Economía

La UE sigue negociando base legal para supervisor bancario

Los ministros de la UE continúan negociando, tras diez horas de reunión, el marco legal que permitirá crear un supervisor bancario único

BRUSELAS, BÉLGICA (12/DIC/2012).- Los ministros de Economía de la UE continúan negociando, tras diez horas de reunión, el marco legal que permitirá a Europa crear un supervisor bancario único, sin que esté a la vista aún acuerdo alguno, informaron hoy fuentes diplomáticas.

De hecho, tras un largo receso para mantener reuniones bilaterales y buscar consensos, los ministros han retomado solo brevemente la sesión para volver a suspender temporalmente sus deliberaciones, indicaron las fuentes.

Pese a las dificultades para llegar a un acuerdo -se requiere unanimidad de los Veintisiete- el ministro francés de Finanzas, Pierre Moscovici, indicó en su cuenta de la red social Twitter que las negociaciones "avanzan".

La mayor parte del texto de compromiso presentado por la Presidencia chipriota de turno ha sido considerada "equilibrada" por los países, por lo que no habrá grandes cambios, según el ministro de Finanzas de Chipre, Vassos Shiarly, pero sí habrá nuevos textos sobre varios aspectos que aún carecen de consenso.

Por un lado, hay prácticamente consenso sobre el tamaño de los bancos que podrá supervisar directamente el Banco Central Europeo (BCE), que se medirá por unos activos que superan los 30 mil millones de euros o el 20 por ciento del PIB del Estado miembro participante.

Además, Fráncfort se encargaría de supervisar a las entidades que tengan filiales en al menos dos otros países participantes -una propuesta que el BCE no ve necesaria- y siempre controlaría un mínimo de dos entidades en cada Estado miembro.

Mientras, los supervisores nacionales se dedicarían a los bancos "menos significativos", que se definirán por su tamaño, la importancia que suponen para la economía de la UE o cualquier Estado miembro y la significancia de sus actividades transfronterizas.

No obstante, el BCE podría en cualquier momento ejercer directamente la supervisión.

Alemania -preocupada por sus bancos regionales- reiteró que Fráncfort solo debe tener el poder de hacerse cargo de casos individuales bajo criterios definidos y flexibles.

Otro problema es la exigencia de Alemania de erigir una "muralla china" para separar la política monetaria de la tarea de supervisión del BCE, a fin de no comprometer la independencia de la institución.

Para ello, el ministro alemán, Wolfgang Schäuble, abogó por un cambio limitado del Tratado, pero reconoció que esto no será posible a corto plazo, por lo que defendió una solución interina.

La aplicación por fases de la supervisión del BCE también plantea dificultades, dado que el texto chipriota establece el 1 de abril de 2014 como fecha límite para que la entidad asuma todas sus labores, algo que España no quiere aceptar.

Por otro lado, todavía hay dos grupos que defienden diferentes sistemas de votación en la Autoridad Bancaria Europea (ABE), organismo que seguirá definiendo los estándares técnicos para la supervisión bancaria de la UE, y que toma sus decisiones por mayoría cualificada.

La propuesta chipriota plantea dos opciones: mantener el actual sistema, opción que defiende España, o establecer una mayoría cualificada, compuesta a su vez por una mayoría simple de los países participantes y una mayoría simple de los países que no participarán en el supervisor.

Esta última opción garantizaría a Reino Unido no quedar en minoría y varios Estados miembros se mostraron dispuestos a aceptarla.

A estos problemas se añade el de la rotación prevista en un comité de dirección asistida que ayudaría al consejo de supervisión -que toma decisiones antes de pasarlas al consejo de gobierno del BCE para su aprobación- a preparar las reuniones pero sin incluir a todos los Estados miembros que se sumen al supervisor único.
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