Economía
Paquete económico impulsa crecimiento y bienestar familiar: SHCP
La dependencia indica que el paquete económico tiene como principios rectores proteger la economía nacional a través de la responsabilidad hacendaria
económico 2016 se enmarca en un entorno económico externo complejo y volátil, por lo que fue diseñado para preservar la estabilidad, impulsar el crecimiento económico y el bienestar de las familias mexicanas con responsabilidad, resaltó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (<strong>SHCP</strong>).
En el Informe Semanal de su Vocería, apunta que el paquete económico entregado al Congreso de la Unión el pasado 8 de septiembre tiene como principios rectores proteger la economía nacional a través de la responsabilidad hacendaria.
Además, austeridad y racionalización del aparato público, con prioridad a los programas y proyectos destinados a reducir las carencias sociales, así como generar los mecanismos para una mayor participación del mercado financiero y del sector privado en la creación de infraestructura y en la provisión de servicios públicos.
El paquete contiene la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), los Criterios Generales de Política Económica (CGPE).
Asimismo, diversas reformas al marco fiscal y presupuestario entre las que destacan la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), la Ley de Asociaciones Público Privadas, La Ley General de Contabilidad Gubernamental y el proyecto para una nueva Ley de Tesorería.
El paquete económico considera que en 2016 el gobierno federal enfrentará tres retos importantes: contener el crecimiento de la deuda y poner el saldo de la misma en una trayectoria decreciente con relación al PIB, mediante la reducción del déficit entre ingresos y gastos que ha estado presente desde la crisis financiera de 2009.
Otro reto es una caída sustancial en el precio internacional del petróleo que se estima permanente y que está acompañada de una plataforma de producción de crudo en México históricamente baja (dos millones 247 mil barriles diarios, promedio proyectado para 2016).
Además, un panorama externo complejo y volátil, donde México debe refrendar su compromiso con finanzas públicas sanas y la implementación oportuna de la agenda de reformas estructurales para seguir diferenciándose de otras economías emergentes.
La Secretaría de Hacienda subraya que al considerar estos retos, para preservar la estabilidad hay que actuar con responsabilidad en la elaboración del presupuesto 2016, vía una política monetaria creíble y con un manejo responsable de las finanzas públicas, priorizando la visión con sentido social.
Sobre el entorno económico, refiere que el paquete económico prevé que el crecimiento mundial registre una aceleración moderada durante 2016 y que, en particular, Estados Unidos avance a un mayor ritmo.
Bajo este contexto, anticipa que en el siguiente año las exportaciones no petroleras de México se incrementen y exista mayor dinamismo de la producción de manufacturas y de los servicios relacionados con el comercio exterior.
Asimismo, se espera una mejor evolución del consumo y la inversión, como resultado de las reformas estructurales que están en marcha, así como el fortalecimiento de la demanda interna, impulsada principalmente por el crecimiento del empleo formal, la expansión del crédito y el incremento del salario real.
En concordancia con las perspectivas económicas tanto para el entorno externo como interno, la SHCP proyecta que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2016 se ubicará entre 2.6 y 3.6 por ciento, un nivel superior a lo esperado para este año y acorde con las expectativas de los analistas internacionales.
Para 2016 se estima una tasa de inflación de 3.0 por ciento, una tasa de interés promedio de 4.0 por ciento y un tipo de cambio nominal promedio de 15.9 pesos por dólar.
Asimismo, se plantea un precio de referencia de la mezcla mexicana de petróleo de 50 dólares por barril para las estimaciones de finanzas públicas correspondientes a 2016, inferior a la fórmula establecida en la LFPRH, de 54.7 dólares, pero consistente con la compra de coberturas petroleras para el siguiente año, de 49 dólares.
El paquete también propone un déficit presupuestario para 2016 de 0.5 por ciento del PIB, en línea con la trayectoria de déficit planteada desde 2013 y menor en 0.5 por ciento del PIB aprobado por el Congreso para el ejercicio fiscal de 2015.
Además, considera un nivel de endeudamiento neto interno de gobierno federal de 535 mil millones de pesos -una disminución real de 12.8 por ciento respecto a lo aprobado en 2015- y un endeudamiento externo de seis mil millones de dólares.
En materia fiscal, no se propone establecer nuevos impuestos, ni elevar los existentes, además de que no se eliminan los beneficios fiscales para ningún contribuyente, en cumplimiento al Acuerdo de Certidumbre Tributaria publicado el 27 de febrero de 2014.
