Economía
El G8 acuerda limitar a dos grados el calentamiento global
Queda ambigua la base para frenar el calentamiento
L'AQUILA, Italia.- El Grupo de los Ocho (G8) acordó limitar el calentamiento global a dos grados centígrados y recortar las emisiones de gases invernadero en 80% para 2050, pero no consiguió persuadir a China y a India para que se unan a la propuesta de reducir a la mitad las emisiones mundiales.
A falta de sólo cinco meses para que se acuerde un nuevo pacto climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Copenhague, varias organizaciones que trabajan contra el calentamiento global han dicho que el G8 tiene aún mucho trabajo por hacer, y que esquiva los asuntos claves.
China e India se resistieron a firmar el objetivo global de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero. Las naciones en desarrollo demandan a los países ricos que se comprometan para acelerar las reducciones a corto plazo.
Y aunque el objetivo de los dos grados lo han adoptado por primera vez Estados Unidos, Rusia, Japón y Canadá, ya lo habían acordado en 1996 la Unión Europea y sus miembros del G8: Alemania, Reino Unido, Francia e Italia.
El G8 teme un riesgo de explosión social
L’AQUILA, ITALIA.- Los dirigentes del G8 ven “señales de estabilización” de la economía mundial, pero advierten que hay “riesgos importantes” y que el desempleo constituye una amenaza para la “estabilidad social”, en una declaración común emitida ayer en LîAquila, Italia).
“Hay señales de estabilización y, especialmente, una recuperación de los mercados bursátiles”, pero “la situación sigue siendo incierta” y “riesgos importantes siguen pesando sobre la estabilidad económica y financiera”, dicen los dirigentes de los ocho países más industrializados.
“Los efectos de la crisis económica en los mercados laborales pueden poner en peligro la estabilidad social”, subraya el pronuncimiento, para luego recomendar que “las buenas políticas macroeconómicas estén asociadas a políticas sociales y laborales”.
Los miembros del G8 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Rusia) instan a proseguir los esfuerzos de reactivación, aunque también consideran necesario elaborar “estrategias de salida de la crisis”.
El G8 se compromete a garantizar la “viabilidad presupuestaria a medio plazo”, amenazada por los multimillonarios paquetes para frenar una crisis que sumió a todos sus miembros en la recesión.
Los líderes del grupo prometen además una guerra sin cuartel contra la evasión fiscal, retomando el programa de la cumbre del G20 de potencias industrializadas y emergentes, que se realizó en abril pasado en Londres.
El documento llama a discutir y adoptar “un abanico de medidas eficaces contra los países que no respetan las normas internacionales en lo que hace a la transparencia fiscal”.
Por otro lado, los líderes llaman a una mayor cooperación entre países productores y consumidores de petróleo, para estabilizar los precios del crudo.
La crisis económica, la peor desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, es uno de los principales temas de discusión de la cumbre del G8, que se prolongará hasta mañana en esta ciudad de Italia devastada en abril por un sismo que dejó unos 300 muertos.
Queda ambigua la base para frenar el calentamiento
El compromiso del G8 para reducir en 2 grados centígrados el calentamiento global tiene un problema: no precisa el año como base para la reducción de 80%, lo que significa que el objetivo estaba abierto a interpretaciones.
“El mundo reconocerá que hoy (ayer) en Italia hemos fijado los pilares para un acuerdo en Copenhague que es ambicioso, justo y efectivo”, dijo el primer ministro británico Gordon Brown.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el objetivo de los dos grados centígrados era un “claro progreso” para el G8.
El G8 respaldó la creación de un mercado mundial de comercio de emisiones de carbono y un fondo financiado por los países ricos para pagar por el cambio tecnológico, pero se quedó lejos de los 100 mil millones de dólares que apoyan el británico Brown y las organizaciones no gubernamentales.
Las temperaturas se han elevado alrededor de 0.7 grados centígrados desde que en el comienzo de la Revolución Industrial se inició el uso de los combustibles fósiles, la causa principal del calentamiento según el Panel de Clima de la ONU.
Muchos países en vías de desarrollo también consideran los dos grados centígrados como el umbral más allá del cual el cambio climático alcanzará niveles peligrosos, con crecimiento del nivel del mar, más olas de calor, inundaciones y sequías.
Los delegados dijeron que la ausencia del líder chino Hu Jintao, que voló a casa para hacer frente al estallido de violencia étnica en el oeste de China, hizo fracasar las esperanzas de conseguirlo.
ECOS DE LA CUMBRE
El Grupo de los cinco países emergentes (G5, con México, Brasil, China, India y Sudáfrica) no refrendó la meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad hasta el 2050, y reconoció sólo de manera genérica “la importancia de avanzar en las negociaciones sobre el cambio climático para asegurar el éxito de la Cumbre de Copenhague” a finales de este año. “Refrendamos, en cambio, nuestro compromiso con el principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas para enfrentar a este problema globalîî, dijo el Presidente Felipe Calderón.
El G5 de potencias emergentes urgió al G8 de países ricos a cumplir los compromisos contraídos en Londres en abril pasado para facilitar el crédito e impedir prácticas proteccionistas, y a ceder espacios de poder en las instituciones financieras internacionales. “Es importante acordar medidas, pero más importante es cumplir con las promesas acordadas”, dijo Felipe Calderón, quien propuso que el G5 se convierta en una entidad autónoma en 2010.
