Economía
México propondrá en G-20 soluciones al desempleo: STPS
Planteará el modelo tripartito para la toma de decisiones en el mundo laboral; de convocatoria y paz social; de finanzas públicas sanas, así como a la formalización del empleo, dicen
CIUDAD DE MÉXICO (16/JUL/2013).- México hará importantes contribuciones para encontrar soluciones al desempleo global, durante la reunión de ministros de Finanzas y Trabajo del Grupo de los 20 (G-20) que inició hoy en Moscú, Rusia, adelantó el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Alfonso Navarrete Prida.
En entrevista con Notimex, el funcionario federal destacó que, por primera vez, el G-20 vincula de manera directa el desarrollo de la economía con la generación de empleos, en un escenario donde la principal preocupación de las naciones es la creciente tasa de desocupación, a nivel global.
"La aportación mexicana será importante debido a que planteará el modelo tripartito para la toma de decisiones en el mundo laboral; de convocatoria y paz social; de finanzas públicas sanas, enfocado a la productividad y la capacitación, así como a la formalización del empleo", explicó.
En junio pasado, refirió, propuestas similares de la delegación mexicana fueron tomadas con mucho interés durante la 102 Asamblea de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), celebrada en Ginebra, Suiza.
Navarrete Prida sostuvo que México mantiene una posición privilegiada en el ámbito internacional por varias razones: porque fue presidente del G-20 y lo hizo muy bien con una gestión exitosa, y porque el modelo de convivencia política desarrollado al inicio de este sexenio, con el Pacto por México, ha generado una enorme expectación en el mundo.
Lo único que le faltaba a México para ser un detonante de crecimiento y desarrollo a escala global era tener la certeza de las grandes empresas, los grandes inversores, sobre su estabilidad política, aseguró el secretario del Trabajo.
El Pacto por México deja claro que hay capacidad para que las distintas fuerzas políticas, independientemente de una feroz lucha democrática por el poder, se pongan de acuerdo para transformar al país.
"Esas reformas, ese pacto político, la alternancia de gobierno, junto con la buena gestión como presidente del G-20, han dado una buena expectativa a México en el ámbito internacional", insistió el funcionario federal.
Este escenario es el que ha permitido que el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, desee apoyarse mucho en México, en varias de sus políticas al interior del organismo multilateral, cuando ya no hay organizaciones monolíticas en el ámbito internacional y los modelos tripartitos están cobrando nueva vigencia.
Opinó que la reunión de ministros de Finanzas y del Trabajo del G-20, en Moscú, se da en un momento en el que se están discutiendo muchas ideas en el mundo, con una economía en Estados Unidos que no acaba por arrancar su crecimiento sostenido y vigoroso, aunque hay signos alentadores de que eso va a ocurrir.
También, consideró que hay una situación difícil en Europa, quizá la más compleja de la historia moderna, que incluso pone en riesgo la existencia de la Zona Euro, donde el tema de mayor preocupación no es la estabilidad macroeconómica, ni si hay una inflación alta o baja, o el déficit público, sino del desempleo.
"Desde luego el problema pasa por esos temas, pero la mayor preocupación es el empleo, generar puestos de trabajo, sobre todo para jóvenes. No hay semana en la que la prensa europea (no) señale que el principal problema del mercado laboral es el empleo para jóvenes", destacó.
El responsable de la política laboral de México mencionó que la preocupación no es casual, pues las tasas de desocupación llegan a 27 por ciento en España, a 26 por ciento en Grecia y Turquía, y la tasa promedio en la Unión Europea es de 7.5 por ciento.
Por ello, Alfonso Navarrete comentó que el hecho de que se reúnan ministros de Finanzas y del Trabajo, a petición de la nueva presidencia del G-20 que lleva Rusia, es muy importante porque se van a discutir políticas económicas y cuáles son sus resultados efectivos en la creación de empleo y el mercado laboral.
"Curiosamente la expectativa y confianza del consumidor, que son indicadores esenciales para el crecimiento del país y la expectativa de futuro de crecimiento, se están basando en el número de colocados en la economía norteamericana, y esta expectativa cayó y nos está golpeando a nosotros", indicó.