Por el contrario, el paquete 2016 propone diversas modificaciones al marco tributario orientadas a promover el ahorro y la inversión en el corto plazo, para impulsar un mayor crecimiento económico y otorgar claridad y certidumbre jurídica a los contribuyentes.
La SHCP refiere que la Ley de Ingresos propuesta se sustenta en el fortalecimiento de los ingresos tributarios derivado de la reciente reforma hacendaria, y se estiman ingresos públicos por cuatro billones 137.7 mil millones de pesos.
El monto es inferior en 8.6 mil millones de pesos al aprobado en la Ley de Ingresos 2015, lo que implica una reducción de 0.2 por ciento en términos reales.
Los ingresos petroleros estimados se reducen 30 por ciento real en relación con el monto aprobado en la Ley de Ingresos 2015 resultado, principalmente, de la caída del precio del petróleo y la reducción de la producción de petróleo y gas.
Se estima un incremento de 19.3 por ciento real en los ingresos tributarios no petroleros respecto a lo aprobado para 2015 debido, fundamentalmente, a la mayor recaudación estimada para 2015 y a los efectos de la reforma hacendaria en materia del ISR y de IEPS.
Para 2016, se estima que los ingresos no tributarios aumenten 7.9 por ciento real respecto a la Ley de Ingresos 2015; en este rubro se incluye la recuperación de los recursos del Fondo de Inversión para Programas y Proyectos de Infraestructura del gobierno federal.
Por su parte, la política de gasto se concentra en una reingeniería del Proyecto de Presupuesto de Egresos con un enfoque Base Cero y el fortalecimiento del Presupuesto basado en Resultados (PbR).
Para 2016, gracias a la estrategia implementada desde principios de este año con el ajuste preventivo y el ahorro del remanente del Banco de México se logró que el recorte sea menos de la mitad de lo que hubiera sido necesario sin dichas medidas.
Así, se estima que el gasto neto para el siguiente año sea de cuatro billones 746.9 mil millones de pesos, 1.9 por ciento real inferior respecto a lo autorizado en el Presupuesto 2015.
Dentro de éste, el gasto programable devengado se ubica en tres billones 562 mil millones de pesos, 5.8 por ciento real menor al autorizado en 2015 (221 mil millones de pesos menos).
En particular, el PPEF 2016 considera un nivel de gasto corriente estructural 147.5 mil millones de pesos por debajo del límite máximo y 4.7 por ciento real menor al aprobado para 2015, y se propone una reducción del gasto en servicios personales en ramos administrativos.
Por otra parte, el gobierno de la República propone para 2016 una reducción del gasto de operación de los ramos administrativos, para los cuales la asignación propuesta asciende a un billón 100.1 mil millones de pesos, 9.9 por ciento real menor que el aprobado para 2015, monto congruente con la reducción del gasto.
Destacan las asignaciones presupuestarias a los ramos Educación Pública (27.2 por ciento); Salud (11.8 por ciento); Desarrollo Social (9.9 por ciento); y Comunicaciones y Transportes (8.9 por ciento), que en conjunto concentran 57.8 por ciento del total.
Con ello se fortalecerán las políticas públicas orientadas a elevar la calidad y cobertura de los servicios de educación y de salud; avanzar en la lucha contra la pobreza extrema y fomentar la infraestructura de comunicaciones.
Además, para fortalecer las finanzas públicas de las Entidades Federativas y Municipios se prevé transferir la cantidad de un billón 595.3 mil millones de pesos,
De este monto, 42.6 por ciento corresponde al pago de Participaciones y 41.8 por ciento a las aportaciones federales, que se canalizan a educación, salud, infraestructura social y seguridad pública.
El restante 15.6 por ciento a otros conceptos, en los que se encuentran las asignaciones para protección social, convenios de coordinación y otros subsidios.
En cuanto al balance público, para el ejercicio fiscal 2016 se prevé un déficit público, sin considerar un nivel de inversión en proyectos de alto impacto social y económico, equivalente a 0.5 por ciento del PIB.
Al considerar dicha inversión, que es equivalente a 2.5 por ciento del PIB, el balance presupuestario asciende a 3.0 por ciento del PIB.
También se propone un cambio a la LFPRH para que los ingresos de gobierno federal que resulten del remanente de operación del Banxico se destinen, al menos en 70 por ciento, para el pago anticipado de deuda asumida en ejercicios fiscales anteriores o para la reducción de los RFSP durante el ejercicio fiscal.
