Economía
Economía y fisco
La deducción de colegiaturas
A partir del año próximo, quienes perciban ingresos por salarios podrán deducir en sus declaraciones anuales del impuesto sobre la renta, las colegiaturas que se paguen por sus hijos, las de su cónyuge, de sus padres o del mismo contribuyente. Esta deducción está topada por los montos equivalentes al gasto por alumno que el Gobierno federal ejerce en los niveles de educación, que van desde preescolar con 14 mil 100 pesos, hasta bachillerato con 24 mil 500 pesos.
Esta medida tomada por el Ejecutivo, resuelve una añeja petición de la Unión de Padres de Familia, ante la incapacidad del Gobierno para atender la demanda educativa que constitucionalmente está obligado a proporcionar en forma gratuita.
Se han suscitado controversias a favor y en contra de este beneficio fiscal, argumentando que se hace con fines electorales. Quizá, pero es mejor para la población que se tomen estas medidas a que se gaste el dinero en publicidad de campañas. Que sólo beneficia a un sector de la población de clase media y media alta, no cabe duda, pero es mejor a que se gaste el dinero en bonos para los diputados. Que mejor hubiera sido que se destinara este recurso para ayudar a quienes están empobrecidos. Para este segmento de la sociedad, deben aplicarse subsidios para el transporte a los centros educativos.
Se argumenta también que sólo beneficia a quienes presentan su declaración anual del Impuesto Sobre la Renta y no al grueso de la población asalariada, cuyo pago anual es retenido y enterado por sus patrones. Al respecto, es conveniente recordar lo que establece la Ley del Impuesto Sobre la Renta en su artículo 117, que obliga a presentar su declaración anual a los asalariados que además obtengan ingresos acumulables por otros conceptos gravados por la Ley; así mismo, obliga a presentar su declaración anual a quienes obtengan ingresos por salarios superiores a 300 mil pesos anuales y por algunos otros conceptos que no son materia de este comentario.
Por otra parte, el esquema no es inequitativo porque beneficia a un amplio sector de la población y fomenta la educación y todo lo que se haga por mejorarla debe ser bienvenido, aunque no sea todo lo que quisiéramos, por algo se empieza, lo que debemos hacer es insistir en que el Gobierno destine más recursos al sector educativo, reduciendo la altas prestaciones que tienen los funcionarios de alto nivel.
Además, cualquier persona que comunique a su patrón que opta por hacer su declaración anual, sea cual sea el monto de sus ingresos, puede hacerlo y beneficiarse de esta deducción, además de las que ya establece la Ley. Basta con hacer el cálculo de cuánto impuesto se puede ahorrar para ver si paga el costo de formular la declaración anual, que no es muy gravoso.
Por todos conceptos, ésta es una medida plausible, y sea cual fuere la intención oculta del Presidente Calderón, ojalá que todas sus decisiones fueran tan benéficas como ésta.
Esta medida tomada por el Ejecutivo, resuelve una añeja petición de la Unión de Padres de Familia, ante la incapacidad del Gobierno para atender la demanda educativa que constitucionalmente está obligado a proporcionar en forma gratuita.
Se han suscitado controversias a favor y en contra de este beneficio fiscal, argumentando que se hace con fines electorales. Quizá, pero es mejor para la población que se tomen estas medidas a que se gaste el dinero en publicidad de campañas. Que sólo beneficia a un sector de la población de clase media y media alta, no cabe duda, pero es mejor a que se gaste el dinero en bonos para los diputados. Que mejor hubiera sido que se destinara este recurso para ayudar a quienes están empobrecidos. Para este segmento de la sociedad, deben aplicarse subsidios para el transporte a los centros educativos.
Se argumenta también que sólo beneficia a quienes presentan su declaración anual del Impuesto Sobre la Renta y no al grueso de la población asalariada, cuyo pago anual es retenido y enterado por sus patrones. Al respecto, es conveniente recordar lo que establece la Ley del Impuesto Sobre la Renta en su artículo 117, que obliga a presentar su declaración anual a los asalariados que además obtengan ingresos acumulables por otros conceptos gravados por la Ley; así mismo, obliga a presentar su declaración anual a quienes obtengan ingresos por salarios superiores a 300 mil pesos anuales y por algunos otros conceptos que no son materia de este comentario.
Por otra parte, el esquema no es inequitativo porque beneficia a un amplio sector de la población y fomenta la educación y todo lo que se haga por mejorarla debe ser bienvenido, aunque no sea todo lo que quisiéramos, por algo se empieza, lo que debemos hacer es insistir en que el Gobierno destine más recursos al sector educativo, reduciendo la altas prestaciones que tienen los funcionarios de alto nivel.
Además, cualquier persona que comunique a su patrón que opta por hacer su declaración anual, sea cual sea el monto de sus ingresos, puede hacerlo y beneficiarse de esta deducción, además de las que ya establece la Ley. Basta con hacer el cálculo de cuánto impuesto se puede ahorrar para ver si paga el costo de formular la declaración anual, que no es muy gravoso.
Por todos conceptos, ésta es una medida plausible, y sea cual fuere la intención oculta del Presidente Calderón, ojalá que todas sus decisiones fueran tan benéficas como ésta.
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