Economía

Joseph Stiglitz urge a México a independizarse de EU

Advierte que las propuestas políticas de Trump podrían provocar efectos adversos en su propio país

CIUDAD DE MÉXICO (07/FEB/2017).- Las perspectivas económicas de mediano plazo para Estados Unidos no son positivas y su gobierno dejó de ser confiable, en consecuencia, a México le urge reducir su dependencia de esa economía particularmente en su consumo de gas natural, advirtió Joseph Stiglitz.

Para México el riesgo no está precisamente en una eventual salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pues aun así contaría con los beneficios de bajos aranceles incluidos en el concepto de “nación más favorecida” de la Organización Mundial de Comercio (OMC) al que pertenecen ambos países, comentó el viernes por la mañana este premio Nobel de Economía nacido hace 73 años en el conservador estado de Indiana.

“La verdadera amenaza para nuestros estándares de vida es dejar la OMC”, alertó el economista.

Este escenario supone un reto extraordinario para una economía tan dependiente de Estados Unidos como la mexicana, destacó en el Club de Industriales de la Ciudad de México.

La cercanía de los mexicanos con su vecino del norte resulta “razonable” cuando esa nación actúa de manera “razonable”, opinó. “Pero Estados Unidos algunas veces se comporta de mal modo”, resaltó.

“Ustedes son muy dependientes del gas estadounidense. Eso es alarmante”, dijo Stiglitz.

Comparó esa circunstancia con la que advirtió a Europa repetidamente respecto a su dependencia de Rusia. “Necesitan diversificar sus fuentes de gas urgentemente” recomendó.

Expuso que el desarrollo económico mostrado por México puede ir más lejos, pero requiere de diversificar sus relaciones comerciales con el mundo.

En torno al futuro de Estados Unidos, Stiglitz indicó que la agresiva reducción de impuestos pretendida por el presidente de su país, Donald Trump, tendrá un doble impacto.

De aplicarse, éste aumentará el déficit gubernamental e incrementará el valor del dólar globalmente por su impacto en la atracción de inversiones.

En consecuencia, aumentará el déficit en cuenta corriente de los Estados Unidos al encarecer sus exportaciones y abaratar las compras del exterior, creando el efecto contrario justamente al que pretende el mandatario estadounidense, expuso Stiglitz en una reunión con legisladores de distintos partidos políticos mexicanos convocada por el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza.

De esta manera, la población que lo apoyó con su voto para alcanzar la presidencia podría decepcionarse con los resultados económicos de su gestión, pues este efecto se combinaría con el cierre de puestos laborales provocado por la eliminación de vínculos comerciales que hoy operan bajo el marco legal de tratados de libre comercio, explicó.

“La creación de empleos puede no ocurrir, pero la destrucción de empleos es real”, dijo.

Trump obtuvo los votos de una población que enfrenta la realidad de un salario mínimo equivalente al de hace 60 años en Estados Unidos y un salario medio comparable con aquél que se pagaba 42 años atrás.

Esa misma gente encara la caída en la esperanza de vida en el país vecino y un gasto en cuidado de la salud que alcanza el 17 por ciento de su producto interno bruto, explicó.

Los votantes esperaban soluciones de un gobierno que ofreció el cambio, como el de Barack Obama, pero enfrentaron la circunstancia de que aquellos que causaron la crisis económica de la década pasada, fueron también los más beneficiados en cuanto la economía comenzó a corregir el rumbo.

Ahora con Trump esperan que regresen trabajos de manufactura que perdieron paulatinamente, pero el 80 por ciento de esas plazas desaparecieron no por causa de tratados comerciales, sino por la llegada de nuevas tecnologías, tal como ocurrió en el campo, refirió el Nobel.

“Hoy el 3 por ciento de la población produce más comida que aquella que una sociedad obesa puede consumir”, ejemplificó.

El sector automotriz que llegó a pagar 45 dólares por hora por trabajador hoy paga 15 dólares. Eso no aumentará el estándar de vida de los estadounidenses, advirtió Stiglitz respecto del interés de Trump de motivar el retorno de inversiones de esta industria a su nación.

Condenó también el impuesto de ajuste fronterizo que pretende aplicar el Partido Republicano, cuya complejidad de aplicación en su momento fue criticada por el mismo Donald Trump

Pero a la postre, el presidente estadounidense amenazó con aplicar ese tipo de gravamen en una tasa de 20 por ciento a las importaciones procedentes de naciones como México.

Establecer un impuesto del 20 por ciento para castigar las importaciones es regresar a un mundo previo a la Gran Depresión de 1929, explicó Stiglitz.

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