Economía

Enfrentan ministros de OMC otro día decisivo para la Ronda de Doha

Se llevará a cabo reunión decisiva para el futuro de la liberalización del comercio global

GINEBRA, SUIZA.- Los ministros de más de 30 países de la Organización Mundial del Comercio volverán el domingo a reunirse para la primera evaluación conjunta de la propuesta presentada el viernes en medio de las diferencias que han dividido a los principales bloques de aliados.

Este domingo promete ser otro día decisivo para el futuro de la Ronda de Doha para la liberalización del comercio global, que entra ya en su segunda semana de negociaciones en Ginebra.

Si la noche del viernes las delegaciones dejaron la sede de la Organización Mundial del Comercio (OMC) confiando en la inminencia de un acuerdo, este domingo vuelven envueltas en la incertidumbre.

Tras el maratón de reuniones técnicas que se sucedieron el sábado entre los aliados, quedó evidente que el número de países que rechazaban los números del último texto seguía ampliándose.

La Unión Europea (UE) llegó a decir que presentará una contrapropuesta para complacer, principalmente, a Francia, Italia e Irlanda, que consideran demasiadas las concesiones que se les pide en agricultura y quieren aún mayor apertura en el sector industrial de las naciones emergentes.

'Pedimos que (el comisario europeo de Comercio, Peter) Mandelson vuelva con una mejor oferta', dijo el sábado la secretaria de Comercio de Francia, Anne-Marie Idrac, cuyo país preside la UE este semestre.

El gobierno italiano difundió un comunicado afirmando que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, 'comparte la profunda preocupación' del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sobre el texto de compromiso que está siendo discutido en Ginebra.

Pero sus exigencias en industrias enfrentan el duro rechazo de Argentina, que tendría que recortar en un 54 por ciento en media sus tarifas sobre importaciones de bienes industriales y sólo podría proteger a un 14 por ciento de sus productos en vez de los 16 por ciento que pedía.

Por eso la posición de Brasil, que ya declaró que acepta los números del nuevo paquete, generó crispación entre los dos socios del Mercado Común del Sur (Mercosur).

Lo anterior, a pesar de las palabras alentadoras del canciller brasileño, Celso Amorim, quien insiste en que los diferentes intereses no romperán el bloque.

Brasil también está siendo acusado de haber abandonado el Grupo de los 20 (G-20) países en desarrollo, ya que India, su principal aliado en esas negociaciones insiste en garantizar mecanismos que permitan a los países más pobres volver a subir tarifas cuando necesiten protegerse de un aluvión de importaciones de alimentos que podría poner en riesgo su seguridad alimentaria.

Sin embargo, la posición india puede haberse suavizado tras la reunión de la tarde de el sábado sobre apertura de mercados de servicios.

El ministro de Comercio de ese país, Kamal Nath, recibió de Estados Unidos la promesa de que estarían dispuestos a facilitar el acceso de trabajadores de la India altamente calificados, como técnicos informáticos, a su mercado de trabajo.

Al mismo tiempo, la UE ofreció abrir su mercado de trabajo a unos 80 mil trabajadores temporales, aunque no especificó qué cuota de ese total sería para los indios.

Por su parte, estadunidenses y europeos piden que las naciones en desarrollo faciliten la entrada de sus empresas de prestación de servicios, especialmente telecomunicaciones, energía y finanzas.

La noche de este domingo dará algunas señales de si será posible concluir ese rompecabezas en el que se tiene que hacer encajar las ambiciones y preocupaciones de 153 países con realidades completamente diferentes.
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