Economía

En disputa, negocio millonario de la sal

Empresas esperan las resoluciones judiciales contra la paraestatal Exportadora de Sal, responsable del 84.6% de la producción nacional de este producto

GUADALAJARA, JALISCO (22/OCT/2016).- La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) publicó el extracto del acuerdo para el inicio de la investigación por denuncia por la posible realización de prácticas monopólicas en las actividades económicas relacionadas con la sal. La dependencia destacó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) que se trata de la denuncia DE-016-2015, relativa al mercado de la producción, distribución y comercialización al mayoreo de sal.

En octubre de 2015, la empresa tapatía Innofood denunció a la Exportadora de Sal (Essa) ante la Cofece por prácticas monopólicas. “La comisión sí encontró elementos para ordenar una investigación y probablemente defina en diciembre su postura”, dice el abogado Francisco Rodríguez Nepote.

En 2014, México produjo 10.2 millones de toneladas de sal, de las cuales 8.6 millones (84.6%), fueron producidas por la paraestatal Exportadora de Sal, que opera la salinera más grande del mundo, ubicada en Guerrero Negro, Baja California Sur.

Según el perfil del mercado de la sal, prácticamente el total de las ventas al exterior son realizadas por esta salinera, principalmente a Japón (45%), Estados Unidos y Canadá, por lo que empresas comercializadoras locales se quejan de que la paraestatal no vende sal a empresas mexicanas.   

Abraham Magaña, presidente de la cooperativa Salineros de Colima, consideró que existen irregularidades en el sector nacional, “se ve a ojos abiertos: han manipulado el mercado a su beneficio”.

Para el representante de 195 productores de sal, lo más conveniente sería ampliar la cartera de clientes de la paraestatal, que comparte 49% de las acciones con una empresa japonesa, “deben favorecerse otros países que requieren sal, sería mucho mejor tener varias empresas a las que se les pudiera vender en lugar de monopolizarlo como lo están haciendo”.

La Ley Federal de Competencia Económica establece como prácticas monopólicas relativas aquellos actos, contratos, convenios o procedimientos que realizan una o más empresas con poder sustancial, con la intención de desplazar indebidamente a otros agentes económicos del mercado relevante, impedirles su acceso o establecer ventajas exclusivas a favor de una o varias personas.

Ejemplos de prácticas monopólicas son la segmentación de mercados por territorio o clientes, fijación de precios de reventa, compras o ventas atadas, exclusividades, negativas de trato, boicot, depredación de precios, subsidios cruzados, discriminación de precios y elevación de los costos del rival.

El órgano regulatorio explicó que, de comprobarse la existencia de una práctica monopólica relativa, podría ordenar la corrección o supresión de la misma. Además, los agentes económicos responsables podrían recibir sanciones de carácter económico, las cuales también son aplicables a quienes hayan coadyuvado, propiciado o inducido la comisión de dichas conductas.

ENFRENTA CONCESIONARIA DEMANDAS MILLONARIAS

Desde 1976, el Gobierno mexicano es socio mayoritario de Exportadora de Sal (Essa), con 51% de las acciones, mientras que el resto de la participación está en manos de una empresa japonesa.

Pese a ser el mayor productor salinero en el país, la empresa que ostenta la única concesión de sal en manos del Gobierno enfrenta demandas millonarias por los contratos firmados en 2013 y 2014 por su ex director Jorge Humberto López Portillo.

Una de las empresas demandantes es Innofood, una firma de Guadalajara que celebró en febrero de 2014 un contrato de compraventa de sal con Essa a través del cual se venderían 250 mil toneladas de sal cada año hasta 2019.

Francisco Rodríguez Nepote, abogado de la empresa tapatía, detalla que a principios de 2015, la paraestatal dejó de surtir producto a su cliente, “de las toneladas comprometidas (un millón 250 mil) sólo se vendieron 40 mil”.

Meses más tarde, se le informó que el nuevo consejo de administración de Essa había ordenado finalizar los contratos celebrados con quien no fuera la socia japonesa del Gobierno mexicano.

