Economía
Piden integrar Pymes a grandes cadenas de producción
Alicia Bárcena afirma que para el desarrollo es necesario cerrar la brecha estructural e integrar a pequeñas y medianas empresas
GUADALAJARA, JALISCO (17/ABR/2013).- Porque los Objetivos del Milenio tienen como meta las demandas mínimas del desarrollo, éstos deben cumplirse y superarse. Pasar de las necesidades básicas al cierre de brechas estructurales, plantea Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
"La brecha estructural más profunda que tiene América Latina es que las grandes empresas concentran mucho del capital que contribuye al PIB. Las empresas medianas y pequeñas, que son la gran masa de unidades de producción, generan más del 60% del empleo, contribuyen muy poco al PIB".
Para el desarrollo es necesario cerrar la brecha estructural, integrar a pequeñas y medianas empresas a la cadena de producción, aunadas a las grandes compañías. Con esta lógica, hay que centrarse en reducir la desigualdad, ya no en erradicar la pobreza.
Así, se debe romper el paradigma de economía actual, y entonces que el mercado sea útil, pero no que la sociedad esté al servicio del mercado, plantea Bárcena en su Conferencia Magistral sobre las lecciones aprendidas en la implementación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como parte de la consulta para la Agenda Post-2015 que impulsa la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Con el nuevo paradigma de mercado debe existir una sociedad de bienestar y no de consumo, para ello se puede escuchar la propuesta del modo de vida de los pueblos indígenas, propone Bárcena.
En la evaluación de los Objetivos del Milenio, para la región latinoamericana el más atrasado es la alianza mundial para el desarrollo, pues no se ha logrado que estas responsabilidades se compartan globalmente. Y la meta más complicada es superar la mortalidad materna, porque este índice se ha disparado en mujeres adolescentes de un nivel económico bajo, con mínimos niveles de educación.
Las cifras son buenas en pobreza, América Latina tiene superaciones en este tema y se vislumbra que se acerque a su meta; la educación también es meta alcanzada, pues la cobertura está en un 90%; aunque la calidad aún deja qué desear, explica Bárcena.
EL INFORMADOR / ALEJANDRA PEDROZA
"La brecha estructural más profunda que tiene América Latina es que las grandes empresas concentran mucho del capital que contribuye al PIB. Las empresas medianas y pequeñas, que son la gran masa de unidades de producción, generan más del 60% del empleo, contribuyen muy poco al PIB".
Para el desarrollo es necesario cerrar la brecha estructural, integrar a pequeñas y medianas empresas a la cadena de producción, aunadas a las grandes compañías. Con esta lógica, hay que centrarse en reducir la desigualdad, ya no en erradicar la pobreza.
Así, se debe romper el paradigma de economía actual, y entonces que el mercado sea útil, pero no que la sociedad esté al servicio del mercado, plantea Bárcena en su Conferencia Magistral sobre las lecciones aprendidas en la implementación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como parte de la consulta para la Agenda Post-2015 que impulsa la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Con el nuevo paradigma de mercado debe existir una sociedad de bienestar y no de consumo, para ello se puede escuchar la propuesta del modo de vida de los pueblos indígenas, propone Bárcena.
En la evaluación de los Objetivos del Milenio, para la región latinoamericana el más atrasado es la alianza mundial para el desarrollo, pues no se ha logrado que estas responsabilidades se compartan globalmente. Y la meta más complicada es superar la mortalidad materna, porque este índice se ha disparado en mujeres adolescentes de un nivel económico bajo, con mínimos niveles de educación.
Las cifras son buenas en pobreza, América Latina tiene superaciones en este tema y se vislumbra que se acerque a su meta; la educación también es meta alcanzada, pues la cobertura está en un 90%; aunque la calidad aún deja qué desear, explica Bárcena.
EL INFORMADOR / ALEJANDRA PEDROZA
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