Recordó que en enero de 2013 se esperaba que la economía de Estados Unidos colocaría a 200 mil trabajadores en un empleo y sólo logró contratar a 156 mil, y en febrero de ese mismo año se repitió la misma circunstancia.
"Entonces el tema ya no está centrado tanto en una crisis de carácter financiero, sino en una crisis de carácter laboral, de posibilidad de creación de trabajo. Y el hecho de que el G-20, que agrupa a 80 por ciento del Producto Interno Bruto mundial y 90 por ciento del comercio global, realice una reunión de este tipo, es de suma trascendencia", apuntó.
Insistió en que la aportación mexicana será valiosa por la decisión del gobierno federal de generar trabajos dignos y formales, con la productividad como factor de crecimiento y desarrollo, y todo ello en un momento en que dos modelos se están debatiendo al interior del hemisferio donde está el país.
Por un lado, hay un modelo de desarrollo que se ha dado en Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, basado en la ocupación total y desvío de las variables macroeconómicas importantes para la creación de empleo, y que parecía exitoso.
Vimos a un Brasil sacando a 40 millones de personas de la pobreza con programas que hizo el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, tendiendo la capacidad de ocupación plena, siendo un país que no se abre, sino que protege desde el interior sus productos y su economía, explicó.
Agregó que dicho modelo se opone a otro que se da en el mismo continente donde están Chile, Colombia, Argentina Colombia, México, que se basa en programas que dejan de ser asistenciales y que convoca a la suma de los factores de producción.
Se pone el acento a la productividad y el respeto a las finanzas públicas sanas, apertura al exterior, competitividad, y de ahí el aumento de la productividad, para participar con éxito en un mundo global, como un México con responsabilidades.
Ambos modelos, anticipó, serán discutidos en la reunión que concluye el viernes 19, donde participan México, Brasil y Argentina, con la salvedad de que el modelo de Brasil está en crisis, donde hay convocatorias a huelgas generales.
Asimismo, de que el modelo venezolano entró en crisis con una devaluación del Bolívar de más de 40 por ciento, con un 70 por ciento de importación de alimentos.
Argentina, también trae problemas de una inflación de dos dígitos, y México, que a pesar de que su economía está creciendo a mayores tasas que sus principales socios comerciales, no le alcanza para cubrir sus necesidades.
Alfonso Navarrete Prida informó, antes de viajar a Moscú, que en su gira de trabajo por Rusia sostendrá además reuniones bilaterales con el director de la OIT, así como con los ministros del Trabajo de China y Japón.
En entrevista con Notimex, el funcionario federal destacó que, por primera vez, el G-20 vincula de manera directa el desarrollo de la economía con la generación de empleos, en un escenario donde la principal preocupación de las naciones es la creciente tasa de desocupación, a nivel global.
"La aportación mexicana será importante debido a que planteará el modelo tripartito para la toma de decisiones en el mundo laboral; de convocatoria y paz social; de finanzas públicas sanas, enfocado a la productividad y la capacitación, así como a la formalización del empleo", explicó.
En junio pasado, refirió, propuestas similares de la delegación mexicana fueron tomadas con mucho interés durante la 102 Asamblea de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), celebrada en Ginebra, Suiza.
Navarrete Prida sostuvo que México mantiene una posición privilegiada en el ámbito internacional por varias razones: porque fue presidente del G-20 y lo hizo muy bien con una gestión exitosa, y porque el modelo de convivencia política desarrollado al inicio de este sexenio, con el Pacto por México, ha generado una enorme expectación en el mundo.
Lo único que le faltaba a México para ser un detonante de crecimiento y desarrollo a escala global era tener la certeza de las grandes empresas, los grandes inversores, sobre su estabilidad política, aseguró el secretario del Trabajo.
El Pacto por México deja claro que hay capacidad para que las distintas fuerzas políticas, independientemente de una feroz lucha democrática por el poder, se pongan de acuerdo para transformar al país.
"Esas reformas, ese pacto político, la alternancia de gobierno, junto con la buena gestión como presidente del G-20, han dado una buena expectativa a México en el ámbito internacional", insistió el funcionario federal.
Este escenario es el que ha permitido que el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, desee apoyarse mucho en México, en varias de sus políticas al interior del organismo multilateral, cuando ya no hay organizaciones monolíticas en el ámbito internacional y los modelos tripartitos están cobrando nueva vigencia.
