Economía
La madera nacional satisface 30% del consumo del país
Se ha agotado gran parte de los bosques, y la explotación sustentable es algo desconocido para el campo
Lo mismo pasa en la cadena bosque-mueble. “Vivimos exactamente lo mismo”, asegura María Georgina García Martínez, presidenta de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de Productos Forestales (Imexfor), un organismo que agrupa a 54 empresas asociadas que defiende la decisión gubernamental de reducir aranceles a la importación de madera para la elaboración de productos terminados para consumo nacional y exportación.
“Lo ideal sería que hubiera producción nacional suficiente de madera, tanto de coníferas (pino), como de tropicales (cedro, caoba, caobilla). Pero la verdad es que hace tiempo nos acabamos los bosques en México”. La tala indiscriminada, en muchos casos irracional, ha disminuido la producción maderera del país. “Todavía tenemos pino, pero es muy poca y distante de los centros de procesamiento”, aclara García Martínez. “De maderas tropicales, prácticamente ya no tenemos”, lamenta.
“La situación forestal en México desde hace más de 30 años es deficitaria ya que de acuerdo con los datos emitidos por el propio Gobierno y reconocidos en el Programa de Crédito Forestal Nuevas Oportunidades para los Productores y Empresas del Sector, se reconoce que México consume más de 20 millones de metros cúbicos y en el país se producen menos de siete millones, importando el resto principalmente de Estados Unidos y Chile, países con los que tenemos tratado de libre comercio y además tienen una riqueza forestal”, explica.
“Vemos con mucha preocupación para el país, que cierto sector productor, la Anafata (Asociación Nacional de Fabricantes de Tableros de Madera) está presionando a la Secretaría de Economía, en la Dirección de Comercio Exterior, para que se modifique lo publicado el 24 de diciembre del 2008 en relación con el decreto que modifica la tarifa de la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación, pretendiendo que las tasas arancelarias se incrementen”, expone la presidenta de Imexfor.
México requiere importar 60%de sus necesidades forestales, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), “pues la deforestación a la que fue sometida el país en los últimos 100 años, sin un programa eficiente en su oportunidad de reforestación, se traduce en una insuficiencia de materia prima para abastecer el mercado nacional”, dice García Martínez.
En este esfuerzo, Imexfor es acompañada por industriales muebleros, particularmente los de Guadalajara y Ocotlán: la Asociación de Fabricantes de Muebles de Jalisco (Afamjal), la Cámara de la Industria Mueblera de Jalisco (Cimejal) y la Asociación de Fabricantes de Muebles de Ocotlán (Afamo).
“La solución al problema forestal es una cuestión compleja, en la que la tenencia de la tierra, los apoyos económicos para la producción, la regulación de la tala y reforestación no es lo único que se requiere, sino que el tiempo juega un papel preponderante para poder lograr cubrir estas necesidades no sólo de volumen sino de especies”, amplía. “Por tanto, la solución a corto plazo no está en la protección cerrada de cinco o seis productores, sino en visualizar al país como una cadena productiva bosque-mueble y darle al exportador la oportunidad de competir a nivel internacional”.
La pugna
En el lado opuesto, la Anafata ha gestionado ante las autoridades de la Secretaría de Economía que no se reduzcan, sino que se mantengan elevados los aranceles a la importación de maderas.
“La Anafata está dirigida por cinco o seis familias, entre los que están los Pérez Gavilán y los Fernández de Castro, de Durango, y los Ayud, de Chihuahua, que han sido grandes productores pero que ahora también son importadores”, intentando dificultar la importación que hagan otras empresas. “Ellos fueron los madereros del país, y ahora buscan conservar su condición privilegiada”, explica la presidenta de Imexfor.
Este organismo, integrado por 54 asociados, está compuesto sobre todo por importadores y comercializadores de Jalisco, el Distrito Federal, Monterrey y Tijuana, que buscan que la Secretaría de Economía continúe con la reducción de aranceles.
Imexfor busca que, ante la imposibilidad de que el mercado se satisfaga con producto nacional, favorecer la importación de maderas que faciliten la elaboración de muebles, tanto para el mercado nacional como para exportar producto terminado.
“Por supuesto que México tiene la capacidad de importar madera y elaborar producto de valor agregado para comercializar a otros mercados”, dice Georgina García. “Pero también nos interesa la meta de largo plazo, de reforestar para aumentar la producción nacional de madera, aunque eso nos va a llevar 40 ó 50 años”.
TELÓN DE FONDO
Dependencia creciente del exterior
Por la variedad de sus condiciones orográficas y climáticas, México cuenta con un enorme potencial para la producción tanto de madera como de otros productos forestales procesados de mayor valor, tales como pulpa, celulosa y papel. Mientras que en México el ciclo de vida de ciertos árboles desde su siembra hasta su cosecha es de sólo 15 años, en los países nórdicos se requiere para ello de 100 años.
Hasta ahora, México no ha podido aprovechar adecuadamente su potencial forestal, y lejos de constituir una potencia en este sector, nuestro país se ha convertido en un importador de productos forestales. Esto ha sido consecuencia de la caída de la producción nacional y del aumento en el consumo en los últimos años. Asimismo, muchos de los aserraderos y fábricas de papel en México han cerrado, se encuentran subutilizados u operan con tecnologías obsoletas.
En el año 2003, México consumió 27.5 millones de metros cúbicos de madera en rollo; sin embargo, solamente produjo 6.7 millones, importando el resto, principalmente de Estados Unidos y Chile. Para 2008, el consumo de madera en rollo ascendió a 21.6 millones de metros cúbicos, produciéndose en el país únicamente 6.8 millones.
Las importaciones de madera y otros productos forestales han crecido de manera considerable en los últimos años, creando un enorme déficit en el sector. Entre los años 2000 y 2008, el déficit comercial del sector pasó de 3.6 mil millones de dólares a 5.9 mil millones de dólares. De hecho, en 2008 el déficit del sector forestal representó 38% del déficit total de la balanza comercial de México.
Por rubro, los principales productos importados en 2008 lo constituyeron el papel, el cartón y sus manufacturas y, en segundo lugar, la madera y la manufactura de madera.
Claramente, la industria forestal del país ha perdido competitividad frente al exterior, especialmente ante países como Chile o Brasil, que han logrado multiplicar su producción forestal y, al mismo, reducir el costo de sus productos.
FUENTE: Enrique de la Madrid Cordero, director de Financiera Rural.
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