Economía
El desempleo, la cara de la crisis
Lo que comenzó como una crisis en los mercados financieros internacionales se ha trasladado rápidamente al sector real de la economía, materializándose en menor actividad productiva
“Alrededor del mundo, muchas empresas han tenido que recortar drásticamente su plantilla laboral, tratando de ajustar su producción a la nueva realidad de los mercados. Así, otra crisis comienza a tomar forma: la crisis del empleo”, indica el resultado de una investigación del Grupo Financiero, titulada El empleo en México.
Aunque su contorno apenas empieza a ser evidente, expone el documento, “la agresividad, profundidad y duración de la recesión, acompañada de cambios en la estructura de los mercados laborales, tanto en países industrializados como emergentes, sugieren que la economía global enfrentará la peor alza en el desempleo de las últimas décadas”.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la crisis dejará sin empleo a 50 millones de personas en el mundo en 2009.
“Hasta ahora, los países industrializados, aquellos que dependen del sector externo o cuya generación de empleos se había concentrado en el sector de la construcción han resentido primero el golpe, registrando incrementos en su tasa de desempleo desde el inicio de 2008. En cambio, para el resto de las economías (principalmente emergentes) el impacto apenas comienza a reflejarse. Dicho rezago puede ser explicado por las diferencias prevalecientes en la estructura de los mercados laborales, caracterizados por ser poco flexibles en varios países en desarrollo.
En México, la creación de empleos mantuvo un buen ritmo de crecimiento durante 2007 y la mayor parte de 2008, a pesar del inicio de la recesión de Estados Unidos, expone el análisis de un equipo de conomistas encabezado por Luis Flores y Lucía Martín. Sin embargo, a partir de octubre pasado, fue más claro el impacto de la baja en la actividad económica, con el consecuente despido de trabajadores. “En un principio, el desempleo se limitó a aquellos sectores mayormente expuestos a una demanda externa global debilitada, como las manufacturas, pero ahora también en los sectores que habían mostrado mayor fortaleza, como los servicios”.
El informe indica que de noviembre de 2008 a
En marzo de 2009 se perdieron 594 mil empleos en la economía mexicana, cifra que prácticamente duplica el promedio anual de puestos de trabajo creados en la última década (293 mil 490) “Nuestra expectativa es que a lo largo de 2009 se pierdan un total de 535 mil empleos formales, implicando cierta recuperación hacia la segunda parte de 2009”.
“La apuesta más grande en México es la generación de empleos a través de la construcción de infraestructura, y el impulso de crédito a las empresas. No obstante, para varios países, incluido México, la crisis ha revelado que los mercados laborales requieren de profundas transformaciones”, concluye.
Este año se perderán 535 mil empleos formales, advierte una investigación de Ixe
El problema de las cifras
Tradicionalmente, los países en desarrollo se caracterizan por indicadores deficientes en materia de empleo, derivado de la propia estructura de sus economías. Ello ocasiona que su tasa de desempleo se ubique en niveles aparentemente bajos. Varios factores se encuentran detrás de este fenómeno: un mercado informal grande, el menor ingreso promedio de los habitantes de países en desarrollo, un marco regulatorio que permite trabajar a personas con edad inferior, y gran parte de la población labora en actividades estacionales como la agricultura, la construcción o el turismo.
En México, se encuentran presentes en mayor o menor grado estos cuatro factores. La economía informal cubre un tercio de la oferta laboral.
Con excepción del Distrito Federal, ninguna otra entidad federativa cuenta con seguro de desempleo propiamente establecido.
El ingreso per cápita asciende a ocho mil 500 dólares por habitante (2008), muy por debajo de los 17 mil dólares que promedian los países industrializados, por lo cual el permanecer desempleados por un largo periodo de tiempo no resulta una opción viable para los mexicanos, lo que explica la búsqueda de alternativas de empleo en la economía informal.
Finalmente, la legislación laboral mexicana (artículo 123, A, fracción III) y la Ley Fe
deral del Trabajo (Artículo 22) permiten el trabajo de los mayores de 14 años, siendo México de los pocos países en permitir esta práctica. La Organización Internacional del Trabajo considera como trabajo infantil cualquier actividad realizada por niños menores de 16 años.
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