Economía
Industria de refrigeración crece hasta 25% anual
El sector alberga un crecimiento de alrededor del 45% al año
GUADALAJARA, JALISCO (16/AGO/2012).- EL CRECIMIENTO económico que se ha presentado en el Bajío ha impulsado una industria lateral de proveeduría de alta capacidad de crecimiento en México: la del aire acondicionado.
Sofanor Alarcón, vocero de la Sociedad Americana de Ingenieros en Refrigeración y Aire Acondicionado, comentó a El Economista que esta industria, constituida por la manufactura de equipos y venta, instalación y mantenimiento, registra tasas de crecimiento anuales de entre 20 y 25% en México.
Esto, según el entrevistado, lo convierte en uno de los mercados con más posibilidades de florecer en una gran variedad de ramas en los estados, principalmente, en la construcción y la manufactura de medios de transporte.
Explica que, con la llegada de grandes inversiones en los sectores de manufactura automotriz, así como aeroespacial, la región alberga un crecimiento en la industria del aire acondicionado, aproximado a 45% anual.
Además, se suma el crecimiento de la edificación de edificios altos y cerrados, es decir sin ventanas, y la proliferación de casas de ingreso medio.
Erick Ramírez
erick.ramirez@eleconomista.mx
Sofanor Alarcón, vocero de la Sociedad Americana de Ingenieros en Refrigeración y Aire Acondicionado, comentó a El Economista que esta industria, constituida por la manufactura de equipos y venta, instalación y mantenimiento, registra tasas de crecimiento anuales de entre 20 y 25% en México.
Esto, según el entrevistado, lo convierte en uno de los mercados con más posibilidades de florecer en una gran variedad de ramas en los estados, principalmente, en la construcción y la manufactura de medios de transporte.
Explica que, con la llegada de grandes inversiones en los sectores de manufactura automotriz, así como aeroespacial, la región alberga un crecimiento en la industria del aire acondicionado, aproximado a 45% anual.
Además, se suma el crecimiento de la edificación de edificios altos y cerrados, es decir sin ventanas, y la proliferación de casas de ingreso medio.
Erick Ramírez
erick.ramirez@eleconomista.mx
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