Economía
Hillary Clinton pide un aumento de los impuestos a los ricos
''Uno de los temas que he propuesto abordar en todo el mundo son los gravámenes equitativos, especialmente a las élites de todos los países'', dijo Clinton en una conferencia en Nueva York
"Uno de los temas que he propuesto abordar en todo el mundo son los gravámenes equitativos, especialmente a las élites de todos los países", dijo Clinton en una conferencia en Nueva York.
En un foro realizado al margen de la Asamblea general de la ONU, la secretaria de Estado arrancó algunas carcajadas cuando dijo: "ustedes saben que estoy desconectada de la política estadounidense, pero es un hecho en todo el mundo que las élites de todos los países están haciendo dinero".
El presidente demócrata Barack Obama, quien aspira a ser reelecto en noviembre, y su rival republicano, Mitt Romney, tienen enfoques muy diferentes sobre cómo estimular la debilitada economía estadounidense.
El multimillonario exempresario y exgobernador Romney propuso reducir de forma generalizada en 20% el impuesto a la renta, eliminar los impuestos a las ganancias de capital y rebajar drásticamente la tasa de los impuestos a las empresas.
Obama señaló que el plan de recortes de impuestos de cinco billones de dólares de Romney beneficiará básicamente a los ricos y que obligará al gobierno de Estados Unidos a aumentar los impuestos a las familias con hijos en unos dos mil dólares anuales.
Obama propone, en cambio, mayores impuestos directos a los más ricos del país.
En su exposición en el Clinton Global Initiative, la secretaria de Estado insistió: "hay ricos en todas partes y aún no contribuyen al crecimiento de sus propios países".
"No invierten en escuelas públicas ni en hospitales ni en el desarrollo interno", dijo en la fundación financiada por su marido, el expresidente demócrata Bill Clinton.
Si los países quieren dejar de ser meros receptores de ayuda, añadió Clinton, los impuestos son vitales "para movilizar sus propios recursos domésticos para un desarrollo a largo plazo". "Esto supone que los líderes digan a los poderosos cosas que éstos no quieren oir", señaló.
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