Por ello, presentó una demanda ante el Centro de Arbitraje de México en donde reclama perjuicios por la cantidad de mil 500 millones de pesos. El abogado confirma: “Estamos a la espera de que se dicte el laudo en diciembre”.

En Estados Unidos, a través de la empresa Sea Breeze Salt, socia de Inoofood para exportar sal a ese país, se presentó una demanda en la que reclama como perjuicios la cantidad de 600 millones de dólares.

Sin embargo, la demanda que presentó Sea Breeze por incumplimiento de contrato y prácticas monopólicas fue desechada en agosto por considerar que Essa es parte del Gobierno mexicano. El fallo será apelado este año, pero será hasta el próximo cuando se resuelva.

El abogado insiste en llegar a un arreglo con la Secretaría de Economía y Essa, pero “siempre hemos recibido negativas”.

Otra de las demandantes es Packsys, con sede en la Ciudad de México, que firmó un contrato en enero de 2014 para comprar 300 millones de toneladas cúbicas de salmuera acumulada desde 1996, más la que se acumule durante el tiempo que dure la concesión de Essa.

Francisco Rodríguez, también abogado de Packsys, señaló que de las toneladas comprometidas sólo recibieron 16 mil, pues el contrato también fue cancelado.

Para exigir el cumplimiento del contrato, en septiembre del año pasado, Packsys presentó una demanda en Estados Unidos, pero se desechó en marzo pasado, por lo que la sentencia fue apelada. El abogado espera que el caso sea resuelto totalmente en julio de 2017.

La paraestatal también enfrenta un arbitraje iniciado por la firma Corretaje Marítimo Sudamericano, en Inglaterra, luego de que en 2014 obtuviera un contrato por más de 27 millones de dólares para construir una barcaza de 15 mil toneladas en China.

GUÍA

Expansión

Essa cuenta con cuatro concesiones mineras de explotación de sal vigentes en una superficie de 80 mil 853 hectáreas, cuyas fechas de vigencia concluyen: una en septiembre de 2043, dos en abril de 2055 y una en julio de 2061.

Está localizada en Guerrero Negro, Baja California Sur, donde opera la salina más grande del mundo, con una capacidad de producción por encima de ocho millones de toneladas anuales. También opera las instalaciones de carga de barcos en Isla de Cedros, Baja California, con capacidad para recibir y cargar barcos hasta de 180 mil toneladas.

Operan 357 salineras en México

En México están registradas 357 unidades económicas dedicadas a la minería de sal, según el último censo del Inegi, que revela que casi la mitad de las empresas se ubica en Guerrero, con 165 unidades. En Jalisco sólo hay registro de una empresa.

Unidades económicas dedicadas a la minería de la sal

Entidad    Unidades económicas
Guerrero    165
Puebla    93
Coahuila    23
Colima    19
Yucatán    13
Fuente: Inegi.

Estados que más producen

Producción de sal (2014)
Entidad    Toneladas
Baja California Sur    8’675,862
Veracruz    970,140       
Nuevo León    293,118
Yucatán    271,043
Tamaulipas    140,000
Fuente: Anuario Estadístico de la Minería Mexicana.

La versión oficial

En un comunicado fechado el 20 de septiembre pasado, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, negó rotundamente las declaraciones del ex director de Exportadora de Sal (Essa), Jorge Humberto López Portillo, en el sentido de que su caso es una persecución política y económica.

Defendió que López Portillo enfrenta diversos procedimientos por las irregularidades encontradas durante su gestión que están siendo investigadas por la Secretaría de la Función Pública y que han derivado en sanciones consistentes en inhabilitaciones de hasta diez años y multas por 150 millones de pesos.

La empresa Essa dio parte a la PGR en aquellos casos que consideró que pudieran constituir un delito y causar perjuicio al patrimonio del estado mexicano.

La Secretaría de Economía se comprometió a denunciar los posibles casos de corrupción cometidos por sus funcionarios públicos, independientemente de su nivel y reafirmó su compromiso de llevarlos hasta sus últimas consecuencias.

Para la dependencia, las declaraciones de López Portillo intentan confundir a la opinión pública, llevando un tema que es estrictamente jurídico al ámbito político.

