Economía

La bolsa agropecuaria inicia ''al revés''

El intento de establecer un mercado de futuros de maíz en México no genera certidumbre, opina experto

GUADALAJARA, JALISCO (29/OCT/2012).- El intento de establecer una bolsa agropecuaria en México a través del Mercado de Derivados (MexDer) y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), “inició al revés” de lo que ha sido la experiencia internacional. Los contratos de compra-venta de maíz amarillo que se pretenden operar bajo este esquema no traen certidumbre a sus participantes, dado que no garantizan cobertura cambiaria ante las fluctuaciones de la paridad, ni tampoco hacen referencia a los puntos de entrega de la mercancía, expuso el director de la consultoría Commodity, Jorge Puga Ruiz.

Para que esto se lograra, los contratos del MexDer deberían estar en dólares y no en pesos mexicanos y de esta manera enfrentar los posibles cambios en la paridad.

El pasado 24 de octubre, el MexDer presentó su instrumento de futuros sobre maíz, con el objetivo de ofrecer una cobertura de precios sobre el cereal.

El director general de MexDer, Jorge Alegría, anticipó que este futuro aunque será sobre maíz amarillo como el que se comercializa en el Chicago Mercatile Exchange (CME), estará denominado en pesos y en toneladas.

La operación de contratos de maíz amarillo inició con un precio de tres mil 885 pesos por tonelada.

Puga Ruiz hizo notar que los contratos del MexDer no se enfocan al mercado del maíz blanco, principal grano que produce el país y cuyo mercado ha estado distorsionado, o incluso manipulado, como lo ha admitido el secretario de Agricultura, Francisco Mayorga Castañeda.

El también exasesor en comercio agropecuario del Gobierno de Jalisco indicó que, como sucede con los contratos que se operan en la bolsa de Chicago (CBOT, por sus siglas en inglés), los que se operarían en el MexDer deberían tener como referencia los puntos de entrega de la mercancía, algo que no sucede con el reciente esquema puesto en marcha en nuestro país.

Expresó que la experiencia mundial indica que los mercados para la venta de productos derivados, nacen primero de la comercialización de productos físicos (los en granos en el caso de esta nota), para luego avanzar a productos financieros, y en México “se ha iniciado de lo financiero a físico. Ese contrato del MexDer requiere de un punto de entrega…y esto no es lo que requiere el comercio agropecuario del país”. Citó que en Estados Unidos, Brasil y Argentina, pero han sido los mercados de físicos y después los de futuros.

El consultor resaltó que el comercio agropecuario en México, “debe partir de un mercado de físicos y con contratos de maíz blanco, dado que de nada nos sirven las coberturas en el mercado de futuros, si no hay un mercado de físicos sólido, el cual no se ha desarrollado aún en este país, como se ha reflejado en varias circunstancias, como la cosecha de hace un año en la que más de dos millones de toneladas de maíz no se pudieron vender oportunamente.

Detalló que el mercado de físicos requiere de una estructura de apoyo, como una cámara de compensación eficiente, además de un esquema de normas de calidad para los granos, de puntos de entrega de los volúmenes comercializables y de un sistema de certificados de depósito que se puedan bursatilizar en el mercado financiero.

El consultor insistió en que mientras no se tenga un mercado de físicos y su red de soporte, el anuncio reciente del MexDer y sus contratos de futuros de maíz amarillo, “sólo son noticias de relumbrón de fin de sexenio para que los funcionarios públicos afirmen que cumplieron su tarea”, sin que esto responda a la realidad del comercio agropecuario del país y su reto pendiente de transparentar los precios.

Puso de manifiesto que el anuncio de los contratos en el MexDer, para nada sirve en la compraventa del maíz blanco, en la que el productor tiene que vender a un precio castigado para pagar sus deudas. Citó que “actualmente se paga el maíz blanco entre cuatro mil y cuatro mil 250 pesos, cuando traer maíz amarillo desde Estados Unidos supone un gasto de 4,800 pesos”.

Incluso, afirmó que tampoco a los compradores de maíz amarillo les sirven los contratos del MexDer, por la razón de que no ofrecen coberturas ante fluctuaciones del tipo de cambio, ya que no están fijados en dólares.

FICHA TÉCNICA

> De acuerdo con la Sagarpa, los principales beneficiados del primer contrato de futuros de maíz en México serán los productores, comercializadores, industriales e inversionistas financieros del sector agropecuario ante eventualidades en los precios del producto que pudieran presentarse.

> Una de las características del esquema de los futuros de maíz es la reducción del volumen del contrato de Chicago, al pasar de 127 a 25 toneladas, lo que permite el acceso potencial al mercado de futuros a más de 200 mil productores de maíz, con un volumen estimado de 240 mil contratos que dan cobertura a poco más de seis millones de toneladas, diluyendo con ello el impacto de la volatilidad de precios y la incertidumbre al proceso productivo y de comercialización. 

>
El contrato de futuros listado en MexDer establece la obligación de la venta o compra en los términos pactados, de manera que, independientemente de los precios vigentes, al momento del vencimiento del contrato de futuros, los participantes tienen la obligación de honrar el contrato al precio pactado originalmente.

MERCADO DE DERIVADOS

Coberturas más apegadas al modelo mexicano


El establecimiento de una bolsa agropecuaria en México a través del Mercado de Derivados (MexDer) y es el intento más serio de adaptar los instrumentos que están disponibles en el Chicago Mercatile Exchange (CME), la mayor bolsa de derivados del mundo, a las condiciones concretas en México.

De hecho, el CME apoyó el desarrollo de este futuro en México.

Jorge Alegría, director general de MexDer, afirma que este es un segundo paso en la conformación de una Bolsa Agropecuaria en México, después del nuevo esquema de agricultura por contrato de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Saparga).

“Se trata de tener un contrato de maíz que permita coberturas más apegadas a lo que el mercado mexicano necesita, aunque el subyacente sigue siendo maíz amarillo, el tamaño de este contrato es pequeño, de 25 toneladas, y como se opera en México se opera en pesos”.

En el CME es cuatro o cinco veces más grande y se mide bushels.

El titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Francisco Javier Mayorga, comentó que en la medida en que haya una mayor volatilidad en los precios del grano, estos instrumentos derivados son más apetecibles, porque permiten tanto al productos como al consumidor, protegerse de esas variaciones.

Refirió que el año pasado en México, la cosecha primavera verano (que sale entre noviembre y diciembre, llegó a máximos de cinco mil 300 pesos por tonelada, y en la actualidad el precio oscila los tres mil 800 pesos la tonelada.

El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, destacó que dicho instrumento contribuirá a una mejor formación de precios en beneficio de productores, intermediarios y consumidores.

También sería de esperarse, añadió, que propicie una mayor estabilidad del precio de este producto “que hoy es sumamente volátil”.
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