Economía
Preocupa encarecimiento y escasez del crédito bancario: Condusef
Cada vez son más los usuarios de tarjetas que piden reestructurar sus deudas
Condusef), Luis Pazos de la Torre.
Entrevistado luego de inaugurar una línea telefónica en la Cámara Nacional de la Industria de Transformación ( Canacintra) para ofrecer información financiera a industriales, dijo que el costo total de los créditos se ha incrementado dependiendo del sector al que corresponda.
"Los créditos de automóvil, hipotecarios y de tarjeta venían bajando, de 2000 a 2007, disminuyeron 10 puntos: de 41 a 31 por ciento".
Sin embargo, señaló que a partir de la actual crisis, que llevó a una escasez de dinero y a un incremento del riesgo, el costo de los créditos volvieron a subir en alrededor de 41 por ciento las tasas.
En el caso de las empresas, explicó que el problema es la lentitud con la que las instituciones financieras valoren el otorgamiento de los créditos, "pero esto pasa en todo el mundo".
Es decir, dijo, el crédito es "caro y escaso" debido a que ya son otras las circunstancias del mercado. Destacó que ante la cautela de los bancos, que antes automáticamente renovaban las líneas de créditos, el gobierno busca que la banca de desarrollo apoye los proyectos viables.
Lo importante, sostuvo, es evitar dar financiamiento en forma discriminada porque en vez de resolver la crisis se aundará en ella.
El presidente de la Condusef, asevero que ningún país ha resuelto una crisis regalando dinero. Recordó que en México se dio el caso en que bancos que prestaron sin importar que se perdieran las carteras; el resultado es que toda la sociedad terminó pagando.
No obstante, comentó que así como los bancos deben ser cautelosos con el financiamiento y no perder su solidez y capitalización, también preocupa que dejen de prestar indiscriminadamente.
"Las empresas no pueden ignorar la crisis y tampoco paralizar los negocios. La crisis es transitoria".
Asimismo, indicó que la responsabilidad de la crisis no es "aventar dinero", sino diseñar reformas estructurales que hagan eficientes a las empresas y reduzcan sus costos.
En ese sentido, consideró que la solución de la crisis no la tiene el presidente de Estados Unidos ni el de México, sino el Congreso para que impulse una Reforma laboral, apruebe impuestos generales, con tasas más bajas, e insista en una mayor apertura en el sector energético.
CIUDAD DE MÉXICO.- A raíz de la crisis el crédito se ha vuelto escaso, caro y cada vez son más los usuarios de tarjetas que piden reestructurar sus deudas, afirmó el presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (
Entrevistado luego de inaugurar una línea telefónica en la Cámara Nacional de la Industria de Transformación ( Canacintra) para ofrecer información financiera a industriales, dijo que el costo total de los créditos se ha incrementado dependiendo del sector al que corresponda.
"Los créditos de automóvil, hipotecarios y de tarjeta venían bajando, de 2000 a 2007, disminuyeron 10 puntos: de 41 a 31 por ciento".
Sin embargo, señaló que a partir de la actual crisis, que llevó a una escasez de dinero y a un incremento del riesgo, el costo de los créditos volvieron a subir en alrededor de 41 por ciento las tasas.
En el caso de las empresas, explicó que el problema es la lentitud con la que las instituciones financieras valoren el otorgamiento de los créditos, "pero esto pasa en todo el mundo".
Es decir, dijo, el crédito es "caro y escaso" debido a que ya son otras las circunstancias del mercado. Destacó que ante la cautela de los bancos, que antes automáticamente renovaban las líneas de créditos, el gobierno busca que la banca de desarrollo apoye los proyectos viables.
Lo importante, sostuvo, es evitar dar financiamiento en forma discriminada porque en vez de resolver la crisis se aundará en ella.
El presidente de la Condusef, asevero que ningún país ha resuelto una crisis regalando dinero. Recordó que en México se dio el caso en que bancos que prestaron sin importar que se perdieran las carteras; el resultado es que toda la sociedad terminó pagando.
No obstante, comentó que así como los bancos deben ser cautelosos con el financiamiento y no perder su solidez y capitalización, también preocupa que dejen de prestar indiscriminadamente.
"Las empresas no pueden ignorar la crisis y tampoco paralizar los negocios. La crisis es transitoria".
Asimismo, indicó que la responsabilidad de la crisis no es "aventar dinero", sino diseñar reformas estructurales que hagan eficientes a las empresas y reduzcan sus costos.
En ese sentido, consideró que la solución de la crisis no la tiene el presidente de Estados Unidos ni el de México, sino el Congreso para que impulse una Reforma laboral, apruebe impuestos generales, con tasas más bajas, e insista en una mayor apertura en el sector energético.
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