En su caso, abunda la dependencia, que se utilice el resto para fortalecer el fondo de estabilización de los ingresos presupuestarios o para el incremento de activos que fortalezcan la posición financiera del gobierno federal.
CIUDAD DE MÉXICO (13/SEP/2015).- El paquete
En el Informe Semanal de su Vocería, apunta que el paquete económico entregado al Congreso de la Unión el pasado 8 de septiembre tiene como principios rectores proteger la economía nacional a través de la responsabilidad hacendaria.
Además, austeridad y racionalización del aparato público, con prioridad a los programas y proyectos destinados a reducir las carencias sociales, así como generar los mecanismos para una mayor participación del mercado financiero y del sector privado en la creación de infraestructura y en la provisión de servicios públicos.
El paquete contiene la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), los Criterios Generales de Política Económica (CGPE).
Asimismo, diversas reformas al marco fiscal y presupuestario entre las que destacan la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), la Ley de Asociaciones Público Privadas, La Ley General de Contabilidad Gubernamental y el proyecto para una nueva Ley de Tesorería.
El paquete económico considera que en 2016 el gobierno federal enfrentará tres retos importantes: contener el crecimiento de la deuda y poner el saldo de la misma en una trayectoria decreciente con relación al PIB, mediante la reducción del déficit entre ingresos y gastos que ha estado presente desde la crisis financiera de 2009.
Otro reto es una caída sustancial en el precio internacional del petróleo que se estima permanente y que está acompañada de una plataforma de producción de crudo en México históricamente baja (dos millones 247 mil barriles diarios, promedio proyectado para 2016).
Además, un panorama externo complejo y volátil, donde México debe refrendar su compromiso con finanzas públicas sanas y la implementación oportuna de la agenda de reformas estructurales para seguir diferenciándose de otras economías emergentes.
La Secretaría de Hacienda subraya que al considerar estos retos, para preservar la estabilidad hay que actuar con responsabilidad en la elaboración del presupuesto 2016, vía una política monetaria creíble y con un manejo responsable de las finanzas públicas, priorizando la visión con sentido social.
Sobre el entorno económico, refiere que el paquete económico prevé que el crecimiento mundial registre una aceleración moderada durante 2016 y que, en particular, Estados Unidos avance a un mayor ritmo.
Bajo este contexto, anticipa que en el siguiente año las exportaciones no petroleras de México se incrementen y exista mayor dinamismo de la producción de manufacturas y de los servicios relacionados con el comercio exterior.
Asimismo, se espera una mejor evolución del consumo y la inversión, como resultado de las reformas estructurales que están en marcha, así como el fortalecimiento de la demanda interna, impulsada principalmente por el crecimiento del empleo formal, la expansión del crédito y el incremento del salario real.
En concordancia con las perspectivas económicas tanto para el entorno externo como interno, la SHCP proyecta que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2016 se ubicará entre 2.6 y 3.6 por ciento, un nivel superior a lo esperado para este año y acorde con las expectativas de los analistas internacionales.
Para 2016 se estima una tasa de inflación de 3.0 por ciento, una tasa de interés promedio de 4.0 por ciento y un tipo de cambio nominal promedio de 15.9 pesos por dólar.
Asimismo, se plantea un precio de referencia de la mezcla mexicana de petróleo de 50 dólares por barril para las estimaciones de finanzas públicas correspondientes a 2016, inferior a la fórmula establecida en la LFPRH, de 54.7 dólares, pero consistente con la compra de coberturas petroleras para el siguiente año, de 49 dólares.
El paquete también propone un déficit presupuestario para 2016 de 0.5 por ciento del PIB, en línea con la trayectoria de déficit planteada desde 2013 y menor en 0.5 por ciento del PIB aprobado por el Congreso para el ejercicio fiscal de 2015.
Además, considera un nivel de endeudamiento neto interno de gobierno federal de 535 mil millones de pesos -una disminución real de 12.8 por ciento respecto a lo aprobado en 2015- y un endeudamiento externo de seis mil millones de dólares.
En materia fiscal, no se propone establecer nuevos impuestos, ni elevar los existentes, además de que no se eliminan los beneficios fiscales para ningún contribuyente, en cumplimiento al Acuerdo de Certidumbre Tributaria publicado el 27 de febrero de 2014.
Por el contrario, el paquete 2016 propone diversas modificaciones al marco tributario orientadas a promover el ahorro y la inversión en el corto plazo, para impulsar un mayor crecimiento económico y otorgar claridad y certidumbre jurídica a los contribuyentes.