Opinó que la reunión de ministros de Finanzas y del Trabajo del G-20, en Moscú, se da en un momento en el que se están discutiendo muchas ideas en el mundo, con una economía en Estados Unidos que no acaba por arrancar su crecimiento sostenido y vigoroso, aunque hay signos alentadores de que eso va a ocurrir.
También, consideró que hay una situación difícil en Europa, quizá la más compleja de la historia moderna, que incluso pone en riesgo la existencia de la Zona Euro, donde el tema de mayor preocupación no es la estabilidad macroeconómica, ni si hay una inflación alta o baja, o el déficit público, sino del desempleo.
"Desde luego el problema pasa por esos temas, pero la mayor preocupación es el empleo, generar puestos de trabajo, sobre todo para jóvenes. No hay semana en la que la prensa europea (no) señale que el principal problema del mercado laboral es el empleo para jóvenes", destacó.
El responsable de la política laboral de México mencionó que la preocupación no es casual, pues las tasas de desocupación llegan a 27 por ciento en España, a 26 por ciento en Grecia y Turquía, y la tasa promedio en la Unión Europea es de 7.5 por ciento.
Por ello, Alfonso Navarrete comentó que el hecho de que se reúnan ministros de Finanzas y del Trabajo, a petición de la nueva presidencia del G-20 que lleva Rusia, es muy importante porque se van a discutir políticas económicas y cuáles son sus resultados efectivos en la creación de empleo y el mercado laboral.
"Curiosamente la expectativa y confianza del consumidor, que son indicadores esenciales para el crecimiento del país y la expectativa de futuro de crecimiento, se están basando en el número de colocados en la economía norteamericana, y esta expectativa cayó y nos está golpeando a nosotros", indicó.
Recordó que en enero de 2013 se esperaba que la economía de Estados Unidos colocaría a 200 mil trabajadores en un empleo y sólo logró contratar a 156 mil, y en febrero de ese mismo año se repitió la misma circunstancia.
"Entonces el tema ya no está centrado tanto en una crisis de carácter financiero, sino en una crisis de carácter laboral, de posibilidad de creación de trabajo. Y el hecho de que el G-20, que agrupa a 80 por ciento del Producto Interno Bruto mundial y 90 por ciento del comercio global, realice una reunión de este tipo, es de suma trascendencia", apuntó.
Insistió en que la aportación mexicana será valiosa por la decisión del gobierno federal de generar trabajos dignos y formales, con la productividad como factor de crecimiento y desarrollo, y todo ello en un momento en que dos modelos se están debatiendo al interior del hemisferio donde está el país.
Por un lado, hay un modelo de desarrollo que se ha dado en Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, basado en la ocupación total y desvío de las variables macroeconómicas importantes para la creación de empleo, y que parecía exitoso.
Vimos a un Brasil sacando a 40 millones de personas de la pobreza con programas que hizo el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, tendiendo la capacidad de ocupación plena, siendo un país que no se abre, sino que protege desde el interior sus productos y su economía, explicó.
Agregó que dicho modelo se opone a otro que se da en el mismo continente donde están Chile, Colombia, Argentina Colombia, México, que se basa en programas que dejan de ser asistenciales y que convoca a la suma de los factores de producción.
Se pone el acento a la productividad y el respeto a las finanzas públicas sanas, apertura al exterior, competitividad, y de ahí el aumento de la productividad, para participar con éxito en un mundo global, como un México con responsabilidades.
Ambos modelos, anticipó, serán discutidos en la reunión que concluye el viernes 19, donde participan México, Brasil y Argentina, con la salvedad de que el modelo de Brasil está en crisis, donde hay convocatorias a huelgas generales.
Asimismo, de que el modelo venezolano entró en crisis con una devaluación del Bolívar de más de 40 por ciento, con un 70 por ciento de importación de alimentos.
Argentina, también trae problemas de una inflación de dos dígitos, y México, que a pesar de que su economía está creciendo a mayores tasas que sus principales socios comerciales, no le alcanza para cubrir sus necesidades.
Alfonso Navarrete Prida informó, antes de viajar a Moscú, que en su gira de trabajo por Rusia sostendrá además reuniones bilaterales con el director de la OIT, así como con los ministros del Trabajo de China y Japón.
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