A falta de sólo cinco meses para que se acuerde un nuevo pacto climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Copenhague, varias organizaciones que trabajan contra el calentamiento global han dicho que el G8 tiene aún mucho trabajo por hacer, y que esquiva los asuntos claves.
China e India se resistieron a firmar el objetivo global de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero. Las naciones en desarrollo demandan a los países ricos que se comprometan para acelerar las reducciones a corto plazo.
Y aunque el objetivo de los dos grados lo han adoptado por primera vez Estados Unidos, Rusia, Japón y Canadá, ya lo habían acordado en 1996 la Unión Europea y sus miembros del G8: Alemania, Reino Unido, Francia e Italia.
El G8 teme un riesgo de explosión social
L’AQUILA, ITALIA.- Los dirigentes del G8 ven “señales de estabilización” de la economía mundial, pero advierten que hay “riesgos importantes” y que el desempleo constituye una amenaza para la “estabilidad social”, en una declaración común emitida ayer en LîAquila, Italia).
“Hay señales de estabilización y, especialmente, una recuperación de los mercados bursátiles”, pero “la situación sigue siendo incierta” y “riesgos importantes siguen pesando sobre la estabilidad económica y financiera”, dicen los dirigentes de los ocho países más industrializados.
“Los efectos de la crisis económica en los mercados laborales pueden poner en peligro la estabilidad social”, subraya el pronuncimiento, para luego recomendar que “las buenas políticas macroeconómicas estén asociadas a políticas sociales y laborales”.
Los miembros del G8 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Rusia) instan a proseguir los esfuerzos de reactivación, aunque también consideran necesario elaborar “estrategias de salida de la crisis”.
El G8 se compromete a garantizar la “viabilidad presupuestaria a medio plazo”, amenazada por los multimillonarios paquetes para frenar una crisis que sumió a todos sus miembros en la recesión.
Los líderes del grupo prometen además una guerra sin cuartel contra la evasión fiscal, retomando el programa de la cumbre del G20 de potencias industrializadas y emergentes, que se realizó en abril pasado en Londres.
El documento llama a discutir y adoptar “un abanico de medidas eficaces contra los países que no respetan las normas internacionales en lo que hace a la transparencia fiscal”.
Por otro lado, los líderes llaman a una mayor cooperación entre países productores y consumidores de petróleo, para estabilizar los precios del crudo.
La crisis económica, la peor desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, es uno de los principales temas de discusión de la cumbre del G8, que se prolongará hasta mañana en esta ciudad de Italia devastada en abril por un sismo que dejó unos 300 muertos.
Queda ambigua la base para frenar el calentamiento
El compromiso del G8 para reducir en 2 grados centígrados el calentamiento global tiene un problema: no precisa el año como base para la reducción de 80%, lo que significa que el objetivo estaba abierto a interpretaciones.
“El mundo reconocerá que hoy (ayer) en Italia hemos fijado los pilares para un acuerdo en Copenhague que es ambicioso, justo y efectivo”, dijo el primer ministro británico Gordon Brown.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el objetivo de los dos grados centígrados era un “claro progreso” para el G8.
El G8 respaldó la creación de un mercado mundial de comercio de emisiones de carbono y un fondo financiado por los países ricos para pagar por el cambio tecnológico, pero se quedó lejos de los 100 mil millones de dólares que apoyan el británico Brown y las organizaciones no gubernamentales.
Las temperaturas se han elevado alrededor de 0.7 grados centígrados desde que en el comienzo de la Revolución Industrial se inició el uso de los combustibles fósiles, la causa principal del calentamiento según el Panel de Clima de la ONU.
Muchos países en vías de desarrollo también consideran los dos grados centígrados como el umbral más allá del cual el cambio climático alcanzará niveles peligrosos, con crecimiento del nivel del mar, más olas de calor, inundaciones y sequías.
Los delegados dijeron que la ausencia del líder chino Hu Jintao, que voló a casa para hacer frente al estallido de violencia étnica en el oeste de China, hizo fracasar las esperanzas de conseguirlo.
ECOS DE LA CUMBRE
El Grupo de los cinco países emergentes (G5, con México, Brasil, China, India y Sudáfrica) no refrendó la meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad hasta el 2050, y reconoció sólo de manera genérica “la importancia de avanzar en las negociaciones sobre el cambio climático para asegurar el éxito de la Cumbre de Copenhague” a finales de este año. “Refrendamos, en cambio, nuestro compromiso con el principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas para enfrentar a este problema globalîî, dijo el Presidente Felipe Calderón.
El G5 de potencias emergentes urgió al G8 de países ricos a cumplir los compromisos contraídos en Londres en abril pasado para facilitar el crédito e impedir prácticas proteccionistas, y a ceder espacios de poder en las instituciones financieras internacionales. “Es importante acordar medidas, pero más importante es cumplir con las promesas acordadas”, dijo Felipe Calderón, quien propuso que el G5 se convierta en una entidad autónoma en 2010.
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