Economía
Fed analizará política monetaria en medio de nueva tormenta financiera
La Reserva Federal decidirá mañana sobre su política monetaria, y entre los analistas han crecido las expectativas de una bajada en las tasas de interés
Ben Bernanke tendrá que estudiar las distintas tareas que tiene pendiente, y que en algunos casos pueden tener efectos perniciosos sobre la inflación.
Así, la autoridad monetaria analizará la necesidad de dar aliento al gasto de los consumidores que equivale a más de dos tercios del producto interior bruto de Estados Unidos-, así como dar sustento al sistema financiero, que ahora requiere fuertes dosis de dinero.
Desde abril la Reserva ha mantenido en el 2 por ciento la tasa de interés de referencia.
Hace un año esa tasa estaba en el 5,25 por ciento, pero el banco central ha ido aflojando gradualmente su política monetaria para alentar el gasto de los consumidores y la actividad económica.
Hasta el viernes pasado, la mayoría de los analistas calculaba que la Reserva, en su reunión del 16 de septiembre, mantendría los tipos debido a su preocupación por los empujes inflacionarios.
Los especuladores daban entonces solo un 12 por ciento de probabilidades de una baja de la tasa.
Pero durante el fin de semana, el banco financiero Lehman Brothers se fue a la quiebra y el gigante Merrill Lynch se salvó de igual destino porque Bank of America decidió adquirirlo por unos 50.000 millones de dólares.
Mientras tanto, la aseguradora American International Group (AIG) andaba a la búsqueda de un préstamo de unos 40.000 millones de dólares de la Reserva para mantenerse en pie.
Debido a estos acontecimientos, hoy subieron al 70 por ciento las probabilidades que los especuladores en futuros de bonos del Tesoro ven que la Reserva baje en un cuarto de punto porcentual la tasa de interés interbancario de corto plazo.
Como parte de los salvavidas que el Gobierno de EU ha lanzado a los mercados financieros desde el año pasado, la Reserva Federal indicó que extendería sus facilidades de préstamos a algunas instituciones financieras con problemas.
Desde diciembre pasado, la Reserva ha inyectado unos 600.000 millones de dólares en los mercados, y ahora los analistas creen posible que mañana reduzca la tasa de descuento que cobra a los bancos por los préstamos de corto plazo.
La Reserva Federal ha mantenido la tasa de descuento en el 2,25 por ciento desde fines de abril. En junio del año pasado ese costo del dinero para los bancos estaba en el 6,25 por ciento.
Los préstamos tomados por los bancos de la Reserva con tasa de descuento alcanzaron niveles sin precedentes con un promedio de 23.500 millones de dólares en las últimas ocho semanas.
Un año atrás el promedio semanal de préstamos era de unos 779 millones de dólares.
Las cifras del Gobierno muestran que las ventas de minoristas bajaron en agosto, un mes cuando el índice de desempleo subió al 6,1 por ciento, el nivel más alto en cinco años.
De acuerdo con el Departamento de Trabajo, el índice de precios de productor (IPP), que señala la inflación al nivel de mayoristas y que en julio había subido un 1,2 por ciento, bajó un 0,9 por ciento en agosto pero esa reducción se debió casi totalmente a la baja de los precios de la energía.
Si se excluyen los precios de alimentos y energía, que son los más volátiles, la inflación subyacente del IPP en agosto fue del 0,2 por ciento. En los últimos doce meses, los precios que pagan los productores por las materias primas y artículos para la producción han subido un 9,6 por ciento.
WASHINGTON, EU.- En su reunión de mañana, la institución que preside
Así, la autoridad monetaria analizará la necesidad de dar aliento al gasto de los consumidores que equivale a más de dos tercios del producto interior bruto de Estados Unidos-, así como dar sustento al sistema financiero, que ahora requiere fuertes dosis de dinero.
Desde abril la Reserva ha mantenido en el 2 por ciento la tasa de interés de referencia.
Hace un año esa tasa estaba en el 5,25 por ciento, pero el banco central ha ido aflojando gradualmente su política monetaria para alentar el gasto de los consumidores y la actividad económica.
Hasta el viernes pasado, la mayoría de los analistas calculaba que la Reserva, en su reunión del 16 de septiembre, mantendría los tipos debido a su preocupación por los empujes inflacionarios.
Los especuladores daban entonces solo un 12 por ciento de probabilidades de una baja de la tasa.
Pero durante el fin de semana, el banco financiero Lehman Brothers se fue a la quiebra y el gigante Merrill Lynch se salvó de igual destino porque Bank of America decidió adquirirlo por unos 50.000 millones de dólares.
Mientras tanto, la aseguradora American International Group (AIG) andaba a la búsqueda de un préstamo de unos 40.000 millones de dólares de la Reserva para mantenerse en pie.
Debido a estos acontecimientos, hoy subieron al 70 por ciento las probabilidades que los especuladores en futuros de bonos del Tesoro ven que la Reserva baje en un cuarto de punto porcentual la tasa de interés interbancario de corto plazo.
Como parte de los salvavidas que el Gobierno de EU ha lanzado a los mercados financieros desde el año pasado, la Reserva Federal indicó que extendería sus facilidades de préstamos a algunas instituciones financieras con problemas.
Desde diciembre pasado, la Reserva ha inyectado unos 600.000 millones de dólares en los mercados, y ahora los analistas creen posible que mañana reduzca la tasa de descuento que cobra a los bancos por los préstamos de corto plazo.
La Reserva Federal ha mantenido la tasa de descuento en el 2,25 por ciento desde fines de abril. En junio del año pasado ese costo del dinero para los bancos estaba en el 6,25 por ciento.
Los préstamos tomados por los bancos de la Reserva con tasa de descuento alcanzaron niveles sin precedentes con un promedio de 23.500 millones de dólares en las últimas ocho semanas.
Un año atrás el promedio semanal de préstamos era de unos 779 millones de dólares.
Las cifras del Gobierno muestran que las ventas de minoristas bajaron en agosto, un mes cuando el índice de desempleo subió al 6,1 por ciento, el nivel más alto en cinco años.
De acuerdo con el Departamento de Trabajo, el índice de precios de productor (IPP), que señala la inflación al nivel de mayoristas y que en julio había subido un 1,2 por ciento, bajó un 0,9 por ciento en agosto pero esa reducción se debió casi totalmente a la baja de los precios de la energía.
Si se excluyen los precios de alimentos y energía, que son los más volátiles, la inflación subyacente del IPP en agosto fue del 0,2 por ciento. En los últimos doce meses, los precios que pagan los productores por las materias primas y artículos para la producción han subido un 9,6 por ciento.
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