Economía

Economista pide a países emergentes fortalecer mercado interno

Joseph Stiglitz, economista alemán, advierte sobre los riesgos de una posible desaceleración de la economía estadounidense, así como de los riesgos que se enfrentan y cómo evitarlos

LINDAU, ALEMANIA (27/AGO/2011).- Los países que más rápido se recuperaron tras los efectos de la crisis en 2008, podrían verse afectados de intensificarse la recesión en Estados Unidos, afirmó Joseph Stiglitz durante la tercer jornada de la Reunión de Ganadores del Premio Nóbel de Economía 2011, en Lidau.

La austeridad de los grandes países va en la dirección contraria, lo que genera una desaceleración que se transforma en recesión y concluye con una depresión económica que alcanzará a todo el mundo.

“Para evitarlo se deben recuperar los niveles de empleo y para ello hay que aumentar el gasto y no disminuirlo”.

Destacó que el déficit de Estados Unidos, en materia laboral, es el más representativo al existir 14 millones de ciudadanos de ese país sin un empleo y en total son 25 millones las personas que no consiguen una plaza laboral de tiempo completo.

“Eso va a empeorar y aunque en 2010 el crecimiento mundial se fortaleció y los países emergentes como China y Brasil lograron cosas importantes; si la recesión en Estados Unidos y Europa toma mayores dimensiones, las economías emergentes tendrán dificultades”.

Culpa a teoría económica


El principal problema que detectó el economista, es la posible caída en las exportaciones y por eso deben fortalecer su mercado interno y evitar depender de las buena o mala situación del esos mercados.

Durante su ponencia, donde trató el origen de los recientes problemas financieros a nivel mundial, subrayó la responsabilidad de la teoría económica dominante durante la crisis donde se decía que no era necesaria una regulación, que los mercados eran eficientes o que la baja inflación era suficiente para garantizar crecimiento.

“Los bancos centrales no pueden tener como único objetivo de política económica la baja inflación; la estabilidad financiera, el crecimiento y el empleo deben formar parte de sus objetivos”, opinó el economista.

Aseguró que Europa sufre por las limitaciones que establece el Banco Central Europeo y puntualizó las fallas de la macroeconomía moderna, que no tiene la capacidad de predecir las crisis financieras porque los modelos estándar afirman que las burbujas no pueden suceder, que los choques son exógenos; el disturbio dominante a la economía era endógeno, los marcos de política sugerían como necesario tener baja la inflación y casi suficiente para el crecimiento y estabilidad.

“Había pérdidas grandes asociadas a la mala asignación del capital antes de que la burbuja se rompiera y es fácil hacer modelos que construyan burbujas, pero la mayor parte de las pérdidas ocurren después de la explosión de la burbuja, persistiendo un boquete entre la salida real y potencial”.

De acuerdo con el galardonado en 2001, la teoría predice que habrá una rápida recuperación de la economía ajustándose a la nueva realidad, pero en ocasiones es lenta y hay que replantear su estructura.
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