Economía

Ingresos públicos, en línea con lo programado: CEESP

El organismo privado considera prematuro afirmar que se lograrán los objetivos planeados para este año

CIUDAD DE MÉXICO (09/ABR/2017).- Durante el primer bimestre del año, las finanzas del sector público reportan resultados favorables y si bien aún es prematuro afirmar que se lograrán los objetivos planteados para todo el ejercicio, van en línea con lo programado, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

 De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en el lapso enero-febrero el sector público acumuló un total de ingresos de 759 mil 130.3 millones de pesos, cifra que resultó 6.9 por ciento real superior al monto registrado en igual periodo de 2016, lo que en términos absolutos significó 81 mil 497.9 millones de pesos más.

 De estos recursos adicionales, 71.0 por ciento provino del incremento de 5.2 por ciento en los ingresos no petroleros, especialmente por el alza de 4.7 por ciento de los tributarios, que generaron el 52.6 por ciento de este aumento en los ingresos, anotó.

 En su reporte semanal "Análisis económico ejecutivo", el organismo privado destacó que en materia de ingresos, el sector público ha tenido un buen inicio del año, incluso también mejor a lo que se preveía en el programa económico.

 Según el calendario mensual del pronóstico de los ingresos del sector público para 2017, se anticipaban ingresos por 711 mil 837.9 millones de pesos, cifra que finalmente se superó en 47 mil 292.4 millones de pesos.

 En materia de gasto, aunque se aprecia un mejor desempeño en la asignación de los recursos, las cifras muestran presiones para las finanzas públicas, precisó el organismo de análisis e investigación del sector privado.

 El reporte de la SHCP señala que en los primeros dos meses se asignaron recursos por un total de 797 mil 952.8 millones de pesos, lo que significó un avance de 2.2 por ciento en términos reales respecto a 2016, que en términos absolutos representó un aumento de poco más de 53 mil millones de pesos.

 El CEESP refirió que este aumento en la asignación de recursos tuvo su origen principal en el incremento de 25.9 por ciento en el gasto no programable, impulsado por un avance de 57.1 por ciento en el costo financiero de la deuda y por el alza de 19.4 por ciento en el rubro de participaciones a entidades federativas, explicado por una mayor recaudación tributaria.

 Esto implica que el margen de maniobra de las autoridades hacendarias se concentra en el gasto programable, el cual tuvo una disminución anual de 5.2 por ciento en términos reales, lo que es una señal de mayores esfuerzos por ajustar el gasto, resaltó.

 A pesar de esto, un aspecto que puede ser preocupante es que el gasto público siguió por arriba de lo aprobado por el Congreso, lo cual abona a la incertidumbre de lograr las metas de balance al cierre del ejercicio, acotó.

 Las cifras indican que el gasto total del sector público en el primer bimestre del año superó en 49 mil 380.7 millones de pesos lo aprobado para ese periodo, y en su opinión, los ingresos adicionales a lo programado deberían canalizarse a reducir más el déficit y no ser utilizados en gasto.

 El organismo estimó que un aspecto que llama la atención y que puede ir generando una percepción más favorable sobre las acciones para fortalecer las finanzas del país, es el registro de un superávit primario equivalente a 39 mil 683.6 millones de pesos, casi la mitad del objetivo para todo el año de un superávit de 78 mil 190.6 millones, que representa 0.4 por ciento del PIB.

 No hay duda de que lograr este objetivo de balance primario es relevante, pero también hay que insistir que no es suficiente para lograr que la deuda pública tenga una disminución importante, expuso.

 El CEESP reiteró que para lograr que las deuda del país se mantenga como proporción del Producto Interno Bruto se requiere un superávit primario de aproximadamente 1.4 por ciento del PIB, lo que significa 291 mil 841 millones de pesos.

 Si bien los resultados recientes muestran un mejor desempeño de las finanzas públicas, aún existen factores que pueden incidir negativamente en el transcurso del año, entre ellos la tasa de interés más alta, lo que impactará en el costo financiero de la deuda, uno de los principales rubros que propician un mayor gasto.

 Por otro lado, refirió, los efectos del aumento del precio de los combustibles y la depreciación del tipo de cambio a principios del año ya se reflejan claramente en la evolución de los precios al consumidor, lo que es una de las principales preocupaciones del Banco de México y una de las razones de la decisión del instituto central para elevar las tasas de interés.

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