Economía

Pide IP política industrial de Estado ante los rezagos

Según la Canacintra, México no ha podido hacer frente a la competencia en el país

CIUDAD DE MÉXICO (19/SEP/2010).- La política industrial debe ser una política de Estado, mientras que la rectoría económica es una atribución exclusiva del gobierno, señaló la Cámara Nacional de la Industria de Transformación ( Canacintra).  

En el documento elaborado por su Centro de Estudios Económicos, argumenta que México enfrenta rezagos que “nos van separando cada vez más no sólo de las principales naciones del mundo, sino inclusive de países latinoamericanos”.  

Mientras otras naciones avanzan de frente rumbo a la construcción de las ventajas para participar en los mercados globales de bienes y servicios, México no ha podido hacer frente a la competencia que se lleva a cabo dentro del territorio, a veces de manera leal, aunque con frecuencia no es así.  

El organismo señala que la condición que guarda la industria nacional y su entorno plantean retos en el corto y mediano plazos.  

En el corto plazo, señala, las necesidades de la industria en un entorno de esta naturaleza son de lo más diverso: se requieren medidas de apoyo para la operación interna de las empresas, como el financiamiento, el acceso a tecnología y la capacitación.  

En el orden externo, resulta fundamental la detección de nichos de mercado donde se pueda competir, así como la promoción de los productos nacionales en el exterior y la necesaria protección contra prácticas desleales de comercio.  

Sin embargo, en el mediano y largo plazos estas medidas, aunque necesarias, son insuficientes frente a la fuerza que adquieren los países punteros en el contexto global, pues son varias décadas 'las que nos separan del esfuerzo productivo que emprendieron esas naciones'.  

Por ello se requiere incorporar una visión integral de la realidad productiva nacional, que reconozca lo agresivo de la competencia, las brechas que se siguen abriendo en materia de productividad y competitividad y la urgencia de una visión de largo aliento y, por ende, integradora, destaca el organismo.  

Esta visión de largo plazo se sustenta en la promoción de estrategias para el fortalecimiento de las empresas a través de una política industrial de Estado, el impulso de una amplia cultura empresarial y la generación de un entorno que facilite su operación y promueva su eficiencia.  

Para la industria, asegura, debe quedar claro que la tarea más apremiante tiene que realizarse dentro de cada una de las empresas.  

Son muchos los casos en los que se han efectuado modificaciones profundas a la operación interna de las empresas, muchas de las cuales han tenido que quedarse en el camino por la incapacidad de asimilar una visión de mercado más agresiva.  

En otras ocasiones, argumenta, ha sido la competencia comercial desleal e ilegal la que ha terminado con las empresas y cancelado las fuentes de trabajo. 
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