Economía

Grupo Herdez combate la desnutrición en Oaxaca

Héctor Hernández-Pons Torres señaló que el próximo año espera integrar al programa a otras comunidades, principalmente de Chiapas

CIUDAD DE MÉXICO.- Héctor Hernández-Pons Torres, presidente y director general de Grupo Herdez Del Fuerte, reiteró el compromiso de la Fundación Herdez Nutre de continuar apoyando programas de responsabilidad social en México, como el que lleva a cabo en ocho comunidades indígenas de la sierra norte y costa del estado de Oaxaca.

“No sólo se ha logrado erradicar la desnutrición materno-infantil, sino también la pobreza, la desigualdad y marginación a la que se ha sometido las mujeres por el fenómeno migratorio”, expuso.

El filántropo señaló que el próximo año espera integrar al programa a otras comunidades, principalmente de Chiapas, para ello se destinará 2% de las utilidades del Grupo Herdez Del Fuerte. Gracias a las labores que realiza Herdez Nutre, se han mejorado las perspectivas de ocho comunidades indígenas que incluyen a zapotecos, mixtecos y mixes.

Para llevar a cabo esta labor se ha contado con el apoyo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán ( INNSZ), a través del doctor Héctor Bourges Rodríguez, director de Nutrición; además se tiene el respaldo de la maestra Silvia Díez-Urdanivia Coria, investigadora de la misma institución.

“Dentro del Grupo Herdez consideramos la desnutrición de los niños y niñas de México como un problema de primer orden con necesidad inmediata de ser resuelto y con consecuencias graves”, señala Hernández-Pons Torres. “Somos una empresa humana, preocupada por la nutrición de nuestro país y por mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades rurales; decidimos trabajar para ponerle solución y buscar la erradicación de este flagelo”.

El programa entró en operación en octubre de 2006 en las regiones de Santiago Laxopa, San Francisco Jayacaxtepec, La Luz, Santa María Yacochi, Santa Catarina Yahuio, Palma Sola, Charco Redondo y Chacalapa, comunidades de Oaxaca.

Por su parte, Silvia Díez-Urdanivia Coria comentó que en cuatro años de trabajo “hemos reducido los niveles de desnutrición en 80% de los pequeños al llevarlos a niveles normales de peso. Estas acciones contribuyen a disminuir de manera importante los efectos adversos que la desnutrición infantil acarrea a lo largo de la vida, como problemas en el neurodesarrollo, el aumento de enfermedades crónicas, bajo rendimiento escolar y laboral”.

La investigadora del INNSZ comentó que el éxito de este modelo radica en dar a los pobladores herramientas necesarias para poner en marcha empresas sociales autosustentables que han dotado a mujeres de madurez y autosuficiencia económica.

“Al día de hoy se ha puesto en marcha una panadería, una rosticería, una fábrica de conserva de alimentos, un criadero de truchas y dos cajas de ahorro; estas últimas en 2009 con 42 socias”, dice.

Como parte de los logros alcanzados, destacó que también se han impartido 35 talleres interactivos sobre salud y fomento a la nutrición, arrancaron 335 granjas de pollos con paquetes de aves de corral y gallinas ponedoras, 320 huertos de traspatio y 15 huertos biointensivos para la producción de hortalizas, los cuales abastecen a muchas familias.

Díez-Urdanivia comentó que un problema grave detectado desde 2006 fue la falta de espacios para cocinar.

Actualmente, gracias al apoyo de empleados voluntarios de Grupo Herdez, se han edificado 199 estufas
ecológicas que facilitan la preparación de alimentos, reducen 50% el consumo de leña y favorecen la calidad del aire al interior de casas.

-Labor social de la fundación


La fundación, con el fin de preservar la cocina mexicana ofrece cursos y talleres abiertos al público. En 2008, con la Universidad del Claustro de Sor Juana impartió seis cursos de cocina mexicana.

Apoya a damnificados con cajas de alimentos y tiene alianzas con instituciones de filantropía.

Entre los talleres de capacitación que imparte están: cursos a madres de familia con el fin de crear conciencia de la importancia de la alimentación para la salud y cambiar sus hábitos alimenticios.

De igual manera se les capacita para que puedan realizar diagnósticos nutricionales de sus hijos.

Ha creado material didáctico sobre obesidad, sobrepeso y otras enfermedades causadas por la mala alimentación, y se difunde en las comunidades.

También se emprenden proyectos productivos que coadyuven a la mejor alimentación de las familias y fomenten la autosuficiencia de las mujeres.
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