Economía

Reservas internacionales arrancan el 2017 con pérdidas millonarias

El Banco de México reporta un descenso de mil 816 millones de dólares con respecto al cierre del año pasado

GUADALAJARA, JALISCO (13/ENE/2017).- Las reservas internacionales sumaron 174 mil 726 millones de dólares al concluir la primera semana de 2017, de acuerdo con el más reciente estado de cuenta del Banco de México (Banxico), publicado esta semana.

Lo anterior significó un descenso de mil 816 millones de dólares respecto al cierre de 2016, cuando alcanzaron 176 mil 284 millones. Se trata de la mayor pérdida que registran las reservas desde el 2 de octubre de 2015.

El reporte del banco central menciona que la variación semanal en las reservas internacionales fue el resultado de una reducción de dos mil millones de dólares, como resultado de las ventas directas de dólares en el mercado, y también por el incremento de 184 millones debido al cambio en la valuación de los activos internacionales.

La Comisión de Cambios, conformada por Banxico y la Secretaría de Hacienda, subastó dólares discrecionalmente con la finalidad de proveer liquidez y atenuar la volatilidad que se ha observado en días recientes. Tras la subasta, el peso se había apreciado 1.5%; sin embargo, el avance se derrumbó cuando el presidente electo Donald Trump amenazó a Toyota con imponerle aranceles a los vehículos que envían desde México.

El 17 de febrero del año pasado, la Comisión de Cambios anunció la suspensión de los mecanismos de venta directa de dólares en el mercado cambiario, aunque no descartó la posibilidad de volver a intervenir discrecionalmente en el mercado en caso de que se presentaran condiciones excepcionales en el mismo.

Aquella vez, la intervención discrecional fue también por un monto de dos mil millones de dólares para estabilizar el peso tras el desplome del precio del petróleo.

Las reservas internacionales son el principal seguro que tiene México para afrontar desequilibrios macroeconómicos y financieros. Pero analistas consultados coinciden en que las intervenciones en el mercado cambiario impactan momentáneamente la volatilidad del peso, sin lograr borrar las presiones acumuladas.

Para que el banco tenga una intervención exitosa debería ser más estratégico, opinó el economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), Clemente Ruiz Durán: “En estos momentos resulta inútil tratar de sacar recursos de las reservas para estabilizar el tipo de cambio; hasta que el Gobierno de Donald Trump no defina los lineamientos generales, la especulación será intensa durante los próximos días y así se utilizaran recursos de las reservas no va a estabilizar ese tipo de cambio”.

La prueba, a decir del académico, es que pese a la intervención reciente del banco central, el tipo de cambio se mantiene por encima de los 22 pesos. El analista de mercados financieros, Roberto Ruarte, estima que la política de intervención de Banxico busca contener el pánico; sin embargo, “es muy difícil que una sola intervención pueda torcer el mercado, por más que el banco tenga muchas reservas”.

Otros analistas opinan que el efecto de las subastas puede impulsar el peso, aunque la utilización de las reservas debe considerarse sólo para situaciones de alta incertidumbre, señala Alejandro Rodríguez Arana Zumaya, del Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana, quien añade que el efecto que puede tener una subasta de mil o dos mil millones de dólares es relativamente pequeño para el monto de recursos en los que se mueve la compra y venta de pesos, “el éxito es momentáneo”.

EL DATO

Al cierre de 2016, los precios al consumidor en México se elevaron 3.36% anual, ubicándose en su mayor nivel en dos años, principalmente por el avance en los precios de los alimentos y mercancías no alimenticias, de 4.4 y 3.76%, que en conjunto aportaron 1.4 puntos al índice inflacionario, un 40% del total, según cifras del Inegi.

BANCO DE MÉXICO

No vive país “un fenómeno inflacionario”

Para el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, la economía del país no está inmersa en “un fenómeno inflacionario”, ya que no hay un crecimiento generalizado ni sostenido de los precios.

Ayer señaló que la tendencia al alza de los precios desde octubre sólo es un ajuste que no implica un incremento sostenido y generalizado.

Dijo, sin embargo, que el gasolinazo, el aumento al salario mínimo y la depreciación del tipo de cambio, si llevarán a una mayor inflación en 2017, pero será un efecto transitorio, y no se espera que se generalice el impacto. “Lo que se espera es una desviación temporal de nuestra banda, va a estar por arriba de 4% por gran parte de este año”.

La Junta de Gobierno del Banco de México ya anticipó aumentos en la inflación para los próximos meses, como consecuencia de la depreciación de la monera nacional, cuyo impacto se ha reflejado en los precios de las mercancías, los efectos temporales del incremento al salario mínimo y de la liberalización gradual de los costos de las gasolinas.