La SHCP refiere que la Ley de Ingresos propuesta se sustenta en el fortalecimiento de los ingresos tributarios derivado de la reciente reforma hacendaria, y se estiman ingresos públicos por cuatro billones 137.7 mil millones de pesos.
El monto es inferior en 8.6 mil millones de pesos al aprobado en la Ley de Ingresos 2015, lo que implica una reducción de 0.2 por ciento en términos reales.
Los ingresos petroleros estimados se reducen 30 por ciento real en relación con el monto aprobado en la Ley de Ingresos 2015 resultado, principalmente, de la caída del precio del petróleo y la reducción de la producción de petróleo y gas.
Se estima un incremento de 19.3 por ciento real en los ingresos tributarios no petroleros respecto a lo aprobado para 2015 debido, fundamentalmente, a la mayor recaudación estimada para 2015 y a los efectos de la reforma hacendaria en materia del ISR y de IEPS.
Para 2016, se estima que los ingresos no tributarios aumenten 7.9 por ciento real respecto a la Ley de Ingresos 2015; en este rubro se incluye la recuperación de los recursos del Fondo de Inversión para Programas y Proyectos de Infraestructura del gobierno federal.
Por su parte, la política de gasto se concentra en una reingeniería del Proyecto de Presupuesto de Egresos con un enfoque Base Cero y el fortalecimiento del Presupuesto basado en Resultados (PbR).
Para 2016, gracias a la estrategia implementada desde principios de este año con el ajuste preventivo y el ahorro del remanente del Banco de México se logró que el recorte sea menos de la mitad de lo que hubiera sido necesario sin dichas medidas.
Así, se estima que el gasto neto para el siguiente año sea de cuatro billones 746.9 mil millones de pesos, 1.9 por ciento real inferior respecto a lo autorizado en el Presupuesto 2015.
Dentro de éste, el gasto programable devengado se ubica en tres billones 562 mil millones de pesos, 5.8 por ciento real menor al autorizado en 2015 (221 mil millones de pesos menos).
En particular, el PPEF 2016 considera un nivel de gasto corriente estructural 147.5 mil millones de pesos por debajo del límite máximo y 4.7 por ciento real menor al aprobado para 2015, y se propone una reducción del gasto en servicios personales en ramos administrativos.
Por otra parte, el gobierno de la República propone para 2016 una reducción del gasto de operación de los ramos administrativos, para los cuales la asignación propuesta asciende a un billón 100.1 mil millones de pesos, 9.9 por ciento real menor que el aprobado para 2015, monto congruente con la reducción del gasto.
Destacan las asignaciones presupuestarias a los ramos Educación Pública (27.2 por ciento); Salud (11.8 por ciento); Desarrollo Social (9.9 por ciento); y Comunicaciones y Transportes (8.9 por ciento), que en conjunto concentran 57.8 por ciento del total.
Con ello se fortalecerán las políticas públicas orientadas a elevar la calidad y cobertura de los servicios de educación y de salud; avanzar en la lucha contra la pobreza extrema y fomentar la infraestructura de comunicaciones.
Además, para fortalecer las finanzas públicas de las Entidades Federativas y Municipios se prevé transferir la cantidad de un billón 595.3 mil millones de pesos,
De este monto, 42.6 por ciento corresponde al pago de Participaciones y 41.8 por ciento a las aportaciones federales, que se canalizan a educación, salud, infraestructura social y seguridad pública.
El restante 15.6 por ciento a otros conceptos, en los que se encuentran las asignaciones para protección social, convenios de coordinación y otros subsidios.
En cuanto al balance público, para el ejercicio fiscal 2016 se prevé un déficit público, sin considerar un nivel de inversión en proyectos de alto impacto social y económico, equivalente a 0.5 por ciento del PIB.
Al considerar dicha inversión, que es equivalente a 2.5 por ciento del PIB, el balance presupuestario asciende a 3.0 por ciento del PIB.
También se propone un cambio a la LFPRH para que los ingresos de gobierno federal que resulten del remanente de operación del Banxico se destinen, al menos en 70 por ciento, para el pago anticipado de deuda asumida en ejercicios fiscales anteriores o para la reducción de los RFSP durante el ejercicio fiscal.
En su caso, abunda la dependencia, que se utilice el resto para fortalecer el fondo de estabilización de los ingresos presupuestarios o para el incremento de activos que fortalezcan la posición financiera del gobierno federal.
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