Economía

''No soy el malo de la película, sólo las exhibo''

El director ejecutivo de la empresa pide a los productores del país un ejercicio de autocrítica

LAS VEGAS, ESTADOS UNIDOS (18/ABR/2013).- Momentos antes de recibir el reconocimiento como “exhibidor del año” por parte de CinemaCon, evento que reúne a la industria mundial, Alejandro Ramírez, director ejecutivo de Cinépolis, acepta hablar para El Economista.

Amable y de buen humor, el empresario llega a la cita en una cafetería del hotel Cesar Palace, saluda y pide un  americano. Le gusta dar entrevistas; pero en las últimas semanas ha rechazado varias y un par no ha salido como se lo habían propuesto. Pero, relajado y acompañado de su familia en el viaje, Ramírez habla del cine mexicano, del crecimiento de su empresa y de sus planes.

 Para algunos directores y productores  eres el malo de la película por no darles más espacio en tus cines, ¿lo eres?

No, no lo soy. Y les diría que, gracias a las inversiones millonarias que se han hecho al sector en la última década y media, podemos presumir que tenemos salas de clase mundial que ya quisieran otros países, que llevamos el cine mexicano a muchos lados. El público va más que nunca al cine y toda la industria debería celebrarlo.

 ¿Cómo cambiar esa perspectiva?


En México hay mucho talento en directores, productores, actores..., etcétera, pero creo que hay una falta muy grande de autocrítica en el sector productor. Tenemos que reconocer que hay muchas películas mexicanas muy malas y fallidas (como en otras cinematografías). Hay que revisar el porcentaje de proyectos exitosos contra los fracasos y considero que son muy pocos los éxitos.

 ¿Qué te gustaría que pasara en la industria del cine mexicano?

Se hacen más películas que nunca, pero me gustaría que se enfocaran más en la calidad y no tanto en la cantidad. Y que los apoyos se destinaran a buenos proyectos, que el dinero se emplee bien, algo que hasta ahora no me queda claro que sea así.

 ¿Qué les dirías a los que te critican?

Señores, los exhibidores no podemos hacer nada para que al público le guste o no una película mexicana. Son ellos quienes deciden la permanencia en las pantallas.

 ¿Sientes una responsabilidad hacia el cine mexicano?


Claro que sí. Y por eso hemos producido y distribuido algunos proyectos, pero creo que es hora de que le echemos cabeza todos, aunque quien debe convocarnos es el Imcine para encontrar soluciones; nosotros iremos con un ánimo constructivo que aporte ideas para mejorar la calidad del cine mexicano.

El Economista
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