en término de demandas de productos, se van a postergar los planes de inversiones. Eso no se debe a la preocupación a la inseguridad, sino es en función de la demanda esperada y a la incertidumbre que rodea ese futuro".  

En cuanto a la fortaleza del peso de hace un año, explicó que se debió a los altos precios del petróleo de ese entonces y a las inversiones de portafolio que se tenían en el país.  

Señaló que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) representó para México una fuente de crecimiento en la década de los 90, pero el problema ahora ya no es la apertura, sino que no se han tomado "las decisiones necesarias para tener una economía doméstica capaz de impulsar el crecimiento".
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