Economía
La OMC no puede quedarse en un modo defensivo: Blanco
Hoy se comienza con la última ronda de consultas para designar al próximo director general de la organización
GINEBRA, SUIZA (01/MAY/2013).- La Organización Mundial del Comercio (OMC) tiene mucho que cambiar, empezando por esa actitud defensiva en la que ella y el centenar y medio de países que la integran se han atrincherado, dijo en una entrevista con Efe el candidato mexicano a ser su próximo director general, Herminio Blanco Mendoza.
"Hay muchas cosas que cambiar. El elemento fundamental que hay que resolver es que no puede seguir en el modo defensivo en el que se encuentra, no podemos volver a caer en esto", respondió a la pregunta de cuál es el cambio más urgente que debe acometer quien ocupe el puesto que dejará el próximo 31 de agosto el francés Pascal Lamy.
La organización que concibe, emite y vela por el respeto de las reglas internacionales del comercio "no puede estar detrás, sino en el frente, pensando en lo que va a pasar en el futuro. Y las reglas deben reflejar esto", sostuvo quien fuese ministro de Comercio de México, así como jefe negociador de un acuerdo comercial que sentó precedentes: el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA).
Las palabras de Blanco, de 62 años, coinciden con el inicio de la última etapa del proceso de selección del próximo director general de la OMC, puesto para el que ha quedado finalista y compite con el embajador de Brasil ante esta misma organización, Roberto Azevêdo.
Otros tres embajadores ante la OMC -de Pakistán, Canadá y Suecia- empezarán hoy la última ronda de consultas entre los 159 Estados miembros de la institución para designar al ganador, quien requerirá un apoyo no sólo numérico, sino amplio en términos geográficos y de desarrollo socioeconómico de los países electores.
Las negociaciones comerciales en la OMC -conocidas como la Ronda de Doha- llevan paralizadas algunos años por la incapacidad de encontrar elementos de convergencia suficientes para la liberalización de los sectores agrícola, industrial y de servicios, a pesar de lo cual Blanco no duda en señalar que no hay alternativa, más que concluirlas con éxito.
"Si no hay una solución sustancial a la agenda de desarrollo de Doha no hay forma de lanzar otras negociaciones. Si no ocurre, la organización caería en el riesgo de convertirse en irrelevante", alerta al ser preguntado sobre la conveniencia o no de aceptar el fracaso del actual ciclo de negociaciones y comenzar uno nuevo partiendo de cero.
"No hay opción a Doha, pero también es necesario hablar de otros temas, como de qué hacer para mantener a la OMC como una entidad competitiva, que pueda ofrecer beneficios a todos sus miembros", insiste.
El equipo de campaña de Blanco, quien se ha recorrido medio mundo y aprovechado últimamente todos los foros regionales posibles para ganar adeptos a su candidatura, no puede ocultar su optimismo con respecto a las posibilidades de verle aupado como nuevo director general de la OMC.
Frente a su rival brasileño, quien presenta su conocimiento del intrincado mundo de la OMC como una ventaja frente a la candidatura mexicana, Blanco opina justamente lo contrario.
"El atractivo de mi candidatura es que no estoy aquí, que traigo una visión de fuera, que soy capaz de tener credibilidad tanto en el exterior como al interior. Pensar que alguien que ha sido parte del proceso vaya de repente a resolverlo... me parece un poco más difícil", comenta.
En ambas partes, los cálculos se multiplican furiosamente para intentar tener una idea clara de las posibilidades reales de victoria y, aunque diversos observadores confirman que Blanco tiene un amplio respaldo, también es cierto que algunos importantes países son reacios a otorgarle su confianza.
A ellos, Blanco les dice: "Estoy convencido de que todos saben de que soy capaz de entregarles algo diferente. Todos saben que seguir con el 'status quo' es inaceptable".
Más aún, destaca que él no sólo tiene una vasta experiencia en negociaciones comerciales, sino que éstas fueron exitosas.
"Yo las inicie, yo las lleve (adelante) y yo las entregué con resultados exitosos" al Gobierno mexicano, recuerda.
A ello agrega que su periodo como ministro le dio el "conocimiento político y la capacidad de relacionarme con jefes de Estado, lo que también es fundamental".
De su experiencia de la última década en el sector privado, incide en que le permitió entender lo que se espera de la OMC en el mundo de los negocios.
Esta previsto que las consultas de selección en la OMC concluyan el próximo martes y que ese mismo día se comunique en privado el resultado a las delegaciones de Brasil y México.
