Economía
Nuevas normas de EU podrían opacar resultados de grandes bancos
Han lanzado pruebas de tensión para medir las necesidades de los bancos
Sin embargo, una reciente reforma de las normas contables podría hacer que los inversores no sepan cómo interpretar los resultados.
Empresas de alto nivel como Goldman Sachs, Citigroup y JP Morgan entregarán sus resultados del primer trimestre después del feriado de Pascua, pero después de una flexibilización de las normas contables de la industria, los analistas estiman que será difícil evaluar las pérdidas por créditos con problemas de pagos en áreas como los préstamos inmobiliario y de consumo.
"Esto no genera gran entusiasmo", dijo Joseph Battipaglia, estratega de mercado en Stifel Nicolaus en Yardley, Pensilvania. "Se tiene un manejo al estilo japonés del sistema bancario de Estados Unidos", agregó.
La esperanza entre las autoridades estadounidenses es que, a diferencia de la "década pérdida" de deflación en Japón, el cambio en las normas puede ayudar a mantener unido al sector bancario por un tiempo suficiente hasta que la economía se recupere, permitiéndole revertir las fuertes pérdidas recientes.
La economía estadounidense se encuentra en camino a su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y sus complicaciones han arrastrado a la producción mundial a un declive, golpeando a los exportadores de Asia y Europa.
Uno de los principales problemas es la brusca reducción del gasto de los consumidores estadounidenses, la más severa en varias décadas.
Dada la fuerte magnitud de la recesión, los economistas están esperando algún tipo de recuperación. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo la semana pasada que algunos "brotes" de actividad económica estaban empezando a surgir, y los economistas proyectan un aumento de 0.4 por ciento en las ventas minoristas de Estados Unidos en marzo.
Lawrence Summers, un importante asesor del presidente Barack Obama, dijo el jueves que la economía estadounidense podría detener su caída libre en unos cuantos meses, a medida que los estímulos y rescates del Gobierno producen efecto.
EL FRACASO NO ES UNA OPCION
Los analistas coinciden en que limpiar las masivas pérdidas del sector financiero, que el Fondo Monetario Internacional estima alcanzarán 1.4 billones de dólares, es fundamental para reactivar la actividad económica en todo el mundo.
Algunos sostienen también que el sector inmobiliario estadounidense, de donde surgieron los primeros atisbos de la crisis financiera, debe comenzar a recuperarse antes de que las instituciones financieras puedan ver la luz al final del túnel.
En este contexto, los esfuerzos del Gobierno han estado fuertemente enfocados en frenar los remates de viviendas, bajar los costos de los préstamos y ofrecer ayuda a la industria financiera.
Como parte de estas medidas, el secretario del Tesoro Timothy Geithner ha lanzado "pruebas de tensión" para medir las necesidades de capital de los principales bancos del país. Los resultados de las pruebas se esperan para fines de este mes.
Sin embargo, a los críticos les preocupa que el Gobierno sea muy condescendiente con el sector, prolongando el problema y simplemente demorando un eventual, y quizás inevitable, día de ajuste de cuentas.
"Todo el mundo habla de transparencia y ahora avanzamos en la dirección contraria", dijo Joshua Shapiro, economista jefe de MFR, en Nueva York.
REBUSCANDO BROTES
Otro de los problemas fundamentales en la economía estadounidense, con similitudes en lugares como Gran Bretaña, Irlanda y España, es el sector inmobiliario.
Con miras a revivir el crédito hipotecario, la Reserva Federal ha comenzado a comprar bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas en un intento directo por bajar las tasas de interés en el mercado.
Hasta ahora, la estrategia ha rendido frutos, con tasas de interés en créditos de vivienda a mínimos históricos inferiores al 5 por ciento.
Sin embargo, se espera que los inicios de nuevas construcciones de viviendas caigan nuevamente en marzo a 550 mil unidades anuales, ya que los constructores esperan reducir los inventarios acumulados durante los años de auge.
El mercado bursátil, que ha tenido un repunte desde comienzos de abril, es otra fuente de optimismo. Las acciones generalmente rebotan seis meses antes de que el ciclo económico se recupere.
Sin embargo, la industria manufacturera, otro indicador de la expansión de la economía, todavía no ha tocado fondo. Se espera que la producción industrial haya caído un 1 por ciento en marzo, luego de haberse contraído un 1.5 por ciento en febrero.
La producción podría tener una contracción de 9.8 por ciento en el año, de acuerdo a un sondeo de realizado la semana pasada.
"Yo todavía soy bastante pesimista sobre cualquier perspectiva de una recuperación duradera", dijo T.J. Marta, jefe estratega de mercado de Marta on the Markets, en Scotch Plains, Nueva Jersey.
"A pesar de la estabilización, no hay ninguna tendencia sostenida de un alza en el crecimiento", añadió.
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