Economía

OMC considera que actual coyuntura económica favorece negociaciones de Doha

El director de la OMC dijo que los países desarrollados, hicieron grandes esfuerzos financieros y agotaron las posibilidades de impulsar sus mercados internos para hacer frente a la crisis

BRASILIA, BRASIL.- El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, afirmó hoy que, pese a que aún no hay clima político para retomar las negociaciones de la Ronda de Doha, la coyuntura económica sí es favorable, por la necesidad de los países ricos de apostar en el comercio para volver a crecer.

"El consumo interno (de los países desarrollados) no es el motor para salir de la crisis. No hay gran consumo interno. Lo que resta es el comercio internacional, que es el motor más fácil para salir de la crisis", afirmó Lamy en una entrevista que concedió hoy en Brasilia tras su reunión con el canciller brasileño, Celso Amorim.

El director de la OMC dijo que los países desarrollados, principalmente EU, la Unión Europea y Japón, hicieron grandes esfuerzos financieros y agotaron las posibilidades de impulsar sus mercados internos para hacer frente a la crisis, por lo que ahora necesitan mirar a los mercados externos para volver a crecer.

"Hubo mucho esfuerzo (de financiación pública) para superar la crisis. Esos países prácticamente agotaron sus recursos y el margen de maniobra financiera. Los mercados internos están saturados. Les resta el comercio internacional", aseguró.

"Algunos países usaron todo su poder financiero para salir de la crisis y espero que la necesidad de garantizar los resultados ya obtenidos pueda generar el ambiente político que necesitamos para las negociaciones", afirmó.

Agregó que tal vez este raciocinio es lo que falta para que las conversaciones para concluir la Ronda de Doha puedan ser reiniciadas, ya que, por ahora, el ambiente político no es favorable a las negociaciones.

"El ambiente político actual no es propicio para concesiones. Técnicamente es posible (finalizar las negociaciones) pero es necesario un esfuerzo político de los grandes jugadores internacionales, que actualmente tienen problemas internos", dijo.

"El ambiente político que necesitamos no está listo, pero es técnicamente posible concluir la Ronda ya que todos los países lo desean", afirmó.

Lamy considera que la necesidad de los grandes jugadores en las negociaciones de buscar salidas en el comercio internacional permite pensar en el reinicio de las negociaciones este mismo año, tal vez tras la reunión que los líderes del G-20 (los países desarrollados y los emergentes) tendrán en noviembre en Seúl (Corea del Sur).

El canciller brasileño, en la misma rueda de prensa, aseguró que para el reinicio de las negociaciones es necesario que Estados Unidos retire reivindicaciones "fuera de propósito" para que las economías en desarrollo abran sus mercados industriales.

"Lo que Estados Unidos pide es casi otra Ronda. Una de sus peticiones significaría reducir un coeficiente de reducción arancelaria que ya habíamos aceptado para productos industriales del 20% al 14%", dijo el canciller brasileño.

"Lo que (los países en desarrollo) aceptamos reducir en 2008 fue aceptado por la Unión Europea, por Japón, por todos... El único que quiere una mayor abertura para las manufacturas es Estados Unidos", dijo.

Amorim dijo igualmente que la decisión de Brasil de imponerle a Estados Unidos sanciones comerciales autorizadas por la OMC puede hacer con que Washington vuelva a colocar la Ronda de Doha entre las prioridades de su agenda externa.

Brasil anunció el mes pasado una lista de productos que tendrán que pagar tasas adicionales de aranceles, hasta el límite de 830 millones de dólares anuales autorizados por la OMC, para ingresar a Brasil en caso de que procedan de Estados Unidos.

Tales sanciones fueron autorizadas ante la negativa de Estados Unidos de eliminar los subsidios a la producción y a la exportación que le concede al algodón.

"Si los Estados Unidos hubiesen ayudado a concluir la Ronda de Doha en julio de 2008 no tendrían ahora este problema con el algodón y estarían beneficiándose de una apertura comercial mayor para sus productos", dijo Amorim.

"Si hubiesen aceptado una reducción de sus subsidios, el costo sería menos doloroso que el que pagarán por la sanción", afirmó Amorim, tras aclarar que, pese a tratarse de una disputa bilateral, la actual negociación por las sanciones brasileñas a ese país pueden favorecer las negociaciones en general.  
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