EVADEN ENTREVISTA

Consejo de Administración, en el cnetro del conflicto

Este medio solicitó entrevista con Estercita Alavéz, directora jurídica de Essa, para aclarar la situación de las demandas que enfrenta, pero la funcionaria evadió responder.

La Secretaría de Economía tampoco dio entrevista, aunque ha señalado a medios que la paraestatal revocó los contratos luego de comprobarse que no habían sido aprobados por el Consejo de Administración de Essa.

Lo anterior es negado por el abogado de las empresas Innofood y Packsys, así como por el ex director de la paraestatal, Jorge López Portillo, quienes sostienen que el Consejo de Administración “sí aprobó” los contratos en disputa.

En el caso de Packsys, el contrato con Essa señala que el Consejo de Administración aprobó el esquema de ventas de salmuera residual. López Portillo defiende que el Consejo lo mandató a resolver el problema de la salmuera.

Precisa que la Ley Federal de las Entidades Paraestatales estipula en su artículo 59 que el director de Essa está facultado para administrar, representar legalmente a la paraestatal y ejecutar los acuerdos dictados por el órgano de Gobierno.

Durante su gestión, firmó al menos siete contratos con empresas mexicanas, pero todos fueron desconocidos por el Consejo, “la pregunta es por qué el Consejo sí respeta los contratos (con la socia japonesa) a menor precio de venta si tampoco están firmados por el Consejo”, señala el ex directivo.

La consecuencia para los mexicanos, dice el ex funcionario, es que el país deja de recibir 20 mil millones de pesos cada año. Además, con la salinera más grande del mundo, México tendría que haber desarrollado una de las industrias químicas más fuertes del mundo, pues de la sal provienen 800 derivados químicos.

TELÓN DE FONDO

Auditoría Superior emite observaciones

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) observó en su informe publicado en enero de 2015 que en el contrato de Exportadora de Sal (Essa) firmado en 1977 y su convenio de 2010, su socia japonesa adquiere el rol de únicos compradores, distribuidores y comercializadores en todo el mundo de la sal que produce la paraestatal.

Como resultado, la auditoría concluyó que existen condiciones desfavorables en perjuicio del interés económico del Gobierno mexicano, ya que no se establecen condiciones equitativas, lo cual limita la actuación de Essa para acceder a nuevos mercados y evaluar otras alternativas para la venta del producto.

En su reporte, la ASF determinó un probable daño al patrimonio de Essa por un monto de 43 millones 816 mil pesos luego de que el órgano fiscalizador identificara ventas de sal industrial con precios inferiores al costo promedio de producción (15.25 dólares por tonelada métrica) en 13 contratos, de 26 contratos revisados.

Asimismo, entre las observaciones se presume otro probable daño al patrimonio por 137 millones 261 mil pesos pagados a la socia japonesa en 2013 por ajustes al precio por la venta de sal industrial de exportación facturada en 2012 y 2013, sin que Essa contara con evidencia que justificara su autorización.

Entre las recomendaciones, la Auditoría Superior exhorta a Essa a establecer una política de precios de venta de sal, considerando el costo de producción y los precios en el mercado internacional, pues los precios base de venta aprobados por la paraestatal en 2012 son inferiores al costo de producción.

Además, en 25 contratos para la compraventa de sal no se establece que el precio del mineral se pueda modificar o actualizar, por lo que se recomienda implementar disposiciones que establezcan la revisión periódica de los precios.

Reduce producción

En México, la producción salienra se ha venido incrementando al pasar de 8.6 millones de toneladas en 2010 a 10.5 millones en 2014, que se producen principalmente en Baja California Sur, Veracruz, Nuevo León, Yucatán y Tamaulipas.

Pese al incremento en los últimos años, en 2015 la Asociación Mexicana de la Industria Salinera estima que la producción llegó a las 9.6 millones de toneladas. El gerente general Sergio Moreno explica que el ligero decremento obedece a las condiciones climatológicas, pues la mayor parte de la producción en el país se da por evaporación solar.

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