Economía
México se queja con Venezuela
La canciller Patricia Espinosa lamentó que su gabinete no pueda hacer nada tras la ruptura por parte del Gobierno de Chávez del Tratado de Libre Comercio bilateral
Ante la nacionalización de ésta y otras empresas mexicanas en aquel país en los últimos meses, Espinosa lamentó que su gabinete no pueda hacer nada tras la ruptura por parte del Gobierno de Hugo Chávez del Tratado de Libre Comercio bilateral que incluía cláusulas de protección de inversiones.
"Desgraciadamente (dicha ruptura) nos ha dejado sin un marco bilateral que nos permita actuar en estos casos", añadió la secretaria de Relaciones Exteriores de México.
"En el caso de las afectaciones a empresas mexicanas -recordó- hemos sido muy francos y claros con el Gobierno venezolano para expresarle nuestra preocupación".
Puso como ejemplo cómo en 2008 el Gobierno de México intentó "facilitar el diálogo" entre las autoridades venezolanas y la empresa Cemex, tercer productor mundial de cemento, tras la expropiación de los activos de su filial en el país suramericano.
Insistió en que "como Gobierno" no pueden intervenir directamente en este tipo de procesos que se dan entre otro país y una empresa, aunque en estos casos sí enfatizan en la necesidad de que se respeten todos los derechos de las compañías afectadas "para que no se vean discriminadas de manera injusta".
Respecto a la expropiación de la empresa alimentaria Monaca, refirió que ayer se pusieron en contacto con sus responsables, quienes le explicaron que, al operar como una subsidiaria de una empresa española, "utilizarán el marco jurídico que prima entre Venezuela y España para abordar este tema".
"Pero está claro -concluyó- que de inmediato nos preocupamos y nos ocupamos de poder analizar con ellos, siempre con la anuencia y a solicitud de las empresa afectadas, qué tipo de apoyo pudieran requerir".
El Gobierno venezolano decretó ayer la expropiación de la empresa Sociedad Mercantil Molinos Nacionales mediante un decreto que autoriza la "adquisición forzosa" de la compañía.
Monaca, que cuenta en Venezuela con seis plantas de producción, está controlada por el grupo mexicano Gruma con 72.86 por ciento accionarial, mientras que el 24.14 restante pertenece al banquero venezolano Ricardo Fernández, según datos de la empresa.
Gruma, una de las mayores productoras mundiales de tortillas de maíz, obtuvo en 2009 cerca del 18 por ciento de sus ventas en Venezuela, según datos de la firma mexicana, que ha anunciado que exigirá una indemnización "pronta, adecuada y efectiva".
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