El coctel se completa con la elevada incertidumbre de las medidas que el próximo Gobierno de EU podría implementar y las implicaciones que pudieran tener para el crecimiento de ese país y de la economía mundial, la posibilidad de que se adopten políticas que obstaculicen el comercio exterior y desincentiven la inversión.

La Junta de Gobierno sostuvo que el principal riesgo es que, derivado de la incertidumbre en el entorno externo, la moneda nacional experimente depreciaciones adicionales que afecten las expectativas de inflación y el comportamiento de esta última. También que se presenten incrementos súbitos en precios de los bienes agropecuarios y de las gasolinas.

A las previsiones del Banco de México, se suma la Encuesta Citibanamex de Expectativas, que anticipa que este mes la inflación tendrá un cambio de 1.11%, en comparación con diciembre pasado, rebasando el límite superior del objetivo de Banxico. Se trata del incremento más alto desde el año 2000, mientras que para el cierre de 2017 las expectativas de inflación se incrementan considerablemente a 4.7 por ciento.

La estimación de analistas es que al cierre del año 2017 la tasa de interés objetivo se ubique en 6.75%. El pronóstico de Clemente Ruiz Durán, economista de la UNAM, es que suban sustancialmente las tasas de interés para compensar las pérdidas y evitar que se dolarice la economía; sin embargo, se trata de un instrumento de corto plazo que puede traer efectos negativos.  “Debemos tener en cuenta que la reserva federal va a estar incrementando la tasa de interés (en Estados Unidos), entonces también tendríamos que tener un aumento en nuestras tasas para evitar que muchos de los ahorros de los mexicanos se vayan a otro país”.

El académico de la Iberoamericana, Alejandro Rodríguez Arana Zumaya, también anticipa un aumento de las tasa de interés: “No va a quedar de otra, desgraciadamente sí hay presiones inflacionarias por el lado del tipo de cambio como por el ajuste de precios de energéticos”. Sin embargo, advierte que la subida de las tasas de interés puede tener un impacto recesivo, por lo que el Banco de México tendrá que resolver en qué tanto aumentar las tasas para contener la inflación y reducir la afectación al sector productivo.  

Por otra parte, el analista Roberto Ruarte recomienda subir con prudencia las tasas de interés para no afectar el crecimiento económico.

La postura de Hacienda

Frente a las previsiones alcistas de los analistas, el titular de la secretaría de Hacienda, José Antonio Meade, ha dicho que el nuevo esquema para el precio de las gasolinas tendrá un impacto transitorio sobre la inflación, pero al cierre del próximo año se ubicará de nuevo en la meta del Banco de México de 3.0 por ciento +/- un punto porcentual.

El funcionario aseguró que el Gobierno federal cuidará que la liberalización del precio de las gasolinas no se traduzca en un incremento general de precios, y se mantendrá atento a través de la Procuraduría Federal del Consumidor.

A LA BAJA

Tan sólo en lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto, las reservas internacionales se han visto reducidas al pasar de 193 mil 045 millones de dólares, en 2014, a 176 mil 284 millones, al cierre del año pasado. 

Según el histórico de los estados de cuenta del Banco de México, con cifras disponibles desde el año 2004, las reservas habían venido incrementándose año con año desde el sexenio de Vicente Fox, cuando llegaron a un valor máximo de 69 mil 717 millones de dólares en el último año de su Gobierno; mientras que el monto máximo de las reservas acumuladas en la gestión de Felipe Calderón fue de 163 mil 650 millones, en el 2012.

Los años en los que las remesas se vieron incrementadas han quedado atrás, pues con las condiciones actuales difícilmente podrán reponerse. El economista de la UNAM, Clemente Ruiz Durán, recuerda que en la última década se lograron acumular reservas por el comportamiento favorable de la balanza de pagos.

Aunque prevé que, con la llegada de Trump, las exportaciones disminuyan o se estanquen, por lo que será un año difícil para conservar los niveles de reservas, “no habrá acumulación de reservas como antes, incluso podrían disminuir porque se tienen que pagar obligaciones internacionales y no habrá un flujo de recursos ni de inversión extranjera adecuada”.

URGEN A REACTIVAR EXPORTACIÓN

Para crecer las reservas, el economista Alejandro Rodríguez Arana Zumaya recomienda reactivar el mercado exportador, lo que va de la mano del crecimiento que tendrá en los próximos meses Estados Unidos. “Se debe aprovechar el incremento del tipo de cambio pues ahora nuestros bienes están mucho más baratos”.

También sugiere al Gobierno emprender un ajuste fiscal para moderar el crecimiento de la deuda pública y generar una expectativa más favorable para el mercado financiero.

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