Hasta entonces, Blanco tiene previsto todavía alguno que otro breve viaje, pero sobre todo permanecer en su "cuartel general" de Ginebra, donde su tiempo hasta el próximo día 7 está cronometrado y pretende aprovechar cada minuto para ganar algún respaldo adicional.
"Hay muchas cosas que cambiar. El elemento fundamental que hay que resolver es que no puede seguir en el modo defensivo en el que se encuentra, no podemos volver a caer en esto", respondió a la pregunta de cuál es el cambio más urgente que debe acometer quien ocupe el puesto que dejará el próximo 31 de agosto el francés Pascal Lamy.
La organización que concibe, emite y vela por el respeto de las reglas internacionales del comercio "no puede estar detrás, sino en el frente, pensando en lo que va a pasar en el futuro. Y las reglas deben reflejar esto", sostuvo quien fuese ministro de Comercio de México, así como jefe negociador de un acuerdo comercial que sentó precedentes: el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA).
Las palabras de Blanco, de 62 años, coinciden con el inicio de la última etapa del proceso de selección del próximo director general de la OMC, puesto para el que ha quedado finalista y compite con el embajador de Brasil ante esta misma organización, Roberto Azevêdo.
Otros tres embajadores ante la OMC -de Pakistán, Canadá y Suecia- empezarán hoy la última ronda de consultas entre los 159 Estados miembros de la institución para designar al ganador, quien requerirá un apoyo no sólo numérico, sino amplio en términos geográficos y de desarrollo socioeconómico de los países electores.
Las negociaciones comerciales en la OMC -conocidas como la Ronda de Doha- llevan paralizadas algunos años por la incapacidad de encontrar elementos de convergencia suficientes para la liberalización de los sectores agrícola, industrial y de servicios, a pesar de lo cual Blanco no duda en señalar que no hay alternativa, más que concluirlas con éxito.
"Si no hay una solución sustancial a la agenda de desarrollo de Doha no hay forma de lanzar otras negociaciones. Si no ocurre, la organización caería en el riesgo de convertirse en irrelevante", alerta al ser preguntado sobre la conveniencia o no de aceptar el fracaso del actual ciclo de negociaciones y comenzar uno nuevo partiendo de cero.
"No hay opción a Doha, pero también es necesario hablar de otros temas, como de qué hacer para mantener a la OMC como una entidad competitiva, que pueda ofrecer beneficios a todos sus miembros", insiste.
El equipo de campaña de Blanco, quien se ha recorrido medio mundo y aprovechado últimamente todos los foros regionales posibles para ganar adeptos a su candidatura, no puede ocultar su optimismo con respecto a las posibilidades de verle aupado como nuevo director general de la OMC.
Frente a su rival brasileño, quien presenta su conocimiento del intrincado mundo de la OMC como una ventaja frente a la candidatura mexicana, Blanco opina justamente lo contrario.
"El atractivo de mi candidatura es que no estoy aquí, que traigo una visión de fuera, que soy capaz de tener credibilidad tanto en el exterior como al interior. Pensar que alguien que ha sido parte del proceso vaya de repente a resolverlo... me parece un poco más difícil", comenta.
En ambas partes, los cálculos se multiplican furiosamente para intentar tener una idea clara de las posibilidades reales de victoria y, aunque diversos observadores confirman que Blanco tiene un amplio respaldo, también es cierto que algunos importantes países son reacios a otorgarle su confianza.
A ellos, Blanco les dice: "Estoy convencido de que todos saben de que soy capaz de entregarles algo diferente. Todos saben que seguir con el 'status quo' es inaceptable".
Más aún, destaca que él no sólo tiene una vasta experiencia en negociaciones comerciales, sino que éstas fueron exitosas.
"Yo las inicie, yo las lleve (adelante) y yo las entregué con resultados exitosos" al Gobierno mexicano, recuerda.
A ello agrega que su periodo como ministro le dio el "conocimiento político y la capacidad de relacionarme con jefes de Estado, lo que también es fundamental".
De su experiencia de la última década en el sector privado, incide en que le permitió entender lo que se espera de la OMC en el mundo de los negocios.
Esta previsto que las consultas de selección en la OMC concluyan el próximo martes y que ese mismo día se comunique en privado el resultado a las delegaciones de Brasil y México.
Hasta entonces, Blanco tiene previsto todavía alguno que otro breve viaje, pero sobre todo permanecer en su "cuartel general" de Ginebra, donde su tiempo hasta el próximo día 7 está cronometrado y pretende aprovechar cada minuto para ganar algún respaldo adicional.
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