Economía

Saca provecho a labor aprendida en Puente Grande

Dentro del Cefereso se busca que los presos aprendan un oficio para facilitar su reinserción social

GUADALAJARA, JALISCO (21/MAR/2016).- Marco Antonio Sigala Ochoa aprendió cómo hacer negocios de la peor manera posible. Un día lo detuvieron porque, mientras arreglaba la motocicleta de un cliente, la Policía le aseguró que el vehículo tenía reporte de robo. Pasó tres años y ocho meses en el penal de Puente Grande sin sentencia.

Ahora es uno de los casos de éxito del Programa de Fomento a Proyectos Productivos, ya que sus bolsas se venden en diferentes puntos de la ciudad, sin embargo él prefiere llevarlas a los tianguis, donde los marchantes valoran más su trabajo.

Para ganarse la vida en el Centro Federal de Readaptación Social 2 de Occidente, y dentro del marco de la legalidad, los presos aprenden un oficio. Hay panaderos, tejedores, carpinteros y hasta artistas.

El Gobierno del Estado sabe que una vez fuera, la reinserción social se ve afectada por las empresas que piden la carta de no antecedentes penales para reclutarlos.

El incipiente empresario recuerda que, hace seis años, una vez interno en el Reclusorio de Puente Grande, aprendió el oficio de tejedor. “Sacaba unos 100 o 150 pesos semanales, y ese dinero me servía a mí y para mantener a mi familia”.

Salió de la cárcel porque el dueño de la moto nunca lo señaló como el responsable del robo, dice Marco Antonio. “Sólo me tuvieron de oficio ahí adentro, además yo firmé rápido la formal prisión, porque lo que yo quería era la sentencia”.

Pasó de vendedor de donas, duritos y artesano de dulces hasta encontrar su oficio actual. “Lo que buscaba era trabajar. Empecé a ver que hacían bolsas y aprendí de ver a los amigos. Ahora ése es mi oficio”. Y aunque le va bien, vende en múltiples puntos de distribución y también busca emprender un negocio de flores.

Las bolsas, al igual que otros productores de la Industria Jalisciense de Rehabilitación Social, se pueden encontrar en las oficinas de la Comisaría de Reinserción Social, ubicadas en Libertad 896, en la Zona Centro. Los costos oscilan los 150 pesos por unidad y ahí mismo se puede hacer los pedidos.

LA FRASE

"Yo sabía que para estar allá adentro y sobrevivir, tenía que hacer aunque sea un negocio de algo. Y fue cuando me enseñaron a tejer para vender bolsas."

Marco Antonio Sigala Ochoa, ex interno de Puente Grande.
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